miércoles, 19 de agosto de 2009

tercera Conferencia - Budismo

Filosofía Budista
En la primera conferencia hablé de las dificultades de abordar temas de oriente como el Budismo. En la segunda hable del aspecto religioso del Budismo. En ésta, la tercera , trataré del aspecto filosófico.
Si tomamos el término filosofía en su sentido lato, es decir como pensamiento, como obra intelectual del ser humano, no encontraremos ninguna dificultad y solamente deberemos caracterizarlo. Por el contrario, si lo tomamos en su sentido estricto, debemos señalar que esta rama del saber humano ha sufrido el desprendimiento de muchas ramas, entre ellas la psicología, por lo que, hoy filosofía es sinónimo de ontología o teoría del ser o si lo prefieren de la metafísica, término aristotélico. En este sentido todos los autores caracterizan al budismo como antimetafísico. Suelen decir: "Ante todo la filosofía budista no es metafísica sino práctica; tanto el "samsara" como el "nirvana" no son conceptos ontológicos, no se trata de cosas concretas, son interpretaciones de nuestras experiencias". (Richard Gard, Las Grandes Religiones del hombre moderno, Budismo, Plaza y Janes, Barcelona, 1963, p.19.)
En realidad Gautama no perdió ocasión en fustigar a los teorizadores hindúes de su tiempo, su filosofía puede describirse como "pragmática", pero debemos señalar que aunque quisiera evitarlo, al contestar las preguntas sobre ¿qué es la existencia humana?, ¿cuál la causa de los sufrimientos?, entraba en el terreno de la metafísica.
Además los seguidores que dieron origen a distintas escuelas fueron grandes teorizadores.
Pero como dice Carpio “las palabras tienen más el carácter de valoraciones que de conceptos claros"
El sistema es de gran rigor lógico pues está constreñido a la ley de causación.
Se opone a la concepción espiritualista (“atman” (del yo, alma, espíritu) Upanisahs) y a la concepción materialista del hombre (charvakas).
Se encuentra entre los “eternalistas”, defensores del puro ser (del tipo parmenídico) y los nihilistas (que afirman el no ser, como ciertos sofistas, por ejemplo Gorgias).
También se encuentra entre los monistas védicos ( que afirman el Uno en la superación del ser con el no-ser , del tipo neoplatónico como Plotino) y el pluralismo dinámico (devenir – parecido al Heraclitismo).
Es un “Totalismo” es decir que el universo es creado por la acción de la totalidad de los seres.
No hay fatalismo, sólo hay indeterminación, ya que no hay destino, ni decretos del hado. Cada ser está absorto en la creación de sí mismo y no hay riesgo de perderse porque nadie puede extinguir el influjo de su acción (efecto) o energía latente (efecto latente).
Debemos considerar al budismo como idealismo limitado ya que la mente humana no alcanza a conocer la realidad última.
García Morente llama al idealismo "segunda navegación" término tomado de la náutica. Antiguamente cuando se navegaba solamente con viento en popa, cuando el viento soplaba en otra dirección debían empuñarse los remos, a eso se llamaba segunda navegación. Del mismo modo el ser humano en lo cotidiano es realista, para pensar como idealista necesita un esfuerzo intelectual.
La persona que adquiere conciencia que su existencia está relacionada con otras personas y cosas comienza a pensar como Buda y a transitar el camino de la budeidad que lo llevará de ésta existencia imperfecta a la existencia perfecta.
Para lograr ésto el Buda enseñó cuatro principios que han sido traducidos como "las cuatro nobles verdades".
Ésta traducción nos hace perder de vista el verdadero carácter de éstos principios. No se trata de solamente "correspondencia entre palabra y realidad" o "coherencia de pensamiento" (verdad por correspondencia o verdad por coherencia, respectivamente) sino que se trata de una categoría metafísica-existencial. Esto significa que al alcanzarse la verdad se alcanza también su contenido (existencia) es decir que se alcanza el conocimiento (iluminación) desprovisto de los cuatro sufrimientos (nacimiento, enfermedad, vejez y muerte) y por consiguiente desprovisto de imperfecciones; tal existencia es libre, perfecta y eterna.
La primera noble verdad se refiere a la naturaleza de la existencia imperfecta. El Dharma o existencia imperfecta está compuesto de una pluralidad de elementos ligados entre sí. Entre estos elementos quizás el que cobra mayor importancia para nuestra concepción occidental es el tiempo. Cada instante de tiempo es un elemento independiente del siguiente. Resumiendo podríamos decir que el universo es la creación en un instante de todos los seres (animados, inanimados y no percibibles).
Cada elemento es una fuerza separada. Ningún elemento penetra en otro, por lo que no hay materia mas allá de los datos físicos, ni alma mas allá de los datos mentales.
No hay permanencia, cada instante es un nuevo elemento. Por lo tanto tampoco existe el movimiento. La apariencia de movimiento es nada mas que la aparición de nuevos elementos en nuevos lugares. Todos los elementos se relacionan por una única ley: la causación.
Esta ley de causación que impulsa a los elementos en una aparente sucesión está impulsada por el elemento "ignorancia básica" y es frenado por el elemento "conocimiento". Cuando todo lo fenoménico se detiene se está en estado de "nirvana".
Es necesario hacer notar que cada escuela budista tiene una particular interpretación de cada elemento, pero básicamente coinciden en lo señalado.
La segunda noble verdad se refiere a la causación.
La causación budista es una categoría única; no se la debe confundir con "causa material" ya que un elemento no puede producir "otro elemento" por sí mismo, no hay sustancias duraderas. Tampoco se la debe confundir con la categoría "causa eficiente" puesto que los elementos al aparecer y desaparecer instantáneamente no pueden influir uno en el otro. Por lo tanto la causalidad budista no produce nada, simplemente "coordina" la existencia temporo-espacial de los universos impermanentes generando esa apariencia fenomenológica. Ésta coordinación se denomina Karma. La tercera noble verdad se refiere a la existencia perfecta.
Esta existencia es conocida como "Nirvana" (conquista de la libertad) pero es analizada de distinta manera según cada escuela budista, como relativo, como absoluto, como presencia, esencia o realidad final. Un análisis detallado de estos aspectos excede el propósito de este trabajo.
La cuarta noble verdad se refiere a la manera de llevar a cabo la transformación.
La práctica budista también varía conforme a la época, y a las distintas escuelas.
El Buda Shakyamuni predijo el carácter cambiante de la ley y la condición de vida que puede ser alanzada a través de la práctica durante cada período de 500 años después de su muerte: el 1º - Era de la Iluminación donde alcanzaban tal estado los discípulos del Buda histórico, por ello se conoce a este budismo como el budismo de la cosecha.
2º -Era de la Meditación: no podrían alcanzar la iluminación pero sí estados elevados de vida a través de la meditación.
3º - Era de Recitar, leer y escuchar, la practica consiste en leer los Sutras.
4º - Era de la construcción de Templos y Stupas, por estas buenas causas se podían obtener beneficios.
5º - Era de ocultamiento de la ley y de conflictos, donde perdería totalmente eficacia la enseñanza de Shakyamuni, pero en tal época, predijo que haría su advenimiento el Buda Original que siembra la semilla de la budeidad ( a este se lo llama el budismo de la siembra) y propagará la ley budista por todo el mundo.
Los eruditos T’ien T’ai y Dengyo advirtieron las diferencias entre las épocas de Shoho, Zoho y Mappo, los dias primeros e intermedios de la ley y los últimos días de la ley.
Las enseñanzas de Shakyamuni se impartieron de acuerdo con la capacidad de la gente, en la Era de Mappo la enseñanza es impartida sin importar la capacidad de la gente, sino a la capacidad del Buda.
Cumpliendo con esta profecía el 16 de febrero de 1222, en una villa de pescadores en Kominato (Japón) nació Nichiren Daishonin quien vino a demostrar con su propia vida el cumplimiento de la profecía. De este modo estableció la práctica para esta época y para toda la humanidad.

De este modo concluyo mi exposición de hoy, les agradezco que vinieran hasta esta Escuela de Medicina China Ien Cho, y cedo la palabra al Reverendo Nakayama de Nichiren Shoshu, quien expondrá sobre el tema misericordia budista. Muchas gracias.






segunda conferencia - budismo

Influencia del pensamiento primitivo de India y China en el Budismo
Ustedes recordarán a un ilustre político romano llamado Catón. Cuando terminaba un discurso, tuviese que ver con el tema que tratara o no repetía siempre la misma frase: “y además -decía- creo que hay que invadir a Cartago”. Otro fiolósofo adoptó la misma costumbre. Otto Liebman finalizaba cada discurso afirmando “Y además creo, hay que volver a Kant”. Sin pretender compararme con tan ilustres personalidades pido licencia a la tácita comprensión del auditorio para parafrasear a un querido profesor, el Dr. Angel Cappelletti., cosa que hice en la primera conferencia, y repetiré en ésta. De allí que hiciera esta referencia a Catón y a Liebman.
Decía el querido Maestro respecto de la indiferencia con que se considera a las culturas de oriente, que con tal desinterés “nos mutilamos conscientemente de media humanidad, tal como sucedió con el voto universal, declamado por todos pero, con medio género humano fuera de él, el género femenino”
De este modo expresamos nuestro sentir respecto de las creencias de aquellos pueblos, considerándolas fruto del saber de la humanidad.
El tema que vamos a desarrollar hoy es “la influencia del pensamiento primitivo de India y China en el Budismo”, y justamente en esta cuestión es donde más claramente podemos apreciar el aporte intelectual del hombre de cada época y de cada pueblo en la construcción de una religión, de una filosofía, de un saber.
En primer lugar me gustaría aclarar el término religión para después poder señalar cuales elementos lo forman, según las opiniones de los mas destacados investigadores.
La mayoría sostiene que el término religión deriva del latín “religare” –atar- como si se tratase de la ligazón entre la deidad y el hombre. Y esta definición inexacta es la que ha cobrado mayor vigor y de haberlos interrogado seguramente todos ustedes hubieran contestado de esta manera, como yo lo hubiere hecho también . Esta definición se adapta perfectamente para señalar una religión teísta, pero preguntémonos con quien se ligan los que practican religiones que, como el budismo, no son teístas.
En este caso debemos pedir auxilio a la lingüística que nos puede aclarar que el término religión deriva del latino “relegere” – cuidado meticuloso. Para definirlo mejor comparémoslo con su antónimo: “relegere” se opone a “neglegere” de donde deriva “negligencia”- descuido. Por lo tanto religión es “tener cuidado meticuloso de algo”. Ese “algo” es el elemento que estamos buscando, que debe ser común a todas las religiones sean estéticas o teístas. Para que aparezca diáfano ante nuestros ojos nos imponemos esta tarea de revisar el pensamiento primitivo de India y de China.
Ya señalamos en la primera conferencia que “el budismo no nació bruscamente sobre un suelo virgen”
frase que tomamos de Juan Marín. Veamos ahora cómo estaba compuesto tal “suelo”.
Si bien la evolución de la humanidad suele cumplir las mismas etapas, son diferentes en India que en China porque e esta última civilización se desarrolló en forma estanca, sin influencias extranjeras; el caso contrario es el de India. Por tal motivo los veremos por separado.

India:
Los primitivo habitantes de la India, como cualquier pueblo en el mismo estadio evolutivo ha logrado conformar un grupo social porque ha tenido los escrúpulos de no matar a los de su propio grupo y ha limitado su apetito destructivo dentro del grupo. Este ha sido el primer "algo" de lo que se ha tenido un cuidado meticuloso. Estos escrúpulos, los antropólogos lo designan con el término polinesio “tabú” (que significa sustraer del uso corriente).
Además, al igual que los niños, atribuyen al mundo que los rodea pensamientos, pasiones y hasta formas iguales a las propias. Este "sentimiento" (aunque creo mejor llamarlo "conviccón") que los antropólogos llaman “animismo” es muy difícil de abandonar, por ejemplo podríamos decir que “ha dejado huellas en nuestro lenguaje”, este es un modo animista de hablar, como si el animismo fuera un duendecillo que caminó sobre el barro del lenguaje dejando la marca de sus pies, como señala muy acertadamente Salomón Reinach. Las personificaciones de la poesía son una supervivencia de tal animismo.
Este segundo elemento que señalamos, el animismo, al combinarse con el anterior, el tabú, dio origen a la separación de determinado animal o planta del resto del mundo para asimilarlo al grupo (o mejor dicho como regente del grupo). Esta identificación es nombrada por los antropólogos con un término que usaban ciertas tribus de indios de norteamérica: “totem”(es una deformación del término otam: marca o insignia)
De este modo encontramos como primera manifestación religiosa el totemismo (culto a ciertos animales o plantas)
Este totemismo está presente en todos los pueblos, en todas las religiones: así la paloma que representa al Espíritu Santo es un totem sirio, al igual que el pez con el que se identificaron los primeros cristianos.
El elemento que nos falta nombrar para establecer una religión es el sacerdocio.
Si el hombre no hubiese tenido freno en su desarrollo totémico, las prohibiciones o tabúes hubiesen crecido de tal manera que hubiese sido imposible de desarrollarse la civilización como hoy la conocemos, el hombre se habría paralizado así mismo. Dice Reinach: “el origen de estos escrúpulos religiosos no es ciertamente racional; hijos del miedo, fruto de generaciones prematuras y de asimilaciones arbitrarias, como las que a diario hacen los niños, los tabús son abundantes y rigurosos. La idea cara para el siglo XVIII, del salvaje libre y emancipado de toda sujeción, es irreconciliable con los datos más elementales de la etnografía. El salvaje libre de Rousseau no es un verdadero salvaje; es un filósofo que se ha desnudado”.
También se equivocaron los pensadores del siglo XVIII (especialmentee Voltaire y Rousseau) al considerar a los sacerdotes como embaucadores y oportunistas.
Sin la labor de reglamentación de los tabúes, el hombre hubiese quedado atrapado en una red de prohibiciones que abarcarían temas como la alimentación, el matrimonio, la educación de los hijos, la higiene, el destino de los cadáveres, etc., etc. De esta labor de establecer reglas respecto de lo que está permito y lo que no, derivan los códigos de Hammurabi, de Manú y los Vedas.
Los Vedas, de Vid (saber) son himnos que datan del 1500 al 1000 A.C., fueron compuestos por los invasores Arios. Los dioses no guardan una jerarquía, son tres cofradías de once miembros cada una que se reparten entre cielo, tierra y región intermedia (es importante señalar que este número, el 11, es el que relaciona cielo y tierra en la concepción china). Señala Max Müller que ya se delinean las cuatro castas, la de los sacerdotes, la de los guerreros, la de los trabajadores y labriegos, y la de los conquistados, los indígenas.
Los Brahmanas (800 años AC ) son una explicación en prosa de los himnos védicos hecho por los sacerdotes que ya comienzan a insinuar una rivalidad con la casta guerrera.
Los Upanishads (sesiones) son especulaciones teosóficas fundadas en los Vedas.
Del seno de la clase guerrera surgieron dos reformadores: Mahavirá, fundador del Jainismo; y Gautama, fundador del Budismo. Ambos hostiles al ritualismo brahmánico, ambos sostienen aunque de distinta manera la teoría de las re-encarnaciones, pero se diferencian fundamentalmente en que el jainismo da gran valor a las prácticas de ascetismo, llegado a la crueldad con la propia persona; mientras que el budismo toma el camino del medio y es, al decir de Reinach, “todo dulzura”.

China
Revisemos los elementos religiosos en China, siguiendo la evolución de la concepción de espacio y tiempo como hace Orta Nadal.
En el Shun-tien, Cannon de Shun (último de los cinco emperadores, circa 2233 –2184 AC) del “Libro de los Escritos” hay una referencia a una Asamblea donde los nombres son altamente llamativos: Pino rojo, Oso, Tigre, Dragón de una pata. El propio hermano de Shun se llama Elefante (Hsiang).
Dice James Legge que parece una asamblea de indígenas norteamericanos. Aquí es donde vemos aparecer el elemento totémico.
Cuando se produce la Revolución del Neolítico, el paso de recolector de alimentos a productor de alimentos, las concepciones de pueblos nómadas cazadores son insuficientes para la nueva etapa de evolución social, por lo tanto se agregará el culto a la tierra. Este doble culto al cielo y a la tierra , según los antropólogos, obedecen a la antinomia principal macho – hembra, que se pone de manifiesto en los festivales de primavera donde la unión sexual era libre, dicen Granet M. y Fitzgerald, C.
Juan Marín relata la costumbre de separar a los hombres (cultivadores) de las mujeres (tejedoras de seda), que ocurrió en varias culturas que adoraban a la floración o solsticio de primavera. Así Adonis y Afrodita (Grecia), Taumuz e Istar (Persia), Osiris e Isis (Egipto), Atis y Cibeles (Frigia), Ormuz y Ahrimán (Irán), etc.
Esta cultura agraria que comienza en la revolución del neolítico está definitivamente consolidada en la edad del bronce (2000 AC). Para esta época en China gobierna la Dinastía Shang , y esta revolución urbana dará por necesidad la creación de una compleja cultura, la creación del calendario y la ciencia astronómica, la invención de la escritura y la formación del Estado. El hombre comienza a tomar conciencia de sí y de su lugar entre cielo y tierra, nace así la concepción trinitaria, el “árbol del mundo” (Tao o Do como camino)
Del matrimonio cielo y tierra nace el hijo (atmósfera) que realiza la hazaña de separar a sus padres elevando al cielo hasta el lugar que ocupa en lo alto.
En el mito chino es Tchong-Li, Shu en Egipto, Atlas en Grecia.
Este mito es rastreado por Imbelloni en documentos mesopotámicos, textos barhamánicos, teogonía hesiódica, en el fenicio Sanjoniatón, en los códices mexicanos y en la mitología de los polinesios.
Tanto chinos como coreanos representan este sostén con una columna sobre las espaldas de una tortuga y este “árbol del mundo” es eje, gnomon y camino (Tao, en chino, Do en coreano y en japonés).
La palabra Rey (Wang) se escribe con un signo compuesto de tres trazos horizontales y uno vertical, según los sinólogos representan al cielo, al hombre y a la tierra, unidos por el trazo vertical que representa al rey.
En ésta concepción trinitaria se basa el taoísmo que fundamenta su moral en el principio Wu Wei o no-acción. No se trata de un quietismo absoluto, sino de un actuar conforme a la naturaleza, conforme al Tao; sin embargo esta negación del accionar humano preparó a la mentalidad china para aceptar la negación del mundo que propuso mas tarde el budismo.
Según el Teh, virtud del Tao, el centro del Tao está inmóvil, mientras que yin y yang están en constante movimiento. Desde un punto de vista psicológico creó un tipo de pensamiento introvertido y extremista
Algunos eruditos lo comparan con el pensamiento de Nietzche o de Berard Shaw.
Compartimos a medias esta observación del Profesor Cappelletti, ya que Friedrich Nietzche (1844-1900) alzó su voz no sólo contra el positivismo de su época, sino también contra el naturalismo, en especial en sus llamados segundo y tercer período (1877-1883) donde exalta la figura humana y elabora la doctrina del Superhombre.
Quizás encontremos un referente en el italiano Roberto Ardigó (1828-1920) creador de un positivismo naturalista. O en el inglés Herbert Spencer (1820-1903) quien elevó la teoría de la evolución de un campo unitario a toda la realidad. Menciono a estos dos autores porque hicieron un importante aporte a campo pedagógico, y presumo que por ello son mas conocidos que otros filósofos que sólo escribieron para eruditos de su propio campo.
Pero sólo un autor merece compararse a la doctrina taoísta; en toda su concepción es taoísta, en la crítica social, en la defensa del campesino y en la ética fundamentada en una religiosidad colectiva y natural. Me refiero al ruso León Tolstoi (1828-1911). De todas maneras este pensamiento introvertido favoreció la aceptación de la práctica de la meditación budista.
El enemigo del budismo en China fue el confucionismo.
Confucio, magistrado de la corte Chou, igual que LaoTse, servía, en cambio, a los intereses de los conquistadores de los Shang. Por ello su fundamentación teórica radicaba en la distribución del espacio militar. El ejército chino se distribuía en cuadrados. De allí deriva la concepción cuaternaria: El Cannon de Yao o de la Emperatriz Wu divide al plano terrestre en los cuatro puntos cardinales, a cada punto cardinal le corresponde un color y una cualidad moral (por este motivo se llaman virtudes cardinales) : al Sur le corresponde el negro y la sabiduría, al Norte el rojo y la honradez, al Este el verde (o azul) y la bondad y al oeste el blanco y la justicia.
Cuando a ésta concepción se le agregó el centro aparece la imagen del Ming T’ang o altar del cielo. Residencia para el soberano para que se estableciera en cada momento en el lugar propicio. Esta, la quinaria, fue la concepción del confucionismo y la doctrina de los funcionarios.
Marcel Granet, sostiene que el budismo penetró desde muy temprano en China y nada tiene que ver el mito del sueño del Emperador Ming-Ti ( año 61).
Durante los siglos II y III D.C., un conjunto de causas sociales y económicas llevaron a la caída de la dinastía Han, provocando la desunión política y la invasión extranjera. El vacío filosófico creado por el colapso del confucionismo Han fue resuelto por el ya milenario taoísmo y por la llegada del budismo.
La mente china ya estaba preparada para recibir la primera doctrina extranjera y para asimilarla y enriquecerla teóricamente. Fue adoptada de tal manera, que hoy el budismo ha casi desaparecido de India, donde nació pero se halla firmemente arraigado en la cultura china, coreana y japonesa.
De este modo finalizo mi exposición de hoy, les agradezco a todos que se hayan tomado la molestia de venir a esta hermosa Facultad de Humanidades de Rosario, que hayan escuchado tan paciente y respetuosamente mi exposición y cedo la palabra al Reverendo Shudo Ijiri, Prior del Templo de Argentina de Nichiren Soshu, quien les hablará sobre el Budismo Verdadero. Muchas Gracias.