viernes, 31 de julio de 2009

Comferencia sobre Budismo


Lamentablemente siempre debemos comenzar el abordaje de cualquier tema que tenga que ver con oriente enumerando las dificultades para realizar tal estudio, proponiendo soluciones de alcance inmediato que nos permitan sortear las dificultades que señalamos, y haciendo , cada vez, una “introducción” al tema. Sin olvidarnos que, además, debemos aclarar por anticipado cual será el método empleado y cual el objetivo buscado, o punto de arribo.
Todos ustedes saben que la Ciencia, justamente hace lo contrario, da por sentado y conocidos una serie de presupuestos, el vocabulario técnico tiene una precisión mayor que el vocabulario vulgar y se conoce el método a emplear. Todo esto ahorra al autor el tener que comenzar una y otra vez desde el principio y el perderse en explicaciones del cómo y el por qué.
Esto no significa que nuestra clase de estudios carezca de seriedad, sino que estamos en una etapa que algunos autores coinciden en llamar “etapa pre-científica”. Como no es interés de esta charla aclarar tal tema, no lo haremos, baste con decir que no se puede presentar separado de la falta de interés académico por todos los temas relacionados con oriente. Al respecto me gustaría parafrasear al profesor Angel Cappelletti que sobre este desinterés decía “con esta actitud nos mutilamos concientemente de media humanidad, tal como sucedió con el voto universal, declamado por todos pero, con medio género humano fuera de él, el género femenino” (Angel Cappelletti, Filosofía Argentina del Siglo XX, UNR Editora, Rosario, p.179)
No cabe duda que tanto el Centro de Estudios orientales, como la Asociación, y los docentes universitarios que los integran, tal como algunas autoridades de esta Universidad, concientes que este nuevo mundo que nos toca vivir, exige un giro de timón de 180 grados, abren esta posibilidad de reflexionar juntos, docentes, alumnos, especialistas y miembros de la comunidad para que el concepto “humanismo” deje de revelársenos, en estos casos, como una falacia y alcance el verdadero sentido ecuménico que tiene, integrando a toda la humanidad.
Comenzaremos señalando tres grandes dificultades:
En primer lugar muchos autores niegan al pensamiento oriental el derecho de llamarse filosofía, pero todos sabemos que en el vocabulario común, se indica todo lo contrario. Estamos persuadidos que en oriente se filosofa más que en occidente, donde somos más pragmáticos. Los orientales, cree firmemente el saber popular, tienen una particular “filosofía de vida”. Estos y muchos otros ejemplos desmienten aquella aseveración que niega el carácter de filosofía al pensamiento oriental. Lo que realmente se pretende es prohibirles a tales manifestaciones del espíritu humano el acceso a ciertos espacios prestigiosos del pensamiento occidental. Por lo tanto, no sólo no es filosofía, sino que “tampoco cuentan con un desarrollado sistema lógico”, “no han podido elaborar una epistemología”, etc. Etc. Tampoco debemos esforzarnos, en esos casos, en demostrar su falsedad, avanzando en nuestra exposición caerá por su propio peso.
Dice Jung (Carl Jung, El Secreto de la Flor de Oro,-Richard Wilhelm, Paidós, Bs. As., 1955, p.21) “El occidental rechaza la “vivencia” (que involucra los sentimientos) y adopta la objetividad científica (epistemología) y el conocimiento parcializado (especialidades) por lo que se exila al saber oriental al oscuro campo de las creencias o supersticiones.”
Probablemente este tipo de pensamiento etnocentrista se deba, tal como dice Thomson, (George Thomson, Los Primeros Filósofos, S. XX, Bs. As., 1975, trad. Alfredo Llanos, p.193 y ss.) a la frase acuñada por Cornford “la filosofía nació en el siglo VI AC en Grecia. Esto constituyó lo que se dio en llamar “el milagro griego” sustentado en la falsa suposición que tal acontecimiento no se dio en ningún otro lugar del mundo ni en ninguna otra época. De este modo se satisfacía el deseo etnocentrista occidental al convertirnos en únicos herederos de tal hazaña del genio humano. El título de la obra de Cornford es bastante revelador: “From Religión to Philosophy”, escrito en 1912. Esta idea de “laicización del mito” al montarse sobre el sentimiento etnocentrista pronto cambió a su opuesto: de laicización del mito a “endiosamiento de la razón”. Al igual que Cornford, Emile Durkheim decía : “ La estructura del pensamiento humano, que incluye las categorías lógicas y los conceptos de espacio y tiempo, fuerza y causalidad, consiste en “representaciones colectivas” que son proyecciones hacia el exterior de la estructura de la sociedad humana” (Thomson, Op. Cit, p.197). De este modo el lugar del dios es tomado por el producto primero de la razón: la sociedad humana. Este argumento bien manipulado por el etnocentrismo garantizó que cualquier otra manifestación del espíritu humano que quedara fuera de este giro, fuera considerada como “inferior” o como perteneciente a un “estado primitivo”.
No tardó en aparecer la crítica a semejante pretensión, iniciada por Burnet, en “Early Greek Philosophy” (obra de 1892, reeditada en 1908 y nuevamente – y aquí aparece la crítica- en 1920) y en “ Greek Philosophy from Thales to Plato” de 1914. al respecto dice que lo único novedoso que realizó aquella sociedad griega fue “repetir el mito con otra terminología”. Lamentablemente a posteriori Burneo no siguió profundizando la cuestión y encaminó sus estudios hacia Platón con exclusividad. Mas adelante se suma a la crítica Farrington quien en “Greek Science” de 1944 señala respecto del “supuesto milagro griego” : “ La novedad de sus modos de pensamiento se explica sólo negativamente por su rechazo de la intervención divina o sobrenatural” ( Thomson, Op. Cit., p.198).

Un segundo problema que debemos enfrentar, y muy especialmente al tratar sobre Budismo es su “heterodoxia”, la que si bien nos autoriza a hacer algunas generalizaciones, debemos permanentemente aclarar de que escuela, lugar o época estamos hablando en cada caso.
Los estudiosos argentinos, como Vicente Fattone, Carpio o Cappelletti, sólo centraron su estudio en el budismo primitivo de la India, desechando el estudio del desarrollo del budismo antiguo, de los concilios budistas, del medioevo chino, coreano y japonés y del budismo moderno, como si todo esto no fuera más que comentarios o notas al pié de los Sutras de Shakyamuni. Difícilmente hoy reconoceríamos en el budismo actual los rasgos mas sobresalientes del budismo primitivo, pero sin duda alguna se trata de budismo y la prueba se encuentra justamente en su evolución histórica y geográfica (permítaseme usar este término para resumir la “asimilación” del budismo por culturas “estancas” como fueron las china, coreana y japonesa antiguas; que si bien no se trata de un “sincretismo” marcaron una típica caracterología en esta doctrina “extranjera”).
Esta dificultad que acabamos de señalar hace que solamente se conozca al “buda histórico” Siddharta Gautama o Shakyamuni, y se desconozca por completo a los Budas Amida, Maitreya, y Nichiren Daishonin. Ignorar esta evolución es como pretender que el estudio del cristianismo comience con el antiguo testamento y culmine en Juan el Bautista, sin llegar a la figura “que vendrá a bautizarlos con fuego y el espíritu santo”.
De igual modo, sólo a través de la evolución histórica se puede comprender la profundidad de la obra de Gautama, cuyo único propósito – visto desde nuestra contemporaneidad - es anunciar la llegada del Buda Verdadero, del Buda Original, que establecerá la “enseñanza correcta” cuando la “enseñanza provisional” pierda su eficacia. De inmediato volveremos sobre este tema central.

La tercera dificultad que enfrentamos es la falta de acuerdo entre los estudiosos respecto de las comparaciones con otras filosofías o con otras religiones. Algunos las prohíben lisa y llanamente fundándose en el riesgo que implicaría el “forzar teorías” para encontrar parecidos o diferencias, más aún cuando tal propósito está dirigido por intereses particulares de desacreditar la teoría o de respaldar la propia buscando un parecido inexistente, lo que vulgarmente llamaríamos “llevar agua hacia el propio molino”. Tal razón es más que atendible porque abundan las malas interpretaciones, las malintencionadas interpretaciones, las transpolaciones sin fundamento, y el peligrosísimo bienintencionado “analogismo infundado”, es decir, “todo es lo mismo” todos buscan el bien, etc. ( Wing Tsit Chan, El Espíritu de la Filosofía de Oriente, Breviarios del FCE, Mexico, 1954 ). Ejemplos de estos errores metodológicos son De Groot que relaciona el Yin-Yang con dios-demonio y Abel Remussat (quien introdujo el Tao Teh King en Europa) que creyó encontrar el nombre del dios de Israel en el Tao Teh King (Citas de Juan Marín, Lao Tse o el Universismo Mágico, Austral, Bs. As. , 1952, ps. 35 y 73)
Otros se pronuncian en sentido contrario, Carpio, Cappelleti, Castellani, Granet, Imbelloni, única manera posible de acceder a la riqueza conceptual de oriente cuando un término lingüístico es insuficiente para expresar tal amplitud se hace necesario buscar un punto de referencia entre teorías o autores conocidos. Dice el Conde de Keyserling (“Diario de viaje de un Filósofo, traducción de García Morente, T I, p.60): “Detrás del europeo no hay más que su historia, la cual le presta relieve, pero este fondo es siempre finito. Detrás del oriental está la leyenda, el cuento; en cuanto posible es más que lo real. El fondo del asiático es la naturaleza inmensa, el acontecer cósmico infinito. No contrapone jamás el hombre a la naturaleza sino que lo considera parte de ésta. ¡Qué grandeza de estilo da al arte oriental su carácter no antropomórfico!”.
Adherimos fervientemente a esta postura porque pensamos que no hay otra manera de internalizar la cultura de oriente, si no queremos correr el riesgo que denuncia la postura contraria. Queremos significar que independientemente de comulgar o no con el Budismo, en este caso, con cualquier otra manifestación cultural de oriente, en otros, hablemos de todo pensamiento de oriente en general, debemos comprenderlo, no basta con conocerlo, si bien es un primer paso, es necesario apropiarse de la experiencia necesaria para ser permeable a él y de este modo enriquecerlo y enriquecernos; la experiencia mínima es el debate interno para saber, como dice Jung, que uno no es el único señor de la casa. Esta fuente, que se presenta al hombre occidental, casi intacta de filosofía y religiosidad, literatura y estética no debe pertenecer únicamente al hombre oriental, debe ser patrimonio de toda la humanidad, el encuentro entre oriente y occidente no debe ser de mero contacto, sino de interpenetración.

Hechas esta aclaraciones comencemos a caracterizar al Budismo en sus rasgos más generales. Previamente dejemos bien sentado que Budismo no es, como dicen los diccionarios “seguir las enseñanzas de Buda” como si se tratase de un canon normativo al cual ajustarse, budismo es transitar el camino del Buda, es el esfuerzo volitivo para alcanzar el estado de budeidad, es decir de iluminación. Por ello el budismo no es una ciega fé, es fé, práctica y estudio.
Siguiendo el criterio del filósofo chino Wing Tsit Chan (Op. Cit.) caracterizaremos al Budismo de la siguiente manera:
Primero: Prioriza lo antropológico por sobre lo metafísico, pero subordina al individuo a la vida colectiva, por ello no tiene necesidad de designar al sujeto, ni le importan las ideas abstractas ni informar correctamente o con precisión, es más importante la belleza del estilo de la oratoria y el poder encaminar la conducta; “las palabras tienen más el carácter de valoraciones que de conceptos claros” dice Carpio (Adolfo Carpio, El Tao Te King de Lao Tse, Sudamericana, Bs. As., 1957).
Segundo: En cuanto religión se encuentra más cercano a una ética o filosofía de vida que al teísmo occidental. El hombre no necesita de ninguna Gracia para su salvación, depende de su propio esfuerzo; tampoco se nutre de la revelación, el sistema es de gran rigor lógico pues está constreñido a la ley de causación; tampoco depende de la existencia de la deidad, las deidades como los demonios son sólo “funciones” y no tienen otra entidad.
Tercero: La causación no tiene principio ni fin, es una rueda ( mandala ).
Cuarto: Transita por un camino propio, se opone a la concepción espiritualista (“atman” (del yo, alma, espíritu) Upanisahs) y a la concepción materialista del hombre (charvakas); Se encuentra entre los “eternalistas” , defensores del puro ser (del tipo parmenídico) y los nihilistas (que afirman el no ser, como ciertos sofistas , por ejemplo Gorgias). También se encuentra entre los monistas védicos ( que afirman el Uno en la superación del ser con el no-ser , del tipo neoplatónico como Plotino) y el pluralismo dinámico (devenir – parecido al Heraclitismo).
Es un “Totalismo” es decir que el universo es creado por la acción de la totalidad de los seres.
Quinto: El método de argumentación es lógico.
Sexto: Debemos considerar al budismo como idealismo limitado ya que la mente humana no alcanza a conocer la realidad última. A diferencia del Brahmanismo que algunos autores llaman una filosofía de “esoidad” ( de “eso”) el Budismo es una filosofía de “asidad” ( de “así”) la realidad se manifiesta en un instante, nada permanece, el universo es un incesante fluir de ondas vitales : Samsara. (Junjiro Takakusu, El budismo Filosofía de “Asidad”, Breviarios del FCE, México, 1954)
Desde el punto de vista universal es la ley (Dharma), desde el punto de vista personal (del Buda) es “asidad” o “talidad” ( así llegado – tal). La naturaleza del buda y la naturaleza del principio son lo mismo.
Séptimo: No hay fatalismo, sólo hay indeterminación, ya que no hay destino, ni decretos del hado. Cada ser está absorto en la creación de sí mismo y no hay riesgo de perderse porque nadie puede extinguir el influjo de su acción (efecto) o energía latente (efecto latente).
Las manifestaciones cambiantes son la identidad y es imposible su desaparición. Así como se alean dos metales, la entidad es la misma donde sólo cambia el punto de vista, por ejemplo el agua y la ola (o el fuego y la llama).

Pasemos ahora al desarrollo histórico: Dice Marín (Juan Marín, Buda o La Negación del Mundo, Espasa Calpe, Bs. As. 1954) “El budismo no nació bruscamente sobre un suelo virgen” y apoyándose en la autoridad de destacados hinduistas como Hermannn Oldenberg, Max Müller, Bloomfield, Zimmer, René Grousset y Schweitzer, entre otros afirma “la continuidad evidente e indisoluble entre los tres grandes períodos del pensamiento indostánico: Primera Etapa: Filosofía Vedanta: El Rig-Veda, politeísmo orientado a un monismo representado por el universo (Circa 1000 años AC) y el Atharva – Veda : búsqueda del yo a través de la introspección (Atman) (diríamos que es un subjetivismo muy cercano al solipsismo).
Segunda Etapa: Filosofía de los Brahamanes (Upanishads) 800 años AC, Desplazamiento del Dios Universal (macrocosmos) al yo humano (microcosmos). Irrealidad del mundo exterior, sólo el ego existe. Dios no es el universo sino una fuerza de vida (Pan-animismo).
En el último período comienza la “laicización” del Brahmanismo, el destino humano se desliga del culto y de la ceremonia sacrificial del sacerdote para pasar a depender de la propia conducta. Nace así la teoría del Karma entre la casta de los nobles guerreros o príncipes (Kshatryas), no entre los Brahmanes.
La materia es una emanación del Atman.
Tercera: El Buda niega la existencia del yo (Atman), lo considera como una “sucesión de estados mentales”, como una “cadena de estados de conciencia”; le niega al yo todo carácter de permanencia por lo que no puede trasmigrar. De este modo se transforma la idea de Karma que pasa a ser “el fruto moral de las acciones” (Marín, Op. Cit. P. 51) “Nadie, dice el Buda, ni aún un dios, puede cambiar en derrota la victoria que un hombre ha obtenido sobre sí mismo”.
La doctrina budista es un proceso intelectual de auto cultivo, nada hay en ella ni teológico ni metafísico. La causa del sufrimiento es la ignorancia, por lo que estimuló el pensamiento reflexivo de la India.

Después de la muerte del Buda, 500 principales discípulos se reunieron presididos por Kasyapa con el fin de dar estructura y cohesión a la enseñanza del Maestro. De esta magna asamblea (Primer Concilio) no resultó escrito alguno, siguió la transmisión oral.
Ciento diez años después de la muerte del Buda, los fieles se reunieron en un nuevo Concilio (Segundo) considerado como una continuación del anterior.
Doscientos treinta y un años después de la muerte del Buda (Año 246 AC) se realizó el Tercer Concilio en Patna bajo la presidencia del Rey Asoka. Aquí aparecen los primeros escritos en lengua Pali.
Asoka Piyadasi era nieto del célebre Sandragupta, fundador de la dinastía de los Maurya, (luego de que el Imperio Alejandrino decayera y se dividiera en una larga anarquía de reyezuelos y caudillos militares fue quien la unificó nuevamente).
A fines del Siglo 1º el Cuarto concilio tuvo logar en Kashmir ( Cachemira) bajo la presidencia del Rey Kanishka. Aquí aparecen los primeros escritos en sánscrito (lengua Cachemiriana).

La exageración de la doctrina del Karma niega la caridad, la higiene y la medicina y dio origen a una escuela cismática: la Escuela Mahayana.
La Escuela Hinayana representa la ortodoxia, se los denomina “anihilacionistas” (de aniquilación en el Nirvana) sus santos son los “Arhats” (Lo-hans, en chino) los discípulos directos del Buda.
A la Escuela del Mahayana se los denomina “eternalistas” (porque creen en la eternidad de la vida) y sus santos son los bodhisatwas.
Las principales sectas del Mahayanismo son: Madhyamikas, derivada del relativismo absoluto de Nagarjuna (año 100 AC) (todo es ilusión excepto el vacío).
La de Vignanavada o Yogasara, fundada por el filósofo Abanga de Peshawar ( S. IV) su denominación significa “Doctrina de la Realidad Unida del Pensamiento” que sostiene que existe un sustrato real (alayavignana) que es fuente de toda actividad mental. Ambas escuelas establecen que existe una doble verdad, una vulgar y otra recóndita.

Esta dualidad toleró toda clase de fetichismos populares y prontamente aparecieron signos de que el tantrismo hindú había encontrado una presa fácil. Así invadieron y contaminaron a las sectas de Vajrayana (Vehículo del Diamante) y a la Mantrayana (Vehículo de la formulas mágicas).
Esta parte de la doctrina búdica fue contaminada de paganismo Sivaísta y chamanismo tibetano, “el brahmanismo era demasiado poderoso para dejarse derrotar sin resitencia. La demonología de Siva emigró en masa a los jardines búdicos” dice Marín (Op.Cit. p.135) Así nació el Tantrismo Búdico o Lamaísmo “la mayor de las corrupciones de la doctrina” (Op. Cit. P.57), que podemos afirmar junto al padre jesuita León Wieger se trata más de un Sivaísmo que de budismo.(León Wieger, Bouddhisme Chinois)

Marcel Granet, sostiene que el budismo penetró desde muy temprano en China y nada tiene que ver el mito del sueño del Emperador Ming-Ti ( año 61).
La Escuela Esotérica y el Zenismo entraron en China por obra del monje Bodhidarma, (se cree que fue expulsado de India por uso de magia y corrupción de la doctrina) Se asememeja más a un Vedismo (como el de Prjnatara) y si debemos compararlo con occidente podemos hacerlo con cualquier clase de nihilismo. Estableció el Papado, hubieron seis Papas búdicos y se los conoce como “Los Patriarcas del Este”.
De éstas nacieron en China cinco Sectas:
1- Vinaya, disciplina de las cuatro Divisiones ( o Escuela de las colinas del Sur), sus sacerdotes visten túnicas negras.
2- Yoga Mi- Kiao (Enseñanza secreta del Yoga).
3- Wei-Shi-Hsiang-Kiao, basado en el célebre libro (Shastra) Wi-Shi-lun. Estudia la naturaleza.
4- Lung-Shu, fundada por Nagarjuna (Secta del árbol del Dragón) es esotérica y se basa en el estudio del libro (Shastra) Cheng-lung.
5- Hwa –yen (Escuela de la verdadera naturaleza) centrada en el estudio del sutra Hwa –yen
6- Posteriormente nació una nueva escuela que rápidamente desplazaría a las demás, se trata de la Escuela del Loto (Lien-Tsung) o Escuela de la Tierra Pura (Tsing-Tu). Sostiene el culto de Kwan-Yin y de Amithaba. Con esta escuela el budismo ateo se convirtió en politeísta.
7- Por otro lado siguió desarrollándose la Escuela Shang (Zen), que rechaza todo estudio del canon y concede valor únicamente a la meditación.
8- También debemos mencionar a la Escuela T’ienT’ai (Escuela de la Doctrina Redonda y de la triple verdad (1-las cosas no tienen realidad (vacío) 2- pero tienen existencia temporal (temporalidad) 3- al mismo tiempo son el estado verdadero (fenómeno y noúmeno). Se desarrolla bajo el emperador Jen-Sung quien en 1053 fundó el monasterio de esta secta.
El desarrollo del budismo en China se debió a las traducciones, especialmente a la del Sutra del Loto, siendo la primera de Dharmaratsa (en 286), pero no tuvo mucha difusión, en cambio sí la tuvo la de Kumarajiva ( en 413). Este, el Sutra más importante, la corona de todos los Sutras se denomina en sánscrito Saddharma Pundarika (Admirable Ley – Loto blanco), en chino Fu-Hua-Ching ( ley-loto-sutra) y en japonés solemne Myoho-rengue-kyo (Admirable ley loto sutra) y en japonés no solemne Hokekyó.
Un párrafo aparte merecen las representaciones escultóricas chinas del Buda, tan diferentes a las del arte greco-búdico de Ghandara. Esta diferencia se debe a que en China no se representa a Gautama sino a Maitreya (Mi-ley o Mi-lo) y su vientre prominente revela la influencia taoísta, especialmente lo relacionado con Teh (de Tao Teh) fuerza de la naturaleza contra la fuerza del artificio humano, el “Wu Wei” dejar obrar a la naturaleza “llena los vientres y vacía las cabezas” (Angel Cappelletti, Lao Tse y el Taoísmo Primitivo, Sta. Fe, UNL Nro 61, 1964)

Estas escuelas pasaron por Corea por ejemplo la escuela Hwa Yen se denominará Hwaom y fue introducida por el monje Eisang (625-702).
La Escuela Shang se denominará Son (meditación) y fue introducida por el maestro Eich-ion durante la dinastía Koryo (criticaba los gastos de fondos públicos de la casa real en publicar Sutras, por lo que centraban su práctica en el apredizaje oral (Kyo) y la meditación (Son) (Meditación de la nueve montañas).
La Escuela de la Tierra Pura dio la base moral durante el período del reino de Silla y en sus templos se observa a la trinidad : en el centro Mahavairocana ( en coreano- Taeil Yorae, en chino Omi-To- Fu , de Amithaba) símbolo de la luz; a la izquierda, Avalokitesvara (en coreano – Kwanum Posal , en chino Kwan -Yin) símbolo de la compasión; y a la derecha Manjusri ( en coreano Munsul Posal , en chino Ta-Shih-Chi, la infinita fuerza) símbolo de la sabiduría.
Otros monjes eruditos que se destacaron fueon Po –U que dio origen a la filosofía Tonghak, y sobre todo Won Hyo (617-686) que luchó incansablemente contra la rigidez y el monopolio aristocrático, sistematizó e integró las distintas doctrinas creando una filosofía práctica para la gente común.
Con el advenimiento de la dinastía Choson (1392-1910) se adoptó el neoconfucianismo como religión del Estado y se oprimió al budismo que se recluyó en las montañas.

Las cinco escuelas Chinas que pasaron a Japón fueron: (Wing-Tsit-Chan, historia del la Filosofía China, Breviaros del FCE, Mexico, 1954, p.99 y ss.)
1- Hwa –yen (Escuela de la verdadera naturaleza) (En Japón se llamará Kegon) (Circa 600). Basada en la causación universal (Totalismo) donde todo es armónico y sin obstáculo
2- Escuela de la Tierra Pura (Tsing-Tu) (En Japón se llamará Jodo) (Circa 300).
3- La Escuela Shang (En Japón se llamará Zen), Fue llevada a Japón en el S. XII por el monje Yeisai (1141-1215). Y desarrollada gracias al celo del monje Dogen. Se transmite de pensamiento a pensamiento, por ello no hay nada escrito. Por ello D.T. Suzuky habla de cualquier cosa menos de Zen.
4- La escuela Mantrayana (que en Japón se llamará Shingon – Palabra Verdadera) (Circa 300). Más que un sistema filosófico es una religión mística. Sostiene que el universo es el cuerpo del Buda.
5- T’ien T’ai ( en Japón se llamará Tendai) (Circa 580)

El Buda Shakyamuni predijo el carácter cambiante de la ley y la condición de vida que puede ser alanzada a través de la práctica durante cada período de 500 años después de su muerte: el 1º - Era de la Iluminación donde alcanzaban tal estado los discípulos del Buda histórico, por ello se conoce a este budismo como el budismo de la cosecha.
2º -Era de la Meditación: no podrían alcanzar la iluminación pero sí estados elevados de vida a través de la meditación.
3º - Era de Recitar, leer y escuchar, la practica consiste en leer los Sutras.
4º - Era de la construcción de Templos y Stupas, por estas buenas causas se podían obtener beneficios.
5º - Era de ocultamiento de la ley y de conflictos, donde perdería totalmente eficacia la enseñanza de Shakyamuni, pero en tal época, predijo que haría su advenimiento el Buda Original que siembra la semilla de la budeidad ( a este se lo llama el budismo de la siembra) y propagará la ley budista por todo el mundo.
Los eruditos T’ien T’ai y Dengyo advirtieron las diferencias entre las épocas de Shoho, Zoho y Mappo, los dias primeros e intermedios de la ley y los últimos días de la ley.
Las enseñanzas de Shakyamuni se impartieron de acuerdo con la capacidad de la gente, en la Era de Mappo la enseñanza es impartida sin importar la capacidad de la gente, sino a la capacidad del Buda.
Cumpliendo con esta profecía el 16 de febrero de 1222, en una villa de pescadores en Kominato (Japón) nació Nichiren Daishonin quien vino a demostrar con su propia vida el cumplimiento de la profecía. De este modo estableció la práctica para esta época y para toda la humanidad.

Llegado a este punto, es el momento apropiado para entregar la palabra al Reverendo Shudo Ijiri para que nos dirija en esta primera exploración de un tema del budismo de hoy: El Karma. A todos los presentes muchísimas gracias por su paciente atención.

Artes Marciales y Filosofía


LOS ORIGENES DEL PENSAMIENTO FILOSOFICO
EN LAS ARTES MARCIALES

En primer lugar me gustaría aclarar algunos términos, ya que la mayoría de las confusiones derivan de interpretar de modo distinto palabras que nos parecen comunes.
Creo que estaríamos de acuerdo si para expresar un rasgo común a todas las artes marciales dijera que son “disciplinas con un alto contenido normativo”, si entendemos con esto que son actividades pletóricas de reglas.
Incluso en cada movimiento técnico importa más la forma (dictada por la norma) que la efectividad.
También podemos aclarar con esta característica mencionada cierto “contrasentido” del que se nos acusa infundadamente a los practicantes de artes marciales, que tratándose de sistemas de defensa personal, ante un ataque no hay que usar las técnicas aprendidas. Al menos esta conducta es la que se espera de un buen artista marcial.
Resolver esta aparente contradicción nos lleva a caracterizar el tipo de normas que abundan en las artes marciales.
Creo que ni siquiera es necesario aclararlo, la gente común lo sabe, por eso confían sus hijos a nuestro cuidado para que los formemos dentro de este “tipo” o “modelo” de artista marcial que dedica su vida entera a practicar una serie de técnicas para derrotar a cualquier adversario, y ante la primer oportunidad de usarla justificadamente porque es insultado u ofendido o incluso agredido físicamente, no responde.
Todos saben, sin necesidad que nadie lo explique que esa conducta se debe a que el contenido de las reglas éticas o morales de las artes marciales están por encima de la autoestima, del honor e incluso de la seguridad física del artista marcial.
¿Estamos de acuerdo?
¿ Me permiten decir, entonces que las artes marciales se caracterizan por ser “disciplinas con un alto contenido normativo de orden moral”?
Bien, es un alivio que estemos de acuerdo ya que preparé el resto de mi exposición presuponiendo que íbamos a estar de acuerdo.

Ahora tenemos en las manos una madeja bastante abultada de normas morales y debemos comenzar a analizarlas iniciando esta tarea en algún punto.
Ese lugar que tomemos como punto de partida es arbitrario, puede ser cualquiera, y si en esta oportunidad los consultare probablemente tardaríamos bastante en ponernos de acuerdo, de modo que tomaré un término para comenzar a desarrollar mis argumentos, y en esto seguiré, como los detectives, a mi instinto.
Mi instinto me dice que será muy interesante para ustedes que les presente a un estudioso, su nombre es Salomón Reinach, y es una autoridad que no puede ser dejada de lado en cualquier trabajo científico que pretenda tener visos de seriedad, tan indiscutida es su autoridad. Pero no voy a presentarles la figura de Reinach sino que voy a presentarles su teoría.
Este autor comienza analizando un término, una palabra, que se encuentra íntimamente ligada a nuestra investigación, a las normas morales; tanto que podríamos identificarla como “el conjunto de las primeras normas morales”. Si pensamos en un pueblo primitivo, en el hombre pre-histórico, creo que estaría bien decir que el primer “sistema de normas morales” se identifica con una palabra: esta es “religión.
La mayoría sostiene que el término religión deriva del latín “religare” – atar ­– como si se tratase de la ligazón entre la deidad y el hombre. Y esta definición inexacta es la que ha cobrado mayor vigor y de haberlos interrogado seguramente todos ustedes hubieran contestado de esta manera, como yo lo hubiese hecho también .
Esta definición se adapta perfectamente para señalar una religión teísta, pero preguntémonos ¿ con quién se ligan los que practican religiones que, como el budismo, el taoísmo, el confucionismo, no son teístas ?.
En este caso debemos pedir auxilio a la lingüística que nos puede aclarar que el término religión deriva del latino “relegere” – cuidado meticuloso –.
Para definirlo mejor comparémoslo con su antónimo: “relegere” se opone a “neglegere” de donde deriva “negligencia” – descuido –.
Por lo tanto religión es “tener cuidado meticuloso de algo”. Ese “algo” es el elemento que estamos buscando, que debe ser común a todas las religiones sean estéticas o teístas.
Dice otro destacado autor, Juan Marín.(2) que todos estos pensamientos religiosos o filosóficos no nacen espontáneamente, sino que lo hacen sobre determinado “suelo”.
Por este motivo esta charla investiga sobre los “orígenes del pensamiento”, esos orígenes serían el “suelo” del que hablamos.
De entre todos ellos, buscaremos uno en particular, que es el del pensamiento que influyó en la zona, por llamarla de alguna manera, de donde derivan las “artes marciales”, es decir de China, Corea y Japón.
Si bien la evolución de la humanidad suele cumplir las mismas etapas, son diferentes en China porque esta se desarrolló en forma estanca, sin influencias extranjeras.
El primer rasgo interesante que menciona Reinach es el de “los escrúpulos de no matar a los de su propio grupo” de haber limitado, el hombre, su apetito destructivo dentro del grupo. Estos escrúpulos, son designados por los antropólogos con el término polinesio “tabú” (que significa “sustraer del uso corriente”). Podríamos decir que muchos animales superiores presentan este escrúpulo, y que en el hombre, algunas veces falta.
Recordemos el mito griego de Cronos, dios del tiempo, que devoraba a sus hijos. Podría ser solamente una metáfora. Pero conocemos ejemplos de tribus que practican la antropofagia. También podríamos decir que en este caso nunca es contra un miembro del grupo sino contra alguien extraño. Pero tanto en uno como en otro caso lo propio es que se trata de estadios muy primitivos, de estados que solemos denominar como “salvaje” o de pre-civilización.
Pero a este rasgo, en el hombre, se agrega otro que, este sí, es único y propio de él, es lo que lo “hace humano”. Al igual que los niños, el hombre primitivo atribuye al mundo que los rodea pensamientos, pasiones y hasta formas iguales a las suyas.
Este sentimiento, que los antropólogos llaman “animismo” es muy difícil de superar, por ejemplo podríamos decir que “ha dejado huellas en nuestro lenguaje”, este es un modo animista de hablar, como si el animismo fuera un duendecillo que caminó sobre el barro del lenguaje dejando la marca de sus pies, como señala muy acertadamente Salomón Reinach (3).
Las personificaciones de la poesía son una supervivencia de tal animismo.
Este segundo elemento que señalamos, el animismo, al combinarse con el anterior, el tabú, dio origen a la separación de determinado animal o planta del resto del mundo para asimilarlo al grupo.
Esta identificación es nombrada por los antropólogos con un término que usaban ciertas tribus de indios de norteamérica: “totem” (en realidad es otam: marca o insignia)
De este modo encontramos a la primera manifestación religiosa el totemismo (culto a ciertos animales o plantas)
Este totemismo está presente en todas las religiones: así la paloma que representa al Espíritu Santo es un totem Sirio, al igual que el pez con el que se identificaron los primeros cristianos.
En el Shun-tien Cannon de Shun (último de los cinco emperadores, circa 2233 –2184 AC) del “Libro de los Escritos” hay una referencia a una Asamblea donde los nombres son altamente llamativos: Pino rojo, Oso, Tigre, Dragón de una pata. El propio hermano de Shun se llama Elefante (Hsiang).
Dice James Legge que parece una asamblea de indígenas norteamericanos. (4) Aquí es donde vemos aparecer el elemento totémico.
Tengamos en cuenta entonces esta primera concepción, con esto queremos decir “conjunto de reglas morales”, que por ser única podríamos denominar “unitaria”.

Pero hay otro elemento que nos falta nombrar para establecer una religión: es el sacerdocio.
Si el hombre no hubiese tenido freno en su desarrollo totémico, las prohibiciones o tabúes hubiesen crecido de tal manera que hubiese sido imposible de desarrollarse la civilización como hoy la conocemos, el hombre se habría paralizado así mismo.
Dice Reinach: “el origen de estos escrúpulos religiosos no es ciertamente racional; hijos del miedo, fruto de generaciones prematuras y de asimilaciones arbitrarias, como las que a diario hacen los niños, los tabús son abundantes y rigurosos. La idea cara para el siglo XVIII, del salvaje libre y emancipado de toda sujeción, es irreconciliable con los datos más elementales de la etnografía. El salvaje libre de Rousseau no es un verdadero salvaje; es un filósofo que se ha desnudado” (5)
También se equivocaron los pensadores del siglo XVIII (especialmentee Voltaire y Rousseau) al considerar a los sacerdotes como embaucadores y oportunista (aunque los de su época lo fuesen).
Sin la labor de codificación de los tabúes, el hombre hubiese quedado atrapado en una red de prohibiciones que abarcarían desde la alimentación, el matrimonio, la educación de los hijos, la higiene, el destino de los cadáveres, etc., etc.
De esta labor de codificación derivan los códigos de Hammurabi, y los Vedas.
Y de allí, todas las reglamentaciones.
En la mayoría de las civilizaciones encontramos por separado el poder religioso, permítaseme decir el poder normativo moral, del poder militar, permítaseme decir el poder normativo político. El primero se ocupa de la vida del individuo en relación con las fuerzas del cosmos, por ejemplo si viola o no un “tabú”, además de regular la vida de relación dentro del grupo, es decir el matrimonio, la paternidad; mientras que el segundo trata de la vida del individuo con sus vecinos, que son de otro grupo; regula las “relaciones exteriores” diríamos usando un lenguaje moderno, la política, el comercio, el derecho.
Nuestra herencia greco-romana favorece nuestra comprensión de estos dos ámbitos perfectamente separados. Pero en China, y su zona de influencia se da una característica particular.
También aparecen dos funciones claramente separadas: C’hu, referida a los asuntos celestiales y Ch’e, referida a los asuntos terrenales; pero ambas funciones en lugar de mantenerse por separado, muy tempranamente se mezclaron y encontramos rasgos de cada una de ellas en todas las escuelas de pensamiento chino.
De modo que, aquello que en occidente regula la religión, en oriente es regulado por una “Escuela de Filosofía”. De modo que la filosofía o pensamiento, como me gusta mas llamarla, en oriente no sólo es una “concepción del mundo” sino que es “una forma de vida”.
Entendamos por “una forma de vida” un complejo sistema de preceptos religiosos, morales, y de derecho común y de los que hoy llamaríamos de “derecho internacional”.
Muchas civilizaciones detienen aquí su evolución, o si bien dan algunos pasos más en su evolución, el poder del sacerdocio es tanto que los hace retroceder hasta esta primitiva etapa dejándolos “fijados” en los asuntos celestiales y permitiéndoles sólo el progreso en los asuntos terrenales. Así sucedió en el Antiguo Egipto, en la Grecia Arcaica y su zona de influencia (Mesopotamia e India). Y de allí viene nuestra herencia.
Pero esto no sucedió en China, el pensamiento se siguió desarrollando, y seguir su evolución representa para nosotros un esfuerzo intelectual gigantesco, ya que por nuestra limitada formación tendemos a simplificar todo y a compararlo con esa etapa primitiva “monista” o “unitaria”.
Para ejemplificar esto los primeros maestros de pensamiento chinos decían a sus discípulos “si tu vaso está lleno ¿ cómo puede contener más ? , es preciso vaciarlo primero”. También conocemos la anécdota del maestro Zen que llena, hasta rebalsar, la taza de té del alumno, con la misma intención.
Ya estamos advertidos, de modo que hagamos ese esfuerzo intelectual de no comparar el pensamiento chino con nuestro limitado pensamiento “occidental y cristiano”

Cuando se produce la revolución del Neolítico, el paso de recolector de alimentos a productor de alimentos, se agregará al culto totémico o de las fuerza celestiales, el culto a la tierra.
Este doble culto al cielo y a la tierra, obedecen a la antinomia principal macho – hembra, que se pone de manifiesto en los festivales de primavera donde la unión sexual era libre, dicen Granet M. y Fitzgerald, C. (6)
Juan Marín relata la costumbre de separar a los hombres (cultivadores) de las mujeres (tejedoras de seda), que ocurrió en varias culturas que adoraban a la floración o solsticio de primavera.
Así Adonis y Afrodita (Grecia), Tarmuz e Istar (Mesopotamia), Osiris e Isis ( Egipto), Atis y Cibeles (Frigia), Ormuz y Ahrimán (Irán), etc. (7)
La representación artística de los animales, en este período sigue esta dicotomía, el dragón y las aves se atribuyen al elemento cielo, masculino, yang ; el tigre y la serpiente (Naga) al elemento tierra, femenino, yin. Por ello a esta concepción se la denomina “binaria”. En ésta concepción se basan la escuelas chinas del Yin/yang.
Mas adelante aparece la concepción “trinitaria”: El “árbol del mundo”.
Del matrimonio cielo y tierra nace el hijo (atmósfera) que realiza la hazaña de separar a sus padres elevando al cielo hasta el lugar que ocupa en lo alto.
En el mito chino es Tchong-Li, Shu en Egipto, Atlas en Grecia.
Este mito es rastreado por Imbelloni en documentos mesopotámicos, textos barhamánicos, teogonía hesiódica, en el fenicio Sanjoniatón, en los códices mexicanos y en la mitología de los polinesios. (8)
Tanto chinos como coreanos representan este sostén con una columna sobre las espaldas de una tortuga y este “árbol del mundo” es eje, gnomon y camino (Tao, en chino, Do en coreano y en japonés).
La palabra Rey (Wang) se escribe con un signo compuesto de tres trazos horizontales y uno vertical, según los sinólogos representan al cielo, al hombre y a la tierra, unidos por el trazo vertical que representa al rey.
En ésta concepción trinitaria se basa el taoísmo que fundamenta su moral en el principio Wu Wei o no-acción. No se trata de un quietismo absoluto, sino de un actuar conforme a la naturaleza, conforme al Tao, sin embargo esta negación del accionar humano preparó a la mentalidad china para aceptar la negación del mundo que propuso mas tarde el budismo.
Según el Teh, virtud del Tao, el centro del Tao está inmóvil, mientras que yin y yang están en constante movimiento.
Más adelante a medida que la civilización china comienza a militarizarse, observamos que el ejército chino se distribuía en cuadrados. De allí deriva la concepción “cuaternaria”: El Cannon de Yao o de la Emperatriz Wu (9) divide al plano terrestre en los cuatro puntos cardinales, a cada punto cardinal le corresponde un color y una cualidad moral (por este motivo se llaman virtudes cardinales) : al Norte le corresponde el negro y la sabiduría, al Sur, el rojo y la honradez, al Este el verde y la bondad y al oeste el blanco y la justicia.
Cuando a ésta concepción se le agregó el centro aparece la imagen del Ming T’ang o altar del cielo, residencia para el soberano para que se estableciera en cada momento en el lugar propicio. Y por consiguiente la concepción “quinaria”.
Esta fue la concepción del confucionismo y la doctrina de los funcionarios.
Posteriormente a las cuatro direcciones terrestres se le agregan cuatro esquinas intermedias y se obtiene un octógono (Pa- Kua), y la denominada concepción “octonaria”.
Y al agregársele a éste nuevamente el centro se obtiene el Cuadrado mágico o la concepción “nononaria”.
Explorar estas dos últimas concepciones dan para mas de una charla, de modo que solamente las nombraremos, al igual que las concepciones decanaria y dodecanaria.

Todas estas concepciones influyeron en las Escuelas de Pensamiento de China. Además entre ellas se produjo un notable “sincretismo”, de modo que es normal encontrar frases de una escuela en otras de pensamiento antagónico.
Ahora es necesario hacer una pequeña referencia histórica para comprender mejor cómo se desarrollaron estas “Escuelas”.
Hacia el siglo V AC. el sistema de alianzas era insostenible y la China de los Chou desembocó en el denominado periodo de los Reinos Combatientes (481-221 AC.), caracterizado por la anarquía.
Los cinco reinos fueron Ts’i, Tch’u, Ch’in, Tsin-son y Song.
En ésta época aprece Lao Tse, fundador del Taoísmo y Kong Fu Tze , mejor conocido por su nombre romanizado Confucio, fundador del confucionismo.
El primero de ellos proponía el regreso a la vida campesina y su filosofía se centraba en la concepción trinitaria, era partidario de la dinastía Shang, derrotada por los Chou.
El segundo, en cambio, basaba su filosofía en la conducta de una nueva y surgente clase social, la de los funcionarios, y era partidario de los Chou.
El régimen los Chou colapsó en el 256 AC. Una generación después, los Ch’in habían sojuzgado a los demás estados.
En 250 AC el primer ministro de la dinastía Ch’in, Shang Yang reforma las aldeas otorgando grandes latifundios, queda toda China unida.
En esta época surgen tantas escuelas que se conoce a este período como el de “las cien escuelas”. De todas ellas sólo una vamos a investigar relacionada con las artes marciales: El mohísmo.
Oriundo del principado de Song en el Ho Nam occidental, de apellido “Mo”, y de nombre “Ti”, vivió entre los años 479 y 381 antes de Cristo. Conocido por su nombre “Mo Ti”, o por el título de su obra, libro de 53 capítulos, “Mo Tsé” (el sabio Mo) rápidamente conocido por su legendaria sabiduría. Su método de enseñanza se basaba en la meditación y la calidad de éste se verificaba mediante los “test del juicio” afín de determinar la exactitud o no de los principios enunciados.
Si Confucio confería sólo a las elites la posibilidad de ejercitarse en el Tao (Vía) y al pueblo lo consideraba incapaz de actuar de modo inteligente, Mo Ti no distinguía capacidades especiales en grupos dados, consideraba al pueblo como un todo en el que destaca el utilitarismo.
Mo Ti privilegia la filosofía política, en particular, las cuestiones referentes al poder del estado. Se constata que en los dos siglos que separan a Confucio de Mo Ti, la filosofía ha transitado desde la ética hacia la política, y la vía para el perfeccionamiento humano ha dado paso al dominio de la conducta de los hombres.Ambos filósofos privilegian el bienestar general por sobre el bienestar personal.
Es de hacer notar que ya con anterioridad la relación maestro discípulo era considerada en importancia menor que la relación soberano, súbdito; pero mayor que la relación padre, hijo. De allí que el ingreso a una escuela fuera altamente riguroso y que tal ingreso fuera en forma de “internado”. La formación del discípulo llevaba muchos años. Y la relación con el maestro, incluso una mirada, era un premio que tardaba en llegar.
Lin Yu Tang escribe al respecto en “La sabiduría china” (1959): "Yo caracterizaría las ideas confucianas, en su parte política, como anarquismo estricto, en las que la cultura del pueblo, haciendo el gobierno innecesario, se transforman en un ideal. Si se pregunta porqué los moradores de Chinatown en Nueva York, no han tenido nunca necesidad de policía, la respuesta es: el confucianismo. Nunca existió policía en China durante cuatro mil años. El pueblo había aprendido a regular sus vidas socialmente y a no confiar en la Ley. La Ley era el refugio de los pícaros".(10)
Gracias al “Mo Tse” y otras fuentes de la época, sabemos que los Mohístas tenían una organización disciplinada a semejanza de la doctrina militar. Este hecho no sorprende en lo más mínimo si se tiene en cuenta que la escuela Mohísta o “Mo Kia” provenía de la caballería.
Entre ellos se encontraban antiguos maestros de armas de clanes feudales que poseían técnicas secretas desde los combates de cuerpo a cuerpo hasta combates con espadas, picas, palos, manos desarmadas, así como en el manejo de carros de guerra.
Mo Tse les propuso entonces reunir estos diferentes conocimientos y mediante sus test de juicio, codificar los métodos (hecho sin precedente en la historia china de las artes marciales).
Conjuntamente estableció un código muy estricto del caballero – Hie To – que diera origen posteriormente en el Japón al Bushido y en Corea al código moral de los Hwa Rang. Su método de enseñanza hacía hincapié tanto en el progreso de la virtud moral como en el de la agilidad y destreza física.
Su enseñanza hacía hincapié en la frugalidad, que honraban a los tres ancestros y a los cinco hombres experimentados, confirmando así su voluntad en seguir el principio de la continuidad de transmisión ancestral del saber.
Su gran empeño era el Kien ngai, el amor universal. El opuesto no es el odio, para éste filósofo el odio no existe, su opuesto es el amor parcial. Sostiene que incluso el peor de los delincuentes puede amar a su esposa y a sus hijos, o al menos, amarse a sí mismo. El remedio para todos los males es que cada ser humano extienda su círculo de amor.
Mo Tse decía: “mi discípulo es aquel que aprecia tres cualidades y se atiene a ellas: la caridad, la simpleza y la humildad.
Condenó las guerras de agresión y conquista y sólo justificó las guerras defensivas.
Y también condenó el asesinato, justificando solamente la muerte producida sin intención, como por ejemplo la del soldado que asume el riego de perder la vida en batalla.

El propósito de esta charla fue el desembarazarnos de cualquier tipo de misticismo que pueda envolver a las artes marciales. Saber que todo se trata nada más y nada menos que de la evolución del espíritu humano, de su desarrollo. Y me gustaría terminar esta charla citando a un querido profesor para que su mensaje, nos impulse a todos y cada uno de nosotros a seguir en el camino de la difusión de las artes marciales, pero sin misticismos ni misterios, de una forma pedagógica y científica, ya que en nuestra sociedad somos de los pocos que pueden difundir el pensamiento de oriente, ya que no se estudia con seriedad en las carreras universitarias de nuestro país.
Decía Angel Cappelletti respecto de la indiferencia con que se considera a las culturas de oriente, que con tal desinterés “nos mutilamos conscientemente de media humanidad, tal como sucedió con el voto universal, declamado por todos pero, con medio género humano fuera de él, el género femenino” (11)


1. Angel Cappelletti, Filosofía Argentina del Siglo XX, UNR Editora, Rosario, p.179
2. Juan Marín, Buda o La Negación del Mundo, Espasa Calpe, Bs. As. 1954,p.51
3. Salomón Reinach, Orfeo, Historia General de las Religiones,p.19
4. Herbert Franke, El Imperio Chino, Siglo XXI Editores, Mexico, 1985, p.12.
5. Salomón Reinach, Op.Cit.,p. 31.
6. George Thompson, Los Primeros Filósofos, Siglo XX, Bs.As.,1975, p.74.
7. Juan Marín, Lao Tse o el universismo mágico, Austral, Bs.As., 1952, p.64.
8. Marcel Granet, La Civilización China, la vida pública y la vida privada, UTHEA, México, 1959, p.248.
9. Angel Cappelletti, Lao Tse y el taoísmo primitivo, Separata de la revista de la Universidad de Santa Fe, Nro.61, Santa Fe,1964, p.25.
10. Cfr.Lin Yutang, La Emperatriz Wu, Ed .Sudamericana, Bs. As. 1957, p.144.
11. Angel Cappelletti, Filosofía Argentina del Siglo XX, UNR Editora, Rosario, p.179


articulo revista Do - mayo 2007

EL TAOÍSMO PRIMITIVO

La Filosofía de ésta escuela no trata de un compendio de “conocimientos”, de una doctrina, sino que trata de una “experiencia” de allí el nombre de Tao o Do, camino.
Los maestros taoístas denunciaron los males de la civilización y preconizaron la vuelta a la vida primitiva campesina.
Pusieron su acento en la vida natural y no en el accionar del hombre.
Fundamentaron la doctrina del no hacer Wu-Wei en “una oscura metafísica” según dice Orta Nadal (1); en “una sencilla vida del tipo estoica o espartana”; “no de inacción sino de acción espontánea”, según Wing-Tsit Chan (2)
Para un mejor decir, Wu Wei es actuar conforme a la naturaleza, conforme a las mutaciones que impulsa el constante devenir, y no el actuar del hombre vulgar, que al intentar en vano detener el cambio constante sufre infortunio, tacha y vergüenza (tres efectos negativos derivados de la ausencia de frutos por parte de la naturaleza, de la sociedad y de la propia conciencia, respectivamente).
Desde el punto de vista metafísico el taoísmo está abierto al infinito e identifica todo con el Principio (Tao) o principio racional del universo. Por lo tanto se trata de la contemplación pasiva de la naturaleza y la identificación con el Principio, no coincidimos con Marín, quien habla de una identificación con la naturaleza. Este autor cree que se trata de una especie de “animismo” o “panteísmo”, (3) por el contrario, creemos que se trata de un verdadero “monismo”. Y en lo que respecta a la naturaleza, sólo cobra importancia ética ya que metafísicamente es irreal, sólo el Tao es real.
Coincidimos con Adolfo Carpio en que al taoísmo no le interesa el individuo más que para incorporarlo a la totalidad social o universal; no le interesa la verdad personal, ni la fuente del conocimiento; desprecia la literatura, y la educación de la clase de los funcionarios; no le importan las ideas abstractas, y no tiene necesidad de designar al sujeto. No es su objetivo informar correctamente, es mas importante la belleza estilística y su claro objetivo es dirigir las conductas.
La realidad no puede ser nombrada, sólo aludida, es por ello que el estilo literario es más cercano a lo poético que a lo racional; lleno de aforismos, símbolos, figuras, narraciones y leyendas. Sus expresiones se basan en la analogía y el contraste de los opuestos.(4)
Coincidimos con Marín al decir que “Lao Tze sensibilizó a la China para el Budismo, su enseñanza era mística y de fuerte afirmación del mundo pero con su crítica al accionar humano (negativismo, no acción) se anticipó a la negación del mundo del budismo”(5)
De Chuang Tszé dice: “ puede colocarse a la cabeza e una cadena de pensadores que, pasando por Platón, Dionisio el Areopagita, Meister Eckhardt y Jacobo Böhme, vendrían a desembocar en Hegel y en su metafísica dialéctica.” (6)
Desde un punto de vista psicológico el taoísmo es un tipo de pensamiento introvertido y extremista. Algunos eruditos lo comparan con el pensamiento de Nietzche o de Berard Shaw (7).
Compartimos a medias esta observación del Profesor Cappelletti, ya que Friedrich Nietzche (1844-1900) alzó su voz no sólo contra el positivismo de su época, sino también contra el naturalismo, en especial en sus llamados segundo y tercer período (1877-1883) donde exalta la figura humana y elabora la doctrina del Superhombre.
Quizás encontremos un mejor referente en el italiano Roberto Ardigó (1828-1920) creador de un positivismo naturalista. O en el inglés Herbert Spencer (1820-1903) quien elevó la teoría de la evolución de un campo unitario a toda la realidad. Menciono a estos dos autores porque hicieron un importante aporte a campo pedagógico, y presumo que por ello son mas conocidos que otros filósofos que sólo escribieron para eruditos de su propio campo.
Pero sólo un autor merece compararse a la doctrina taoísta; en toda su concepción es taoísta, en la crítica social, en la defensa del campesino y en la ética fundamentada en una religiosidad colectiva y natural. Me refiero al ruso León Tolstoi (1828-1911).

(1) Ricardo Orta Nadal, La Intuición Espacio y Tiempo en la Tradición cultural China, Anales de Arqueología y etnología, T XIX, Mendoza, 1964, p. 120.
(2) Wing-Tsit Chan, “Historia de la Filosofía China”, en “Filosofía de Oriente” , Breviarios del Fondo de C. E., Méxxico, 1954,pp. 65 y ss.
(3) Juan Marín, Lao Tze o el universismo mágico, Austral, Bs.As., 1952,p.28.
(4) Adolfo P.Carpio, El Tao Te King de LaoTse, Ed. Sudamericana, Bs. As., 1957, p. 9 y ss.
(5) Juan Marín,Op.Cit.p.21
(6) Idem, p. 93
(7) Angel Cappelletti, Lao Tse y el Taoísmo primitivo, Separata de la Revista de la Universidad de Santa Fe, Nro 61, Santa Fe, 1964, p.25.

Pensamiento y lenguaje

A D U N A T A (Retórica y pensamiento)

"Sobre lo alto de una vieja torre
una serpiente desgarra a un buitre..."
Teófilo de Viau.

Siguiendo a los autores tradicionales respecto del lenguaje, podemos decir que la lengua es discurso, razón y logos.
No se concibe el pensar sin lenguaje. ¿Es la estructura de la oración la que reproduce la estructura del pensamiento, o es el pensamiento estructurado desde el orden del lenguaje?
Se nos plantea un interrogante de orden filosófico.
Retórica contra Dialéctica no es Aristóteles contra Platón, como algunos autores quieren señalar.
“Platón fue transmitido parcialmente por San Agustín y alimentó, en el siglo XII, a la escuela de Chartres (escuela literaria opuesta a la escuela de París, (lógica, aristotélica) y a la Abadía de Saint - Victor). En los siglos XV y XVI se desata una intensa lucha contra Aristóteles en el nombre de Platón, exponentes de ésta son Marsilio Ficino y Giordano Bruno)" (1)
La verdadera cuestión no la encontramos después de haber sido cristianizada la retórica. Ni en su lucha por imponerse dentro del "trivium". El problema es anterior al medioevo. Es Mito contra Razón; paganismo contra catolicismo en la Edad Media, posmodernismo contra modernidad hoy. Clara prueba de aquello es que Donato, es colocado en el cielo, por Dante; en cambio, Prisciano, en el séptimo círculo del infierno. Pero aún así es reputado como gran sabio. Hoy son rescatadas figura como Gorgias y Protágoras.
Seguir un camino diacrónico de la lucha entre mito y razón, fácil de encontrar en cualquier texto de introducción a la Filosofía, nos alejaría del problema central: el lenguaje.
Intentar un viaje similar al anterior desde Gelon e Hieron (tiranos sicilianos 485 A.C.), a través de los tratados de retórica, tampoco nos llevaría a buen puerto. No sería más que un mero ejercicio de "disputatio".
La muerte de la retórica se produjo, y se mantiene, en la "creencia" (evidencia según Barthes) de que los hechos, las ideas y los sentimientos se bastan a sí mismos y prescinden del lenguaje; lo usan sólo como instrumento.
Estos viajes, virajes, parcializaciones, son las que dan una falsa idea al perder de vista el todo. Tal como ciegos que tocaron por primera vez a un elefante: el que tocó la cola dijo ­­- es una serpiente; el que tocó la pata, - es un árbol; el que tocó el cuerpo, - es un inmenso tonel; el que tocó la oreja, - es una cortina. Del mismo modo, en parcializaciones sin fin, los lingüistas se expresan: "instrumento de comunicación", "instancia de la subjetividad", "géneros discursivos".
Sin ampararme en una falsa "excusatio propter infinitatem", debo decir que no me encuentro a la altura de los autores que han tratado esta cuestión. Pero haré igual que el lego que ve al mecánico armar un motor y observa que sobran piezas, por ello puede decirle que ha trabajado mal.
Del mismo modo analizaré las piezas que sobran, las que quedaron fuera del estudio de los autores.

La retórica
Prescindiendo de lo que algunos autores denominan proto-retórica y comenzando con la creación del género "epidictico", pasaje del verso a la prosa, donde metro y música son reemplazados por un código: palabras de una misma consonancia, asonancias, aliteraciones, etc.; se abre una perspectiva paradigmática.
Es el ingresar a la red paradigmática, lo que permitirá establecer relaciones psíquicas, como la condensación y el desplazamiento suceden en el sueño; u otro tipo de relaciones entre el lenguaje y las pulsiones.
Lamy dirá, hablando de las figuras retóricas, "habrá tantas como síntomas" y ensayará una clasificación: " elipse: pasión violenta, habla tan rápido que la palabra no puede seguirla.; repetición: el hombre apasionado gusta repetirse, como el encolerizado da repetidos golpes; hipotiposis: presencia obsesiva de objeto amado; epanortosis: el hombre apasionado corrige su discurso para aumentar su fuerza; hipérbate (inversión): la emoción trastoca el orden de las cosas, consecuentemente el orden de las palabras; distribución: se enumeran las partes del objeto de la pasión; apóstrofe: el hombre emocionado se vuelve hacia todos lados buscando, por todas partes, socorro; etc." (2)
Si alguna vez se perdió de vista la relación entre la expresión hablada y la pulsión fue porque la retórica fue "empequeñecida por el triunfo de los lenguajes castradores, gramática (recordemos la lima y el cuchillo de Marciano Capella) y lógica" (3) por haber sido derivada hacia lo inesencial, a lo ornamental.
Cuando más adelante hablemos de la " disputatio " comprenderemos mejor su difusión y aceptación, si comprendemos las profundas conexiones psíquicas entre el juego y la disputa.
No sólo podemos remitir a Freüd, en "Psicopatología de la vida cotidiana", donde trata del chiste, de los actos fallidos, del olvido de nombres propios y palabras extranjeras. También Barthes señala en " Sentido neurótico de la disputatio" que " el silogismo es el arma...los dos antagonistas son dos verdugos que tratan de castrarse uno al otro...Por lo viva la explosión neurótica debió ser codificada, la herida narcisista limitada: se transformó en deporte a la lógica..." (4)
Concluye diciendo: " La disputatio ha desaparecido, pero el problema de las reglas (ludicas, ceremoniales) del juego verbal se mantienen: como discutimos hoy en nuestros escritos, en nuestros coloquios, en nuestras reuniones, en nuestras conversaciones y hasta en las " escenas " de la vida privada ". (5).
Es muy significativo que el autor mencione dos aspectos claramente diferenciados: el lúdico y el ceremonial. Desde el mito diríamos que uno es el pálido reflejo del otro.
En la Magia, en los rituales, aparece siempre la "palabra justa", que es oculta, la palabra mágica, la clave. En el pensamiento lógico se transformará en el "ábrete sésamo" o en el "abracadabra" de los cuentos. Lo incorporará el niño en forma lúdica, y el adulto lo menciona en broma, pero lo menciona.
Permítaseme, a modo de ejemplo, o por cualquier otra excusa, jugar un poco: cuando Jesús dijo " Eli, Eli, Iamma sabachtani" (Padre, Padre, ¿me has abandonado?) nada le pregunta al Padre. Al contrario, ante la muerte no duda; parafrasea al profeta Elías. De este modo da por cumplida la profecía, demostrando que Él era el esperado y ese su fin y su principio. Es propio de la naturaleza del Mesías no tener dudas. Es ese su "modo essendi", otra interpretación es un error "in intelligendi".
Los antiguos concebían al lenguaje con una base pura, desnuda, y otra (retórica) de colores, flores, luces, que se ponen "para evitarle al pudor el embarazo de una exposición demasiado desnuda", decía Quintiliano.
Lamy señalaba que las figuras son "los morfemas de la pasión", así: la exclamación corresponde a la afasia emotiva; la duda, a la tortura de las incertidumbres de la conducta; la elipsis, a la censura; la paraelipsis, al placer de herir; la hipotiposis al "fantasma interior".
El lenguaje es natural porque las pasiones están en la naturaleza humana y secundario porque las normas sociales exigen que las pasiones sean distanciadas y ubicadas en la región de "la culpa" (6)
Pero de todas estas notas, ¿cuáles son las faltantes?, ¿cuál es la "pieza que sobra"?. Hablamos de la relación con la psiquis, y si la respuesta pudiéramos encontrarla allí, deberíamos ceder el puesto a la Psicología; pero buscamos una respuesta desde el lenguaje. ¿Dónde se encuentra el dominio del mismo y de la retórica de la que hablamos? : en el dominio de las artes.

Las Artes:
La retórica medieval se caracterizaba por el dominio de tres artes: los sermones (sobre la virtud), el arte epistolar y el arte poético.
Podemos extractar un principio común a todas las artes: LA PROPORCION.
Reinolds decía que todos debíamos someternos a reglas; estas reglas no son cadenas para el genio; son cadenas sólo para quienes carecen de él, "como la armadura, ornato y defensa en los fuertes, es una pesada carga para los débiles, a los que abruma en lugar de proteger".
La belleza de la forma, la expresión del intelecto y del espíritu se halla bajo el dominio de reglas.
Los antiguos maestros de todas las artes crearon sus obras inmortales agrupando armónicamente todos sus elementos.
Lo que aparenta ser resultado de la intuición, fue en ellos producto de una elaborada concepción. Esto es indiscutible, si bien puede suceder que el artista no tenga conciencia de las estructuras lineales y centro focales, sin dudas éstas cualidades les fueron dictadas intuitivamente por impulsos inconscientes que le marcaban un orden, pero como conocían a la perfección la ciencia y reglas de su arte, el inconsciente ordenó todos los elementos de su obra.
De éste modo, si el artista estudia y conoce las reglas, alcanza a percibir los ritmos armónicos, y puede pintar, esculpir, componer música, ejecutar música, etc., respetando los postulados de la PROPORCION y creando arte.
Los Modistas estructuran a la lengua desde el "constructible", privilegiando la sintaxis sobre el semantema; estructura ésta que está garantizada por la estructura del ser (modi essendi) y por la de la mente (modi intelligendi), se plantea así que hay una GRAMMATICA UNIVERSALIS (en todas las lenguas, aunque puedan variar los accidentes). No es pues el gramático quien descubre la gramática, es el filósofo, mediante el examen de la naturaleza de las cosas, el que descubre a la gramática. Y ahora, podríamos agregar, es el artista, el que conoce la relación de proporción.
Pascal dirá que " el orden del discurso no tiene caracteres intrínsecos (claridad o simetría), depende de la naturaleza del pensamiento, a la que debe conformarse el lenguaje para ser correcto". Por supuesto que a Pascal debemos la Anti-retórica del humanismo moderno; es claro que se exprese de este modo, en cambio, tratamos de demostrar lo contrario apelando a la Proporción.

QUÉ ES LA PROPORCIÓN
LA PROPORCIÓN es conocida desde tiempo de los egipcios, no fueron ajenas a ellas las culturas griega y romana. Los góticos tuvieron sus cánones y los renacentistas no fueron los últimos en respetar esos ritmos armónicos, que también encontramos en obras orientales.
Hace 25OO años el escultor griego Policleto esculpió el famoso Dorífero, que en la actualidad puede observarse en el Museo del Vaticano, siguiendo una misteriosa fórmula matemática, dando como resultado una obra considerada la más bella en estética. El Dorífero es considerado el exponente más perfecto de la belleza masculina.
También Teodoro y Telecleo, siguiendo esta misteriosa fórmula, esculpieron, en distintos lugares de Grecia, y sin ver lo que el otro hacía, una mitad cada uno de una estatua dedicada a Apolo. Finalizado el trabajo y al reunir las dos partes coincidieron perfectamente como si hubiesen sido esculpidas por el mismo artista.
Éstos relatos de Plinio El Viejo, complementados por la versión de otros autores como Euclides, 2OO años más tarde, determinan que estos artistas, tomando como unidad o referencia la longitud del dedo medio de la mano habían establecido una serie de proporciones para las otras partes del cuerpo en relación con esta unidad.
Muchas otras medidas fueron tomadas, como caras, cabezas, pies, lo que indica que todas están en relación de proporción: EL TODO Y SUS PARTES MAYORES Y MENORES GUARDAN UNA RELACION QUE PUEDE EXPRESARSE EN FORMULAS MATEMATICAS.
Fórmula es el modo de expresar una cosa existente con términos y procedimientos preestablecidos. La fórmula sólo explica una cosa existente en la naturaleza en un lenguaje comprensible para quien lo entiende, según se trate de símbolos químicos, físicos, matemáticos, mágicos, astronómicos, etc..
Por ejemplo, la ley de gravedad enunciada por Newton, sólo expresa un fenómeno existente y lo compara con partes más comprensibles y en un lenguaje comprensible para físicos : "Los cuerpos se atraen entre sí en razón directa de sus masas y en relación inversa del cuadrado de sus distancias".
Para conocer algo se lo debe comparar en proporción y así lo expresa Kepler al enunciar: "Los cuadrados de los tiempos de las revoluciones de los planetas alrededor del Sol son entre sí como los cubos de sus distancias".
Las fórmulas no sólo alcanzan lo visible, también lo abstracto, lo encontramos en la geometría de Pitágoras: "en un triángulo rectángulo el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma del cuadrados de sus catetos"
Es fácil comprender que la fórmula expresa algo que existe, y si bien la forma de comprobación pueda tener más de una alternativa, el resultado, la fórmula, es siempre el mismo. Vale decir que la fórmula es una sola, la fórmula preexiste antes de ser enunciada.
Todo el universo puede ser expresado en fórmulas, lo visible y lo invisible, lo mensurable como lo inmensurable, lo concreto y lo abstracto, siendo lo visible la resultante de lo que hay de invisible, como un iceberg que exhibe una parte proporcional del total, manteniendo el resto bajo la superficie.
TODO ES UNO MANIFESTÁNDOSE EN INFINITAS FORMAS. HABIENDO EN CADA COSA PARTES PROPORCIONALES DE LAS QUE HAY EN LAS DEMÁS.
Ahora se nos plantea la cuestión si el orden es creado o creador, y encontraremos autores de uno y de otro lado.

El orden
"La inventio", es un descubrir y no un inventar, es un encaminarse "via argumentorum" con la certeza de que lo espontáneo, lo ametódico no produce nada.
Pero ¿cuál debe ser el método, la guía de esa vía que asegure se trata de la "via regia" y no de un camino equivocado.?
Dejaré de lado las "pisteis atejnoi" (pruebas externas), propias de lo judicial, y tomaré las "pisteis entejnoi" (pruebas dentro de la tejne).
Para argumentar "exemplum" (pasar de lo particular a otro particular vía el eslabón implícito de lo general), ya se trate de "fábula" (composición de acciones) o de "parábola" (comparación corta ) o de exemplum "real"; tanto como para argumentar con la "imago" (figura ejemplar) es necesaria una gran "cultura general". Es este aspecto el que ha hecho de la retórica una práctica de la cultura burguesa.
Además se nos plantea el interrogante de si se trata de un fenómeno cultural o natural. ¿Existe una ideología (dicho en su sentido más estructural) de la forma. ?
El mismo "entimema" no es sino un silogismo incompleto, acortado, pero es acortado en partes, porque las otras partes se " conservan en la mente " (enthymo). Lo cual vuelve a llevarnos al punto anterior de la necesidad de un vasto conocimiento.
El entimema es un silogismo perfecto en la mente, sólo esta acortado en el lenguaje, es un accidente lingüístico.
Otro tanto sucede con la "máxima" que no es sino un silogismo abreviado elípticamente al máximo.
El placer (vuelta a las referencias psíquicas ) de utilizar entimemas, de descubrir acertijos, criptogramas, palabras cruzadas, es un rasgo narcisista que además puede cultivarse con beneplácito social. No sólo dará status sino que nos acercará a las soluciones de los misterios (Edipo resolvió el misterio de la Esfinge de Tebas ).
No sólo encontraremos una red ordenada en el orden paradigmático; también en el sintagmático, en el arte de elegir las figuras dentro del sistema de figuras.
Es la figura la separación existente entre el signo y el sentido ( res y verba ­- significado y significante) ES UN ESPACIO INTERIOR DEL LENGUAJE.
El espacio de la figura hace que el lenguaje sea un algo continuo, sin lagunas todo lleno de figuras que no admiten traducción so pena de perder la propia calidad de figuras; aún en los casos más inverosímiles se encuentra de inmediato la figura: "la catacresis" (tropo forzado) como por ejemplo "brazo del sillón". Y no solamente llena las lagunas del idioma, sino también las de las emociones, como en el caso de " las descripciones " (que refuerzan la definición ).
¿De dónde proviene la sobrecarga de sentido de la figura que va mas allá de la expresión literal ?
La expresión literal no es más que una "denotación", en cambio, la figura es una "connotacion", la parte designa al todo (sinecdoque).
En la modernidad sólo quedan los "signos de la literatura", como dice Barthes, que organizan el lenguaje literario como una segunda lengua. No se conserva de la vieja retórica el contenido, sino la forma, "la idea paradojal de la literatura como un orden fundado sobre la ambigüedad de los signos, sobre el espacio exiguo, pero vertiginoso, que se abre entre dos palabras del un mismo sentido, dos sentidos de la misma palabra: dos lenguajes del mismo lenguaje " (7)
Hemos hablado de partes pero no hemos dicho en qué medida juegan esas partes en relación al todo.
Ésto puede expresarse en fórmulas matemáticas: "el número de oro", o en forma geométrica: "la proporción áurica".

La proporción áurica

Los griegos llamaban simetría a las cadena de relaciones, tomando como medida al hombre, mediador proporcional de cosmos.
Platón decía "es imposible combinar dos cosas sin una tercera que las ensamble, y las más perfecta es el TODO, la suma de las partes como todo."
Los egipcios establecieron patrones variables según las épocas, 19 unidades, 21 ó 23, lo que revela un cambio en los arquetipos y no en la raza.
Cuando los egipcios modificaron la figura humana de 21 partes iguales, y agregaron dos, en la parte superior, que formo el Airon, que representa los valores morales, dieron testimonio de un cambio social.
Los griegos tomaron estas enseñanzas y establecieron comparaciones: para 19 dedos, correspondían 7 cabezas; para 21 dedos, 7 y media; y para 23, ocho. Representaron cada época egipcia hasta encontrar su propia identidad y establecerse en el ideal de 7 cabezas y media para el hombre común y de ocho para el heroico.
El arte griego superó al egipcio en hermosura, y en técnica, comenzaron a usar la perspectiva.
Siguiendo la evolución histórica, sabemos que los romanos asimilaron la cultura griega, incluso la perfeccionaron.
Marcos Vitruvio (85-26 A.C.) en su "Tratado de arquitectura" de 1O libros dice: "Ningún edificio será bien compuesto si no tiene proporción y relaciones análogas a las de un cuerpo bien formado".
Escucharemos a muchos autores hablar del "edificio del lenguaje."
Vitruvio divide al cuerpo en 8 partes iguales a la cabeza, y establece otros patrones de referencia: "4 dedos en ancho es un palmo; 4 palmas, un pie; 24 palmas, la altura total del cuerpo; es igual el alto que la envergadura con los brazos abiertos, formando un cuadrado cuyas diagonales se cruzan en el pubis, y con los brazos en alto y las piernas separadas una circunferencia cuyo diámetro se cruza en el ombligo."
Los góticos alargaron las figuras mezclando cánones mágicos en sus composiciones artísticas, dando como resultado las típicas imágenes místicas del gótico.
En el Renacimiento se destacan Luca Paccioli y Leonardo Da Vinci, especialmente el "Tratado de anatomia" de este último, donde se repite el hombre en apertura crucial inscripto en un cuadrado y una circunferencia, figura que ya había sido descubierta por Vitruvio, aunque hoy es más conocido el grabado de Da Vinci que el del romano.
En esta época también destaca Leonardo de Pisa, matemático italiano conocido como Fibonacci, quien explica que la sucesión de los números naturales: 1,2,3,4,etc, es una sucesión donde cada número tiene una unidad más que el anterior y una menos que el posterior, manteniendo, de este modo, una relación constante y monótona; en cambio, encuentra una serie, conocida hoy como serie de Fibonacci, donde la sucesión es asimétrica pero armónica, PROPORCIONAL. Ésta serie se forma de manera aditiva: sumando los dos números anteriores : 1+1=2, 1+2=3, 2+3=5, 3+5=8, 5+8=13, 13+8=21, etc. No es esto sólo un juego de números caprichoso, gracias a la serie de Fibonacci se descubrieron las órbitas de los planetas Urano, Neptuno y Plutón; relación que se estableció tomando como unidad la distancia Tierra-Sol, a partir de allí todos los planetas describen elípticas ubicadas en distancias que guardan exacta relación con esta serie aditiva.
En la posmodernidad los artistas se encasillan en un aislamiento suicida, desechando las experiencias anteriores, fatigándose en el redescubrimiento de lo ya superado.
Es de destacar que los antiguos a través de la proporción determinaron al hombre, y con la falta de ésta, a sus vicios o defectos.
Es interesante ver en " La Composición Áurica en las artes plásticas " de Pablo Tosto (Bs.As. 1958) cómo se describen estos vicios y defectos según sean los aplomos, la cadera, el pubis, el torax u otras medidas que deben guardar una exacta proporción para señalar un cuerpo sano física, mental y espiritualmente.
Pierre Camper (1722-1789) anatomista y antropólogo holandés llega a establecer el grado de inteligencia de la escala zoológica y racial según un ángulo determinado por dos líneas que unirían el hueso frontal y los incisivos, y los orificios nasal y auditivo. Cuanto más se aproxime el ángulo a los 9O grados, indica un mayor grado de inteligencia.
Jean Galvet Salvage (1771-185O) medico y anatomista francés, en su libro " Anatomia del Gladiador Combatiendo" trata no sólo de la proporción de huesos y músculos, sino de los mecanismos del movimiento. También establece las proporciones de los niños a las diferentes edades.
Pablo Richer clasifica al hombre según su proporción en heroico (8 cabezas) o tipo medio (7 y media), rota esta proporción tendremos a los tipos anormales.
La relación entre dos medidas, de modo que la mayor sea al total como la menor es a la mayor, es la llamada PROPORCION AURICA. La representación en números de ésta proporción se conoce como el NUMERO DE ORO.
Para una mejor ilustración veamos: una recta puede ser dividida en el centro, existe un solo punto para ello, dando como resultado dos partes iguales, una simetría monótona, como la de los números naturales ( 1,2,3,etc.).También puede dividirse en otro punto, dando dos partes desiguales, desarmónicas, sin relación alguna. Pero se la puede dividir en un punto de manera que los segmentos guarden una relación constante, proporcional y armónica, de modo que "el segmento menor sea al mayor como el mayor es al todo", ésta es la PROPORCION AUREA.
Expresar esta relación en números, no es difícil: supongamos que la recta que queremos dividir, AB, mide 1O cm. Al seccionarla en el punto C nos quedan dos segmentos: AC que mide 6,18 cm. Y CB que mide 3,82 cm.

C
A ---------- B A ------x---B A ------ C C --- B

1O cm. 6,18 cm 3,82cm

Expresado esto en una ecuación tenemos que 6,18 : 1O :: 3,82 : 6,18 ( seis con dieciocho es a diez, como tres con ochenta y dos es a seis con dieciocho).

Podemos hacer : 6,18 X 6,18 = 3,819
3,82 X 1O = 3,82O

Cuando la parte mayor es conocida, se puede averiguar la menor multiplicando el valor conocido por O,61812. Si por el contrario, se conoce la medida de la menor, se multiplica el valor por 1,6178.
1,618 es el NUMERO DE ORO que expresa la PROPORCION AUREA.

La red
La compleja red que se teje desde la inventio y llega a la dispositio en forma paradigmática y sintagmática encuentra su origen en la premisas entimematicas.
No se tratan de certezas científicas sino culturales que "son extraídas de ciertos lugares en que se encuentran (topos) como las letras para las palabras a escribir" (Ciceron).
No podemos decir que sea un método, como lo concibió Aristóteles, ni tampoco una reserva de estereotipos o tabla de temas ante los cuales no debe uno quedarse callado. La topica es una red, "partera de lo latente" la conjunción de red y quaestio son tema y predicado, sujeto y atributo.
Para Lamy existen lugares de la gramática (etimología), lugares de la lógica, (género, accidente), lugares de la metafísica (causa, efecto). También hay lugares especiales (eide)
que estoy tentado de llamar generos discursivos.
El aspecto subjetivo (ethe) donde el orador no solamente enuncia una información y al mismo tiempo expresa soy esto o aquello. Mientras habla y desarrolla el predicado también dice pro y contra (fronesis) expresa su franqueza (arete) o su simpatía (eunoia). También expresa su tiempo y lugar con la hipótesis (particular) que es ese punto a debatir temporalizado y localizado, y no con la tesis (abstracta).

La palabra en la composición: (dispositio)
El furor de clasificar las figuras retóricas tejió una red cada vez más fina, codificando la palabra y ya no el lenguaje, se trató de controlar lo incontrolable. Este problema ya fue visto por Saussure.
Pero aquí también hay una "pieza que sobra", es la cuestión de los anagramas (anafonia, hipograma o paragrama).
"En el supuesto que exista una palabra por imitar, distingo entonces: el anagrama, forma perfecta; la anafonia, forma imperfecta (8).
Al escuchar unos versos saturninos latinos, Ferdinad de Saussure oye surgir en formas discontinuas los fonemas principales del nombre propio de un dios o héroe.
"Como si no bastara semejante aumento de cadenas, Saussure descubre otras nuevas, cuyo rasgo es la reduplicacion" dice Starobinski, y antes habíamos dicho: "estas reglas no son cadenas para el genio; son cadenas sólo para quienes carecen de él, como la armadura, ornato y defensa en los fuertes, es una pesada carga para los débiles, a los que abruma en lugar de proteger", parafraseando a Reinolds.
Starobinski trata de demostrar que el poeta se entregaba al análisis fónico de las palabras, y pone ejemplos de versos védicos; pero aún así choca contra la evidencia que ante un noveno verso agregado, pierde todo sentido, y quitando ese verso agregado se resuelven en pares todas las consonantes de los ocho versos originales.
Tampoco parece convincente que un obsesivo "gusto por el eco" sea el autor de la aliteración. Y menos aún que Saussure encontró lo que buscaba porque era un lingüista, si
hubiese sido economista habría encontrado sistemas de intercambio, y si psicólogo, una red de símbolos inconscientes, dice Starobinski.
A pesar de los esfuerzos de los autores por desacreditar el descubrimiento de Saussure, queda la indiscutible evidencia de su presencia, y el misterio de su origen tanto en la poesía como en la prosa de Cicerón y otros.
Pero hay algo más, no sólo aparece un nombre al azar, el nombre que aparece está íntimamente relacionado con el tema del verso, y no porque el autor haga una especie de homenaje a la deidad; de este modo descubre Saussure el anagrama "Priamides" que designa a Héctor, figura aparecida en sueños a Eneas en los versos de Virgilio.
Y baste uno más para dejar abierto el misterio: Cuando Freüd trata el olvido de palabras extranjeras pone un ejemplo de un verso de Virgilio, su interlocutor comete un error al recitarlo de la manera que sigue: "exoriar(e) ex nostris ossibus ultor" de donde se repiten dos veces ex - nos (no somos ?); en lugar del verso correcto : " exoriar(e) aliquis nostris ex ossibus ultor" de donde se repiten dos veces "e" "r" "os" :EROS. Intimamente ligado a la reproducción que presupone la invocación de venganza y también escogido por el interlocutor de Freüd, en forma inconsciente, por la relación con el problema personal que reprimía.
Hoy muchos autores investigan códigos en La Biblia y en otras obras clásicas de la literatura como Moby Dick.
Y vuelvo a tomar licencia para jugar con el lenguaje: Es el lenguaje un atributo del hombre o un regalo de los dioses? Cuenta el mito que Cronos tenía la horrible costumbre de devorar a sus hijos. Cansada su esposa, Rea (la Tierra), escondió a los tres últimos reemplazándolos en sus lechos por piedras. Llegado Cronos, devoró las piedras y ya nunca más buscó a esos hijos. La madre repartió entre ellos el mundo: a Hades, los infiernos; a Poseidón, los mares, y a Zeus, el Olimpo. El tiempo comió todas sus obras (las piedras) pero no sus nombres ni los relatos de sus historias (las palabras). Este mito, como tantos otros, nos sumerge en el mundo de los arquetipos, de signos y símbolos del inconsciente colectivo. Hemos creído que la facultad de los profetas está en la Gracia Divina o en algún extraño e inexplicable poder de su mente, sin embargo tengo la certeza que tal don no se encuentra en ningún sujeto, sino en el lenguaje.
Y para concluir, mientras los autores ahonden la investigación de parcialidades, se separarán cada vez más del todo; el no querer atarse a las reglas de la proporción áurica hará que se refuercen las ataduras que los mantienen sujetos mirando las sombras del fondo de la caverna; tomar la investigación del todo por la "vía regia" de la Proporción, es liberar al troglodita y enfrentarlo con la realidad.

Citas
1 - Roland Barthes - La antigua retorica - pag.33 Nota P. P.
2 - Gerard Genette - Figuras - pag 243
3 - Roland Barthes - Op.Cit. - pag 28
4 - R. Barthes - Op.Cit. - pag 34
5 - R. Barthes - Op.Cit. - pag 35
6 - R. Barthes - Op.Cit. - pag 78
7 - Genette - Op. Cit, - pag 246
8 - Jean Starobinski - Los anagramas - Estudio critico - pag. 23O

EMPEDOCLES DE AGRIGENTO

EMPEDOCLES DE AGRIGENTO
Su vida:
Dice Gomperz que así como en Siracusa se venera a Arquímedes, y en Mantova a Virgilio, así los girgentanos veneran a Empédocles. No sólo por ser un gran demócrata, ya que puso fin al régimen aristocrático de Girgenti (Agrigento en época del filósofo, Akragas, en griego) y rehusó la corona de príncipe que le ofrecieron, sino también por ser gran médico, mago, taumaturgo, filósofo, ingeniero, etc. Fue, por todo eso, figura predilecta de los poetas y de las historias biográficas apócrifas.
Difícil es hacer un juicio justo sobre él, “ya que a sus incontables méritos se mezclan el oropel de pretensiones sin consistencia, quizás se deban a los habitantes de la isla, que desde antiguo son afectos a la ostentación y a la teatralización. Hay en ello una búsqueda de la vistosidad, del efecto, de la exageración.” (1)
Es sumamente difícil establecer la cronología exacta sobre Empédocles, pero puede establecerse su “floruit” hacia la mitad del siglo V A.C.(2)
Fué menor que Anaxágoras, aunque su actividad filosófica fue anterior, según se desprenden de los comentarios de Simplicio (3) y de Diógenes Laercio.
Vivió hasta los sesenta años, según relatan Aristóteles y Heráclides, (4) en el Peloponeso, donde, cree Gomperz que murió : — “ fin poco digno, ni se tiró al Etna, ni se elevó al cielo en una nube de fuego” .(5) Afirmación que se contrapone al mito y sólo se justifica si se lo toma en forma literal; preferimos aceptar el mito por su valor como tal y belleza estetica.
Pausanias dijo ser testigo de que luego de ofrecer sacrificios cerca del campo de Peisianax, y al quedarse todos dormidos, al amanecer siguiente no pudieron encontrar a Empédocles, interrogado un sirviente dijo que escuchó una voz en la noche llamando a Empédocles y vió una luz en el cielo, por lo que consideró que Empédocles se había elevado convirtiéndose en un dios.
Hippobotus dijo que desapareció en el Etna, convirtiéndose en un dios,(6) otros sostienen que se arrojó para hacer su muerte misteriosa, pero el Etna arrojó fuera su sandalia y el engaño fue descubierto.
Lo cierto es que su muerte y tumba son desconocidos, quizás porque nunca regresó del Peloponeso, según la cita de Timaeus que hace Diógenes Laercio.(7)
Para algunos murió a los sesenta años, para otros a los 77, y no falta quien asegura que vivió 109 años.
El profesor Angel Cappelletti señala una fecha exacta de nacimiento, 492 A.C. y lo caracteriza afirmando que Empédocles pudo tener antepasados cretenses o ibéricos, recibió influencia pitagórica y órfica; también es posible que conociera a los eléatas.
Viajó a Egipto, según Diógenes Laercio, fué discípulo de Alcmeón de Crotona, lo que justificaría que fue pitagórico pero con inclinaciones democráticas. De él habría aprendido medicina y tomado el amor por la igualdad (Alcmeón de Crotona fue el creador de la isonomía ) llevándolo a ser el primero que enseñó a las masas y no reservó su ciencia para un selecto grupo de discípulos.
Se supone que estaba familiarizado con la filosofía jónica, habría leído a Anaximandro, a Anaxímenes y a Heráclito.
Su prédica teológica contenía, como en Jenófanes, una crítica a los dioses antropomórficos, propios de las religiones públicas y populares.
Su enseñanza moral se basa en el respeto de toda forma de vida, prohibición de comer carne, y la creencia en la memtempsicosis.(8)
Aristóteles interpreta que la fuerza bipolar amor-odio no son fuerzas materiales ni mecánicas, sino que tienen un carácter moral, identificando el amor con el bien y la discordia con el mal, — “de manera que si dijéramos que fue el primero en declarar que el mal y el bien son principios, es posible que afirmáramos con acierto” — dice en sus comentarios a Empédocles.(9) Rechazamos esta interpretación sin fundamento alguno que atribuímos al conocido deseo de Aristóteles de tomar las doctrinas de sus antecesores y acomodarlas según la propia para reforzarla o desacreditar a quien critica.
Se discute también sobre su genealogía. Se ha dicho que fue hijo de Exaenetus (Satyrus), o de Archinomus (Telauges, hijo de Pythagoras), pero la mayoría coincide en que fue hijo de Metón y nieto de Empédocles de Acragas. (10)
Dice Diógenes Laercio que el padre de Metón alcanzó una victoria con la cuadriga en la Olimpíada 71 (496 a.C.).
Su padre, Metón, contribuyó a derrocar al tirano Trasídeo, y él derribó a una organización aristocrática denominada “Los Mil.”
Aristóteles lo considera el inventor de la retórica, como Zenón lo es de la dialéctica. Y menciona que Gorgias fue discípulo suyo.
Fue admirador de Parménides y de Jenófanes (11).
Alcidamas dijo que tanto Zenón como Empédocles fueron discípulos de Parménides al mismo tiempo, luego Zenón creó su propio sistema.
Entre las incontables obras, quizás la que le dió mayor prestigio fue la de secar los pantanos de Selimunte, así como la de liberar a su ciudad de la epidemia que la asolaba, dándole un clima saludable, al abrir un pasaje para el viento del norte, en la roca viva.
Entre los actos inexplicables, se cuenta que despertó a una mujer que hacía treinta días no tenía pulso ni respiraba ( aunque se dice que ésta es una leyenda corriente para la época, según Heráclide Pontico ).
Gorgias dice que lo vió cumplir “encantamientos” (algunos autores identifican esto con curas por hipnosis o sugestión ).
El principio curativo que usaba era el “similia similibus curandi”, contrario al principio hipocrático ( que es posteriror ) “contraria contrarius curandus”.
Para terminar de caracterizarlo debemos decir que para el médico, el sacerdote, el orador, el político, el autor, el objeto de mayor interés es el hombre; de modo que debemos buscar en el filósofo a un antropólogo más que a un cosmólogo; y en cuanto a naturista, más a un fisiólogo, físico y químico, que a un astrónomo y matemático.

Sus Obras:

Dos grandes obras son objeto de estudio, en ellas los críticos buscan contradicciones, pero el Padre Lagrange demuestra que en la obra mística “Purificaciones” hay mucho de filosófico , y en la filosófica, “Perifíceos”, hay mucho de místico. Compartimos este criterio.
Se cree que compuso varios poemas, entre ellos uno sobre la invasión de Jerjes que llamó “Tránsito de Jerjes”, trataba del paso de Asia a Grecia por sobre un puente de barcos sobre el Helesponto, a imitación del que había hecho su padre en el Bósforo de Tracia. y un “Proemio a Apolo”, que después quemó su hermana o su hija, según señala Diógenes Laercio (12).
Sus poemas “Purificaciones” y “Sobre la Naturaleza” escritos en hexámetros, como lo hacía Parménides, rondan las 5.000 líneas. Sus “Discursos” sobre medicina, las 6.000 (algunos autores señalan 600, otros como Kirk y Raven, apuntan la cifra citada, basados en Diógenes, y agregan que la confusión se debe a Diels, que interpretó en vez de “pentakiocilia”, “panta triocilia” como “muchos”, no creyendo que pudieran ser tantos.(13)
Además escribió tragedias, no menos de 43, y otras obras. No falta quien atribuye las tragedias a un sobrino homónimo.
No se puede precisar el orden exacto de los fragmentos que perduran, aunque se sigue el orden de Diels. Nosotros también citaremos a otros autores que se refieren a Empédocles, siguiendo a Kirk y Raven.
Respecto de las aparentes contradicciones que se observan entre las “Purificaciones” y los poemas “Sobre la Naturaleza”, según opinan Zeller y Burnet, no serían tales, ya que corresponderían a distintas épocas, tesis de Cornford. Y en nuestro trabajo encontramos mas coincidencias entre ambos textos, que contradicciones.
Bridez sostiene que los poermas “Sobre la Naturaleza” son obra de la madurez, y “Purificaciones”, de la juventud.
Zeller, Windelband, Mondolfo, Bignone, Robin, Capizzi, etc, sostienen lo contrario, presuponiendo una conversión religiosa en la madurez.
Nosotros apoyamos la primera creencia respaldados en que la creencia religiosa es la que lo lleva a elaborar una complejísima comogonía. No encontramos otra explicación que satisfaciera el criterio contrario.
De todas maneras, no existe una gran diferencia estilística o doctrinaria entre ambos poemas, lo que convierte a la discusión en algo intrascendente.

Antecedentes y caracterización de la filosofía de Empédocles:

El Profesor Cappelletti divide a la filosofía griega anterior a Sócrates en dos etapas. La primera separada de la segunda justamente por Empédocles.
La primera etapa, a su vez está subdividida en tres partes:
1) el monismo dinámico de los milesios, de los que también hay que diferenciar a Heráclito, ya que éste introduce en la Physis (cosmos) el logos (razón) único y eterno consustanciado con la misma Physis ( ritmo racional del fuego ).
2) el pitagorísmo que es un dualismo que tienden al monísmo, a través de la armonía, o al panteísmo.
3) el monismo estático de Parménides, Meliso y Zenón, rigurosa concepción ontológica donde sólo es real (el ser) lo que pueda pensarse sin contradicción alguna.
Entre estas tres subdivisiones se encuentra Jenófanes que toma la Physis pero excluye de ella el devenir.
Debido a la señalada rigurosa concepción parmenídica se genera una generalizada reacción entre los físicos, meteorólogos, biólogos, etc, que tratan de salvar a los fenómenos. Aquí comienza la denominada reacción pluralista, y con ella la segunda etapa de la filosofía presocrática.
La segunda etapa, pluralista, es dividida en:
4) pluralismo cualitativo limitado, representado por Empédocles, cuya explicación es el motivo de éste trabajo.
5) pluralismo cualitativo ilimitado, representado por Anaxágoras, quien se pregunta por qué limitar los elementos solamente a cuatro, por qué no llevarlos al número infinito, ya que seres serán tantos como materias discernibles se puedan encontrar.
6) pluralismo cuantitativo, representado por el atomismo de la Leucipo y Demócrito, para quienes los elementos son los átomos, extensiones indivisibles de materia que carecen de cualidad (olor, color, sabor) y solamente tienen figura y colocación en el espacio; es éste un mecanicismo, es decir la explicación de cómo se unen los átomos en el espacio.
Existe aún otra mención necesaria que no pertenece a ésta segunda etapa por no ser un pluralismo, y tampoco a la primera etapa ya que es posterior en el tiempo.
Se la denomina Segunda Filosofía Jónica, que con nuevos argumentos defiende el monísmo dinámico de los milesios, especialmente de Anaxímenes, está representada por Diógenes de Apolonia.
De este modo, encontramos a Empédocles situado entre la primera y segunda etapa. Antes de Empédocles la filosofía griega estuvo dominada por dos formas de monismo, tal como ya señalamos, Empédocles es el primero en proponer una filosofía natural pluralista.
Para el pluralismo, en el fondo de la realidad hay unidades múltiples, plurales, irreductibles, hay “seres” y no “ser”.
Empédocles es pluralista en dos sentidos diferentes: en primer lugar la “Physis” no es una , sino cuádruple “TESSARA RIZOMATA PANTON” (cuatro raíces de todas las cosas).Y en segundo lugar, diferencia la causa material del principio activo. Para los jónicos ambas, materia y fuerza ( “ex quo” y “quo” eran una sin diferenciación) lo que implicaba un hilozoísmo (todo dotado de vida, alma o inteligencia) o un panteísmo. Empédocles es el primero en diferenciar los principios y romper con el hilozoísmo, dando una mejor justificación de los fenómenos.
Algunos autores cometen el error de atribuir a Empédocles (o a Anaxágoras) el dualismo Platónico. Si bien dan unos pasos en ese sentido, la oposición entre los cuatro elementos y la fuerza bipolar está en el mismo espacio, uno es material y el otro es una fuerza vital; los cuatro elementos son pasivos, sólo materia, y la fuerza no es un principio espiritual (no material) que se le opone, sino que se trata de un principio material dotado de fuerza y vida que ejerce su acción sobre la materia.
En cambio sí puede señalarse con acierto que aparecen en Empédocles huellas órficas. Encontramos coincidencias en su creencia en la memtempsicosis, peregrinación de las almas no sólo en cuerpos humanos, sino en animales y hasta vegetales.
En estas concepciones funda también su teoría del conocimiento, y las del alma ( alma-sangre, alma-demonio) que mas adelante analizaremos.

Los cuatro elementos:

Comienza, según el principio parmenídico, por negar todo cambio sustancial (“ex nihilo nihil”)

Fr. 12 - “ Necios, pues no tienen preocupaciones de largo alcance,
los que no piensan que puede llegar a ser lo que no fue previamente, o algo pueda nacer o ser destruído totalmente.
Pues es inconcebible la llegada al ser a partir de lo que en modo alguno es, e imposible e inaudito que lo ente sea destruído,
ya que siempre habrá algo en donde se pueda uno seguir apoyando.”(14)

Por otra parte no desecha la experiencia sensorial, ni la relega al plano de la mera opinión (“doxa”).
Esta teoría es formulada por Empédocles, pero su gestación se inicia con la filosofía misma: Thales habla del agua; Heráclito, del fuego; Jenófanes habla de la tierra; Anaxímenes, del aire; pero la teoría de Empédocles no es una mera yuxtaposición, ni híbrido de las teorías de sus antecesores.
Hay antecedentes griegos, indúes (arios) y persas, pero Empédocles es el primero que la formula claramente.
Es de hacer notar que el número cuatro era sagrado para los pitagóricos, quizás por esto limitó los elementos a este número. Quizás, como sostiene Kern, fueran tomados de la cosmogonía órfica. Pero definitivamente no como sostiene la mayoría de los autores, basándose en la opinión de Aristóteles, que tal división represente nada más que los estados de la materia: sólido líquido y gaseoso, mas el fuego que produce tales cambios.
No nos inclinamos a pensar de este modo, ya que no se trataría de cuatro elementos, sino de uno que se transforma por acción de otro, cosa que jamás sostuvo Empédocles.
Tampoco vemos conexiones Heraclíteas, como Zeller, en el fuego.
Como sea, siguiendo a Gomperz, podemos decir que “ hay doctrinas que no se aceptan porque la humanidad no está preparada, otras son aceptadas y gracias a ellas se logra el verdadero conocimiento ( por el error) éste es el caso de Empédocles” (15) porque si bien Gomperz rechaza las explicaciones del filósofo, debe rendirse ante la evidencia de que los cuatro elementos formaron parte de la química antigua, medieval y moderna hasta Lavoisier (1790).
Empédocles identifica cada elemento con denominaciones mitológicas, así Efestos es el fuego; Nestis, el agua; Hera, el aire; y Hades, la tierra (veremos mas adelante que esto se debe al principio activo, a la causa eficiente, a la fuerza bipolar, que es la que dota de vida a la materia inerte).
Estos elementos se combinan de tal forma que dan compuestos variables hasta el infinito, pero a su vez hacen de la materia fundamental, algo inalterable en cuanto a la cantidad y cualidad ( principio parmenídico, ya que para él la inmutabilidad es una cualidad del ser, sin la cual el ser se aniquilaría); mientras que los individuos se caracterizan no sólo por la proporción (combinación cuantitativa) de los cuatro elementos (diferencia cualitativa), sino de sus relaciones de posición y de movimiento (diferencia mecánica) en que esas partes se encuentran en relación unas con otras. Por ejemplo, en medicina explica que la enfermedad es fruto de alguna desproporción.
La prevalencia de cada elemento en la mezcla de cada ser hace que cada uno elija el ambiente en que vivirá: aire, agua, tierra (pez, ave, animal terrestre).
La caracterización de los elementos en dos pares de cualidades opuestas, no es de Empédocles, sino de Aristóteles, por lo tanto no puede serle atribuída. (16)
Tampoco nos parece feliz la comparación que hacen muchos autores de los cuatro elementos con los cuatro colores elementales de la paleta del pintor (azul, amarillo, rojo y blanco), ya que las proporciones de que habla Empédocles no son sólo cuantitativas, sino también cualitativas y mecánicas. Por ejemplo, la diferencia entre la carne y la sangre, donde se dan igualdades de partes de los cuatro elementos, en una son iguales en peso, en la otra, iguales en volúmenes.
De modo que concluimos en que las teorías de Empédocles son particularísimas y no soportan la comparación con otras anteriores o posteriores, salvo para establecer sus diferencias.

La fuerza bipolar:

Restaurada la pluralidad, con los cuatro elementos, le restaba restaurar el movimiento, el cambio y el tiempo, cosa que logra con la introducción de dos causas eficientes.

Fr. 17: “... del uno nació por división la multiplicidad: fuego, agua, tierra y la altura inconmensurable del aire y, separada de ellos, la funesta Discordia, equilibrada por todas partes y, entre ellos, el Amor igual en extensión y anchura.” (17)

Ya habíamos adelantado que Empédocles, a diferencia de los jónicos, distingue entre causa material y principio activo, o entre causa material y causa eficiente, o entre materia y fuerza.
Para los jónicos ambos términos estaban representados por la “Physis”; Empédocles termina con el hilozoísmo al oponer a las cuatro materias originales, que son pasivas, una doble energía o fuerza bipolar activa.
Para Empédocles el estado actual del Universo presenta un compromiso entre dos tendencias : la tendencia a la separación de lo similar o a la unión de lo disímil, así, por ejemplo, en la formación de cada ser particular se muestra la acción de la segunda tendencia, mientras que en la disolución se muestra la primera.
Esta dualidad de fuerzas contrapuestas, que llama Amor y Discordia (Philía - Neikos) se encuentran en una larguísima lucha por imponerse una sobre la otra, no una vez, sino período tras período ( esta concepción le impide a Empédocles superar el sentido cíclico del tiempo ).
La vida se dá durante esa lucha. Cuando una fuerza alcanza por imponerse totalmente sobre la otra, la vida es imposible y todo vuelve a ser una esfera, donde es imposible diferenciar a los cuatro elementos. Volveremos sobre el tema al tratar la cosmogonía.
Creen los autores que tanto el Amor como la Discordia no son sólo fuerzas mecánicas, porque creen también que éste es un período demasiado temprano para la abstracción, la que llegaría recién con Platón, de modo que serían fuerzas con extensión espacial, por lo que serían materia, lo cual justificaría que Simplicio dijera que los principios de Empédocles eran seis.(18)
El causante de este dilema es nuevamente Aristóteles quien dice: “También Empédocles sostiene una opinión absurda, ya que identifica el bien con el amor, y éste es un principio como motor (puesto que une) y como materia ( pues es una parte de la mezcla)”. (19)
Aristóteles quiere ver aquí el influjo del dualismo moral de los pitagóricos, como ya adelantáramos, y agrega: “Pues si se sigue la opinión de Empédocles y se extraen las consecuencias que se derivan de su mentalidad y no de lo que pueda decir a manera de balbuceo, resulta que el Amor es la causa del Bien y la Discordia del Mal. De manera que si dijéramos que (Empédocles) fue el primero en declarar que el mal y el bien son principios, es posible que afirmáramos con acierto.” (20) Reiteramos el rechazo de esta afirmación.
En realidad lo que afirma Empédocles es que la fuerza bipolar es eternamente actuante, de la cual depende no sólo la formación y disolución periódica del universo, sino también el movimiento y la vida infusa en todas las cosas.
En este sentido habíamos adelantado que por ello podía llamar a cada elemento con el nombre de una deidad, ya que no se trata sólo de materia inerte, sino que este principio activo es el que da vida.
También debemos aclarar que cuando mencionamos a la fuerza bipolar lo hacemos con mayúscula, ya que tiene el carácter de deidad por su eternidad y por ser el principio motor.
Pero es necesario aclarar que cuando Empédocles se refiere a las deidades, todas perecen cuando termina el ciclo cósmico, únicamente subsiste la esfera, que veremos a continuación al explicar su cosmogonía.

Explicación cosmogónica:

Posiblemente la idea de la esfera como cuerpo perfecto la haya tomado de Parménides o de los pitagóricos. Este cuerpo no tiene cualidades definidas, ya que los cuatro elementos en partes iguales neutralizan sus cualidades contrarias, convirtiéndose en una mezcla perfecta (de cuatro elementos) por obra de la fuerza centrípeta, el Amor, que se encuentra en su apogeo.
Esto no significa que la fuerza contrapuesta, la fuerza centrífuga, la Discordia, esté ausente, está reducido a su mínima expresión pero está. Y desde ese mismo momento comenzará a cobrar fuerza y a separar y diferenciar a cada elemento hasta el punto que se equilibre con la fuerza opuesta.
En ese momento de equilibrio se produce el Universo tal como nosotros lo conocemos. Pero el avance de la Discordia, de la fuerza centrífuga, prosigue separando aún más a los elementos, hasta desintegrar el universo.
El Amor empieza a recuperar terreno hasta que un nuevo equilibrio produce otro Universo como éste en el que vivimos. Pero sigue adelante su fuerza centrípeta hasta que reúne nuevamente a los cuatro elementos en la esfera.
Todo este ciclo cósmico dura, según Cappelletti, 30.000 años, número formado por 30: ciclo de una generación (es el tiempo necesario para que un hombre le presente su propio hijo a su padre ) y multiplicado por 1.000 ( que significa grande).
Algunos autores interpretaron el término “orai” como 30.000 horas, pero tal término significa “estaciones”, siguiendo este significado y conociendo los griegos sólo tres estaciones, el ciclo podría verse reducido a 10.000 años.
De todas maneras, cualquiera fuere la extensión del ciclo, lo verdaderamenmte importante de esta concepción es que nada permanece, sólo la fuerza bipolar.
Aecio sostiene que lo primero en separarse, según Empédocles es el éter, luego el fuego y la tierra, y de ésta surgió el agua y de la evaporación de ésta, el aire.
Gomperz señala que la separación comienza cuando se separa lo pesado de lo ligero. Se concentra en el centro tierra y agua, luego una parte de aire y fuego escapan hacia lo alto, por la acción del fuego esa parte de aire se vitrifica dando origen a la bóveda celeste. Por la acción del vórtice primordial (término que da gran trabajo a los estudiosos del texto ya que no se sabe cómo se acuñó) el agua es expulsada de la tierra ( como sudor ) y el fuego celeste por evaporación del agua forma el aire.
La tierra se mantiene suspendida por acción de la fuerza centrífuga ( la velocidad del movimiento de rotación del cielo vence la velocidad del movimiento de caída) el comentario de Aristóteles lo compara al contenido del balde que no cae cuando éste gira. (21)
Explica día y noche por la rotación del cielo que tiene dos hemisferios, uno claro y otro oscuro.
El Sol no brilla con luz propia, es un cuerpo vítreo que recoge y proyecta la luz del éter- dice Gomperz - La Luna refleja la luz poryectada por el Sol. Mientras que Cappelletti afirma que para Empédocles el Sol es mayor que la Luna, igual que la Tierra y es una masa ígnea, siendo la luna de cristal (aire solidificado), también menciona una arbitraria doctrina de Aecio respecto de dos soles. (22) Sin embargo Plutarco afirma “el sol no es por naturaleza fuego (para Empédocles)”. (23)
Distingue las estrellas, fijas en la bóveda celeste, de los planetas que se mueven libremente. Las estrellas son orificios de la bóveda por donde pasa la luz del éter exterior.
Conoció la causa de los eclipses, señala Plutarco. (24)

Teoría biológica:

Tiene Empédocles una curiosa teoría — “extraña — dice Gomperz — pero no deja de apuntar a la evolución y a la selección natural”.
Es señalada por Aecio, Aristóteles y Simplicio, se divide en cuatro estadios.
Primero surgen en la Tierra miembros de diferentes especies.
Segundo juntados por el Amor, sin embargo no alcanzaban a juntarse con otros miembros de su propia anatomía por la falta de inteligencia del Amor que los unía, surgen así toda clase de monstruos que rápidamente perecieron.
Tercero surgieron seres asexuados, que por no poder reproducirse desaparecieron.
Cuarto aparecieron los seres sexuados que conocemos hoy.

Teoría del conocimiento:

Así como en otras cosas sigue a Parménides, aquí especialmente lo contradice al defender la veracidad de los datos que nos proporcionan los sentidos. (25)
Comienza desarrollando su teoría desde la sensación, que se relaciona con una teoría de la respiración, según la cual el hombre no solamente respira por la nariz y la laringe, sino también por los poros ( según se retrae la sangre al interior del cuerpo y vuelve a llenar los poros ). A través de éstos se producen las sensaciones ya que los objetos emanan “efluvios” que son percibidos por las partes similares del sujeto: “ Pues con la tierra vemos la tierra, con el agua el agua, con el aire el aire brillante y con el fuego el fuego destructor; con el Amor vemos al Amor y a la Discordia con la funesta Discordia”. (26)
Del mismo modo, Empédocles aplica el mismo principio a la inteligencia (pensamos y entendemos un elemento con el correspondiente elemento que existe en nosotros ).
La inteligencia tiene su sede principal en la sangre, (donde los elementos se encuentran mezclados por partes iguales) especialmente en la sangre del corazón.
Si bien no hizo pruebas experimentales, al menos se basó en la observación.

Las “Purificaciones”

Acertadamente algunos autores señalan que con la difícil construcción del ciclo cósmico, “se impuso una tarea capaz de agobiar a la más productiva imaginación” (27)
La razón por la cual introdujo en su sistema tan complejo ciclo cósmico aparece en su poema “Purificiones”, que guarda notables paralelos con el poema “Sobre la naturaleza”, y según la interpretación de muchos autores, que compartimos plenamente, se trate de la analogía entre el macrocosmos y el microcosmo (el mundo y el hombre).
Encontramos un esquema similar en las odas “órficas” de Píndaro.
Parte de la unidad y la paz, cae en el desorden y la discordia, se repone y vuelve a comenzar. Pensamos que este ciclo del alma sea el que le sugiere a Empédocles la idea de crear un ciclo similar en lo cósmico.
También de esta obra se perdieron gran cantidad de fragmentos, por lo que, como en el caso de la anterior (“Sobre la naturaleza”) debemos guiarnos por los comentarios de otros autores.
Comienza con un estado de inocencia original, anterior incluso a los dioses (Cronos, Ares, Zeus) donde solamente reinaba Cypris ( a quien se identifica con Afrodita), la fuerza cósmica del Amor, el gobierno cósmico del Amor, estadio en el que la Discordia (identificada con Ares) está totalmente excluída.
En esa época el hombre “no humedecía el altar la sangre pura de los toros, sino que se consideraba como una gran abominación entre los hombres el quitar violentamente la vida a los demás seres y devorar sus nobles miembros”(28).
La aparición de la Discordia invita a tener una conducta contraria a lo señalado, lo que claramente indica el final del dominio de Cypris.
En este sentido, Sexto señala: “¿No cesaréis con la horrible matanza? ¿Es qué no veis que os estáis devorando recíprocamente en vuestra insensata locura?.
El padre, pobre necio, levantando en alto a su propio hijo querido, que ha cambiado de forma, lo degüella en actitud de oración. Están perplejos cuando sacrifican a su víctima implorante; y él, sordos a sus gritos, lo degüella y prepara en sus mansiones un macabro festín. Del mismo modo el hijo coge a su padre y las hijas a sus madres y, después de quitarles violentamente la vida, se comen las carnes de sus seres queridos.”(29).
Y respecto de la conducta individual señala Porfiro: “Ay de mí, que no me destruyó el día sin compasión antes de que maquinara la funesta acción de comer carne con mis labios.”(30).
Y agrega Hipólito: “hay un oráculo de la necesidad, antiguo decretos de los dioses, eterno, sellado con amplios juramentos: siempre que algunos de los semidioses, cuyo lote es una vida de larga duración, ha manchado inicuamente sus queridos miembros con derramamiento de sangre anda errante, desterrado de los bienaventurados por tres veces diez mil estaciones, naciendo durante dicho tiempo en todas clases de especies de seres mortales y cambiando un penoso sendero de vida por otro. La fuerza del aire lo persigue hasta el punto que lo escupe de nuevo hacia tierra firme; ésta lo lanza dentro de los rayos del sol abrasador y él a su vez en los torbellinos del éter. Va pasando de unos a otros y todos le odian. Yo soy ahora uno de ellos, desterrados de los dioses y errabundo, yo que puse mi confianza en la furiosa discordia.” (31).
Muchos autores se esfuerzan desmedidamente hasta el punto de torcer el sentido original de Empédocles en la búsqueda de paralelismos entre las concepciones del filósofo de Acragas y la teología cristiana. De este modo señalan a un Dios único en la esfera, a la conducta provocada por la discordia como una caída, como un “pecado”. Sin embargo no hay señales, en la concepción empedoclea de equivalentes al Infierno (donde pagar sus culpas), sino que el alma permanece en éste mundo ( donde siempre estuvo ).
De modo que no diremos caída, el sentido de los fragmentos es totalmente distinto al sentido cristiano de pérdida del paraíso. En este caso la responsable del cambio de conducta es la Discordia y no la voluntad del hombre (no hay pecado) y por esta nueva conducta el alma debe reencarnar sucesivamente a fin de terminar con ésta repetición de nacimientos, en una escala ascendente, y recobrar el estado de felicidad perdido.
El error individual sólo demora el ascenso, que culmina cuando los hombres “al final llegan a ser adivinos, cantores de himnos, médicos y príncipes entre los hombres de la tierra; de aquí surgen como dioses colmados de honores, partícipes de la tierra de la mesa con los demás dioses inmortales, carentes de las pesadumbres y fatigas humanas.”(32)
Describe a este mundo como un lugar triste, donde el asesinato, el odio, las enfermedades, las corrupciones, las inundaciones y otros males vagan en la oscuridad, pero también es un mundo de opuestos, y junto a la sangrienta disputa está la armonía de amable rostro, la hermosura y la fealdad, la rapidez y la lentitud, la amable verdad y la oscuridad de negra cabellera.
Es necesario hacer un paralelismo con la obra física, donde señala “De éstos elementos nacieron todos cuantos seres existieron, existen y existirán, los arboles, los varones y las mujeres, las bestias, las aves, los peces que se nutren del agua y también los dioses de larga vida, muy superiores en sus prerrogativas.”(33), y en la obra mística señala: “Yo fuí en otro tiempo muchacho y muchacha, arbusto, ave y mudo pez marino.” (34). De aquí deriva el altísimo respeto por toda forma de vida, incluso por algunas formas de habas cuya ingesta también prohibe (35). Pero debemos señalar, además, que la sangre cobra un singular significado.
Ya señalamos, al hablar de la percepción, que en la sangre, y especialmente en la del corazón se asienta el pensamiento.
La idea del alma-humo es natural a los griegos desde Homero. Algunos autores señalan que deriva esta creencia de la directa observación de los vapores que se elevaban de la sangre derramada en el campo de batalla. También encontramos esta idea fuera de Grecia, inclusive en el Antiguo Testamento. En este sentido también se expresa Gomperz.
El alma-humo perece casi inmediatamente después de la muerte del cuerpo, pero hay otra alma. El alma-demonio. Gomperz señala que para Homero también había otra alma, el alma-soplo (psique). No es ésta un alma eterna, sino que perece al finalizar el período cósmico.
El alma-demonio es la que recorre el camino de la memtempsicosis, en una escala de ascención entre los seres vivos.

Conclusión.

Hemos señalado, no sin dificultad, la obra, la cosmogonía en relación con la mística empedoclea, las distintas teorías de la percepción, de la generación de los seres vivos, etc. Y mencionamos que además de este aspecto que nos interesaba tan particularmente, fue médico, ingeniero, etc. Por todo ello es fácil comprender que aún hoy los girgenteanos se sientan orgullosos del origen de Empédocles, y nos atreveríamos a extender este sentimiento a todos los sicilianos.
Estamos seguros que podríamos abundar en mas detalles, ya que sigue siendo objeto de estudio de todos los autores, pero elegimos para terminar este trabajo presentar a Empédocles en toda su magnificencia, según testimonio de Diógenes Laercio, y palabras propias de Empédocles:

“Oh amigos, que habitáis cerca de la acrópolis de la dorada Acragas, cuidadosos de buenas aciones, puertos respetuosos de los extranjeros, ignorantes de la maldad, ¡salve!. Yo camino entre todos vosotros como un dios inmortal, honrado, con la cabeza ceñida de bandeletas y floridas coronas. Cuando con mis seguidores, hombres y mujeres, entro en las prósperas ciudades, se me tributan honores divinos; me siguen en número incontable, preguntándome por el sendero del lucro; unos buscan la adivinación, y otros, afligidos desde mucho tiempo por atroces dolores, desean oír la palabra que cura toda clase de enfermedades” (36).




(1) THEODOR GOMPERZ, “Pensatori Greci”, La Nuova Italia, Roma, 1950,Tomo I, p. 344.
(2) DIOGENES LAERTIUS, “Lives of eminent philosophers”, traducción al inglés de R.D. Hicks, M.A., volumen II, Harvard, University Press, London, 1958, VIII 74 : “Floreció en la Olimpiada 84” - corresponde al período entre los años 444 al 441 A.C. y se estima que tenía 40 años en esa época (floreció) .
(3) SIMPLICIO, “Física”, 25, 19, cita como fuente a Teofrasto.
(4) ARISTOTELES, “ Metafísica “, A 3, 984 a 11, hace la misma referencia.
(5) T. GOMPERZ, Op. Cit., p. 343.
(6) DIOGENES LAERTIUS, Op.Cit., VIII, 68 y 69.
(7) Idem, 72.
(8) ANGEL J. CAPPELLETTI, “ Mitología y Filosofía: Los Presocráticos”, Editorial Cincel, Madrid, 1986, pp. 142 a 147.
(9) G. S. KIRK Y J. E. RAVEN, “Los Filósofos Presocráticos”, Gredos, Versión española de J. García Fernández, Madrid, 1981, p. 461.
(10) DIOGENES LAERTIUS, Op. Cit., VIII,51 a 53
(11) DIOGENES LAERTIUS, Op.Cit., VIII, 56
(12) DIOGENES LAERTIUS, Op. Cit., p.150.
(13) G. S. KIRK Y J. E. RAVEN, Op. Cit., p. 450.
(14) Fragmento tomado de KIRK Y RAVEN, Op.Cit, p. 452
(15) GUMPERZ, T, Op. Cit., p 347.
(16) CAPPELLETTI, A., Op.Cit., p. 149 (según Aristóteles el fuego es seco y cálido, el aire cálido y húmedo, el agua húmeda y fría, y la tierra fría y seca, juego de palabras que le permiten relacionar un elemento con otro y justificar que se tratan de los estados de la materia)
(17) KIRK Y RAVEN, Op. Cit., p. 458. El subrrayado es nuestro
(18) KIRK Y RAVEN, Op.,Cit., p. 460, cita a Simplicio: Fis. 25, 21.
(19) Idem, p 461, cita a Aritóteles, Met. L 9, 1075 b 1.
(20) Ibídem.
(21) KIRK Y RAVEN, Op. Cit., p.466.
(22) CAPPELLETTI, A, OP. Cit., p.158.
(23) KIRK Y RAVEN, Op. Cit., p.465.
(24) KIRK Y RAVEN, Op. Cit., p.466
(25) KIRK Y RAVEN, Op. Cit. p.454.
(26) KIRK Y RAVEN, Op. Cit. p.478.
(27) KIRK Y RAVEN, Op. Cit, p. 485
(28) KIRK Y RAVEN, Op. Cit, p. 487
(29) KIRK Y RAVEN, Op. Cit, p. 489
(30) Idem.
(31) KIRK Y RAVEN, Op. Cit, pp. 490 y 491
(32) KIRK Y RAVEN, Op. Cit. p. 494.
(33) KIRK Y RAVEN, Op. Cit. p. 459.
(34) KIRK Y RAVEN, Op. Cit. p. 494.
(35) CAPPELLETTI, A., Op. Cit., p. 163.
(36) DIOGENES LAERCIO, Op.Cit. ,VIII, 62.

BIBLIOGRAFIA:

THEODOR GOMPERZ, “Pensatori Greci”, La Nuova Italia, Roma, 1950,Tomo I.Cap. 5.
DIOGENES LAERTIUS, “Lives of eminent philosophers”, traducción al inglés de R.D. Hicks, M.A., volumen II, Harvard, University Press, London, 1958.
ANGEL J. CAPPELLETTI, “ Mitología y Filosofía: Los Presocráticos”, Editorial Cincel, Madrid, 1986, Capítulo 6.
G. S. KIRK Y J. E. RAVEN, “Los Filósofos Presocráticos”, Gredos, Versión española de J. García Fernández, Madrid, 1981, Capítulo XIV.
RODOLFO MONDOLFO, “El Pensamiento Antiguo”, Losada, Buenos Aires, 5ta. Edición, 1964.Capítulo V.
JOHN BURNET, “Greek Philosophy Thales to Plato”, London, Macwillon & Co. Ltd., 1960, Chapter IV.