miércoles, 19 de agosto de 2009

tercera Conferencia - Budismo

Filosofía Budista
En la primera conferencia hablé de las dificultades de abordar temas de oriente como el Budismo. En la segunda hable del aspecto religioso del Budismo. En ésta, la tercera , trataré del aspecto filosófico.
Si tomamos el término filosofía en su sentido lato, es decir como pensamiento, como obra intelectual del ser humano, no encontraremos ninguna dificultad y solamente deberemos caracterizarlo. Por el contrario, si lo tomamos en su sentido estricto, debemos señalar que esta rama del saber humano ha sufrido el desprendimiento de muchas ramas, entre ellas la psicología, por lo que, hoy filosofía es sinónimo de ontología o teoría del ser o si lo prefieren de la metafísica, término aristotélico. En este sentido todos los autores caracterizan al budismo como antimetafísico. Suelen decir: "Ante todo la filosofía budista no es metafísica sino práctica; tanto el "samsara" como el "nirvana" no son conceptos ontológicos, no se trata de cosas concretas, son interpretaciones de nuestras experiencias". (Richard Gard, Las Grandes Religiones del hombre moderno, Budismo, Plaza y Janes, Barcelona, 1963, p.19.)
En realidad Gautama no perdió ocasión en fustigar a los teorizadores hindúes de su tiempo, su filosofía puede describirse como "pragmática", pero debemos señalar que aunque quisiera evitarlo, al contestar las preguntas sobre ¿qué es la existencia humana?, ¿cuál la causa de los sufrimientos?, entraba en el terreno de la metafísica.
Además los seguidores que dieron origen a distintas escuelas fueron grandes teorizadores.
Pero como dice Carpio “las palabras tienen más el carácter de valoraciones que de conceptos claros"
El sistema es de gran rigor lógico pues está constreñido a la ley de causación.
Se opone a la concepción espiritualista (“atman” (del yo, alma, espíritu) Upanisahs) y a la concepción materialista del hombre (charvakas).
Se encuentra entre los “eternalistas”, defensores del puro ser (del tipo parmenídico) y los nihilistas (que afirman el no ser, como ciertos sofistas, por ejemplo Gorgias).
También se encuentra entre los monistas védicos ( que afirman el Uno en la superación del ser con el no-ser , del tipo neoplatónico como Plotino) y el pluralismo dinámico (devenir – parecido al Heraclitismo).
Es un “Totalismo” es decir que el universo es creado por la acción de la totalidad de los seres.
No hay fatalismo, sólo hay indeterminación, ya que no hay destino, ni decretos del hado. Cada ser está absorto en la creación de sí mismo y no hay riesgo de perderse porque nadie puede extinguir el influjo de su acción (efecto) o energía latente (efecto latente).
Debemos considerar al budismo como idealismo limitado ya que la mente humana no alcanza a conocer la realidad última.
García Morente llama al idealismo "segunda navegación" término tomado de la náutica. Antiguamente cuando se navegaba solamente con viento en popa, cuando el viento soplaba en otra dirección debían empuñarse los remos, a eso se llamaba segunda navegación. Del mismo modo el ser humano en lo cotidiano es realista, para pensar como idealista necesita un esfuerzo intelectual.
La persona que adquiere conciencia que su existencia está relacionada con otras personas y cosas comienza a pensar como Buda y a transitar el camino de la budeidad que lo llevará de ésta existencia imperfecta a la existencia perfecta.
Para lograr ésto el Buda enseñó cuatro principios que han sido traducidos como "las cuatro nobles verdades".
Ésta traducción nos hace perder de vista el verdadero carácter de éstos principios. No se trata de solamente "correspondencia entre palabra y realidad" o "coherencia de pensamiento" (verdad por correspondencia o verdad por coherencia, respectivamente) sino que se trata de una categoría metafísica-existencial. Esto significa que al alcanzarse la verdad se alcanza también su contenido (existencia) es decir que se alcanza el conocimiento (iluminación) desprovisto de los cuatro sufrimientos (nacimiento, enfermedad, vejez y muerte) y por consiguiente desprovisto de imperfecciones; tal existencia es libre, perfecta y eterna.
La primera noble verdad se refiere a la naturaleza de la existencia imperfecta. El Dharma o existencia imperfecta está compuesto de una pluralidad de elementos ligados entre sí. Entre estos elementos quizás el que cobra mayor importancia para nuestra concepción occidental es el tiempo. Cada instante de tiempo es un elemento independiente del siguiente. Resumiendo podríamos decir que el universo es la creación en un instante de todos los seres (animados, inanimados y no percibibles).
Cada elemento es una fuerza separada. Ningún elemento penetra en otro, por lo que no hay materia mas allá de los datos físicos, ni alma mas allá de los datos mentales.
No hay permanencia, cada instante es un nuevo elemento. Por lo tanto tampoco existe el movimiento. La apariencia de movimiento es nada mas que la aparición de nuevos elementos en nuevos lugares. Todos los elementos se relacionan por una única ley: la causación.
Esta ley de causación que impulsa a los elementos en una aparente sucesión está impulsada por el elemento "ignorancia básica" y es frenado por el elemento "conocimiento". Cuando todo lo fenoménico se detiene se está en estado de "nirvana".
Es necesario hacer notar que cada escuela budista tiene una particular interpretación de cada elemento, pero básicamente coinciden en lo señalado.
La segunda noble verdad se refiere a la causación.
La causación budista es una categoría única; no se la debe confundir con "causa material" ya que un elemento no puede producir "otro elemento" por sí mismo, no hay sustancias duraderas. Tampoco se la debe confundir con la categoría "causa eficiente" puesto que los elementos al aparecer y desaparecer instantáneamente no pueden influir uno en el otro. Por lo tanto la causalidad budista no produce nada, simplemente "coordina" la existencia temporo-espacial de los universos impermanentes generando esa apariencia fenomenológica. Ésta coordinación se denomina Karma. La tercera noble verdad se refiere a la existencia perfecta.
Esta existencia es conocida como "Nirvana" (conquista de la libertad) pero es analizada de distinta manera según cada escuela budista, como relativo, como absoluto, como presencia, esencia o realidad final. Un análisis detallado de estos aspectos excede el propósito de este trabajo.
La cuarta noble verdad se refiere a la manera de llevar a cabo la transformación.
La práctica budista también varía conforme a la época, y a las distintas escuelas.
El Buda Shakyamuni predijo el carácter cambiante de la ley y la condición de vida que puede ser alanzada a través de la práctica durante cada período de 500 años después de su muerte: el 1º - Era de la Iluminación donde alcanzaban tal estado los discípulos del Buda histórico, por ello se conoce a este budismo como el budismo de la cosecha.
2º -Era de la Meditación: no podrían alcanzar la iluminación pero sí estados elevados de vida a través de la meditación.
3º - Era de Recitar, leer y escuchar, la practica consiste en leer los Sutras.
4º - Era de la construcción de Templos y Stupas, por estas buenas causas se podían obtener beneficios.
5º - Era de ocultamiento de la ley y de conflictos, donde perdería totalmente eficacia la enseñanza de Shakyamuni, pero en tal época, predijo que haría su advenimiento el Buda Original que siembra la semilla de la budeidad ( a este se lo llama el budismo de la siembra) y propagará la ley budista por todo el mundo.
Los eruditos T’ien T’ai y Dengyo advirtieron las diferencias entre las épocas de Shoho, Zoho y Mappo, los dias primeros e intermedios de la ley y los últimos días de la ley.
Las enseñanzas de Shakyamuni se impartieron de acuerdo con la capacidad de la gente, en la Era de Mappo la enseñanza es impartida sin importar la capacidad de la gente, sino a la capacidad del Buda.
Cumpliendo con esta profecía el 16 de febrero de 1222, en una villa de pescadores en Kominato (Japón) nació Nichiren Daishonin quien vino a demostrar con su propia vida el cumplimiento de la profecía. De este modo estableció la práctica para esta época y para toda la humanidad.

De este modo concluyo mi exposición de hoy, les agradezco que vinieran hasta esta Escuela de Medicina China Ien Cho, y cedo la palabra al Reverendo Nakayama de Nichiren Shoshu, quien expondrá sobre el tema misericordia budista. Muchas gracias.






segunda conferencia - budismo

Influencia del pensamiento primitivo de India y China en el Budismo
Ustedes recordarán a un ilustre político romano llamado Catón. Cuando terminaba un discurso, tuviese que ver con el tema que tratara o no repetía siempre la misma frase: “y además -decía- creo que hay que invadir a Cartago”. Otro fiolósofo adoptó la misma costumbre. Otto Liebman finalizaba cada discurso afirmando “Y además creo, hay que volver a Kant”. Sin pretender compararme con tan ilustres personalidades pido licencia a la tácita comprensión del auditorio para parafrasear a un querido profesor, el Dr. Angel Cappelletti., cosa que hice en la primera conferencia, y repetiré en ésta. De allí que hiciera esta referencia a Catón y a Liebman.
Decía el querido Maestro respecto de la indiferencia con que se considera a las culturas de oriente, que con tal desinterés “nos mutilamos conscientemente de media humanidad, tal como sucedió con el voto universal, declamado por todos pero, con medio género humano fuera de él, el género femenino”
De este modo expresamos nuestro sentir respecto de las creencias de aquellos pueblos, considerándolas fruto del saber de la humanidad.
El tema que vamos a desarrollar hoy es “la influencia del pensamiento primitivo de India y China en el Budismo”, y justamente en esta cuestión es donde más claramente podemos apreciar el aporte intelectual del hombre de cada época y de cada pueblo en la construcción de una religión, de una filosofía, de un saber.
En primer lugar me gustaría aclarar el término religión para después poder señalar cuales elementos lo forman, según las opiniones de los mas destacados investigadores.
La mayoría sostiene que el término religión deriva del latín “religare” –atar- como si se tratase de la ligazón entre la deidad y el hombre. Y esta definición inexacta es la que ha cobrado mayor vigor y de haberlos interrogado seguramente todos ustedes hubieran contestado de esta manera, como yo lo hubiere hecho también . Esta definición se adapta perfectamente para señalar una religión teísta, pero preguntémonos con quien se ligan los que practican religiones que, como el budismo, no son teístas.
En este caso debemos pedir auxilio a la lingüística que nos puede aclarar que el término religión deriva del latino “relegere” – cuidado meticuloso. Para definirlo mejor comparémoslo con su antónimo: “relegere” se opone a “neglegere” de donde deriva “negligencia”- descuido. Por lo tanto religión es “tener cuidado meticuloso de algo”. Ese “algo” es el elemento que estamos buscando, que debe ser común a todas las religiones sean estéticas o teístas. Para que aparezca diáfano ante nuestros ojos nos imponemos esta tarea de revisar el pensamiento primitivo de India y de China.
Ya señalamos en la primera conferencia que “el budismo no nació bruscamente sobre un suelo virgen”
frase que tomamos de Juan Marín. Veamos ahora cómo estaba compuesto tal “suelo”.
Si bien la evolución de la humanidad suele cumplir las mismas etapas, son diferentes en India que en China porque e esta última civilización se desarrolló en forma estanca, sin influencias extranjeras; el caso contrario es el de India. Por tal motivo los veremos por separado.

India:
Los primitivo habitantes de la India, como cualquier pueblo en el mismo estadio evolutivo ha logrado conformar un grupo social porque ha tenido los escrúpulos de no matar a los de su propio grupo y ha limitado su apetito destructivo dentro del grupo. Este ha sido el primer "algo" de lo que se ha tenido un cuidado meticuloso. Estos escrúpulos, los antropólogos lo designan con el término polinesio “tabú” (que significa sustraer del uso corriente).
Además, al igual que los niños, atribuyen al mundo que los rodea pensamientos, pasiones y hasta formas iguales a las propias. Este "sentimiento" (aunque creo mejor llamarlo "conviccón") que los antropólogos llaman “animismo” es muy difícil de abandonar, por ejemplo podríamos decir que “ha dejado huellas en nuestro lenguaje”, este es un modo animista de hablar, como si el animismo fuera un duendecillo que caminó sobre el barro del lenguaje dejando la marca de sus pies, como señala muy acertadamente Salomón Reinach. Las personificaciones de la poesía son una supervivencia de tal animismo.
Este segundo elemento que señalamos, el animismo, al combinarse con el anterior, el tabú, dio origen a la separación de determinado animal o planta del resto del mundo para asimilarlo al grupo (o mejor dicho como regente del grupo). Esta identificación es nombrada por los antropólogos con un término que usaban ciertas tribus de indios de norteamérica: “totem”(es una deformación del término otam: marca o insignia)
De este modo encontramos como primera manifestación religiosa el totemismo (culto a ciertos animales o plantas)
Este totemismo está presente en todos los pueblos, en todas las religiones: así la paloma que representa al Espíritu Santo es un totem sirio, al igual que el pez con el que se identificaron los primeros cristianos.
El elemento que nos falta nombrar para establecer una religión es el sacerdocio.
Si el hombre no hubiese tenido freno en su desarrollo totémico, las prohibiciones o tabúes hubiesen crecido de tal manera que hubiese sido imposible de desarrollarse la civilización como hoy la conocemos, el hombre se habría paralizado así mismo. Dice Reinach: “el origen de estos escrúpulos religiosos no es ciertamente racional; hijos del miedo, fruto de generaciones prematuras y de asimilaciones arbitrarias, como las que a diario hacen los niños, los tabús son abundantes y rigurosos. La idea cara para el siglo XVIII, del salvaje libre y emancipado de toda sujeción, es irreconciliable con los datos más elementales de la etnografía. El salvaje libre de Rousseau no es un verdadero salvaje; es un filósofo que se ha desnudado”.
También se equivocaron los pensadores del siglo XVIII (especialmentee Voltaire y Rousseau) al considerar a los sacerdotes como embaucadores y oportunistas.
Sin la labor de reglamentación de los tabúes, el hombre hubiese quedado atrapado en una red de prohibiciones que abarcarían temas como la alimentación, el matrimonio, la educación de los hijos, la higiene, el destino de los cadáveres, etc., etc. De esta labor de establecer reglas respecto de lo que está permito y lo que no, derivan los códigos de Hammurabi, de Manú y los Vedas.
Los Vedas, de Vid (saber) son himnos que datan del 1500 al 1000 A.C., fueron compuestos por los invasores Arios. Los dioses no guardan una jerarquía, son tres cofradías de once miembros cada una que se reparten entre cielo, tierra y región intermedia (es importante señalar que este número, el 11, es el que relaciona cielo y tierra en la concepción china). Señala Max Müller que ya se delinean las cuatro castas, la de los sacerdotes, la de los guerreros, la de los trabajadores y labriegos, y la de los conquistados, los indígenas.
Los Brahmanas (800 años AC ) son una explicación en prosa de los himnos védicos hecho por los sacerdotes que ya comienzan a insinuar una rivalidad con la casta guerrera.
Los Upanishads (sesiones) son especulaciones teosóficas fundadas en los Vedas.
Del seno de la clase guerrera surgieron dos reformadores: Mahavirá, fundador del Jainismo; y Gautama, fundador del Budismo. Ambos hostiles al ritualismo brahmánico, ambos sostienen aunque de distinta manera la teoría de las re-encarnaciones, pero se diferencian fundamentalmente en que el jainismo da gran valor a las prácticas de ascetismo, llegado a la crueldad con la propia persona; mientras que el budismo toma el camino del medio y es, al decir de Reinach, “todo dulzura”.

China
Revisemos los elementos religiosos en China, siguiendo la evolución de la concepción de espacio y tiempo como hace Orta Nadal.
En el Shun-tien, Cannon de Shun (último de los cinco emperadores, circa 2233 –2184 AC) del “Libro de los Escritos” hay una referencia a una Asamblea donde los nombres son altamente llamativos: Pino rojo, Oso, Tigre, Dragón de una pata. El propio hermano de Shun se llama Elefante (Hsiang).
Dice James Legge que parece una asamblea de indígenas norteamericanos. Aquí es donde vemos aparecer el elemento totémico.
Cuando se produce la Revolución del Neolítico, el paso de recolector de alimentos a productor de alimentos, las concepciones de pueblos nómadas cazadores son insuficientes para la nueva etapa de evolución social, por lo tanto se agregará el culto a la tierra. Este doble culto al cielo y a la tierra , según los antropólogos, obedecen a la antinomia principal macho – hembra, que se pone de manifiesto en los festivales de primavera donde la unión sexual era libre, dicen Granet M. y Fitzgerald, C.
Juan Marín relata la costumbre de separar a los hombres (cultivadores) de las mujeres (tejedoras de seda), que ocurrió en varias culturas que adoraban a la floración o solsticio de primavera. Así Adonis y Afrodita (Grecia), Taumuz e Istar (Persia), Osiris e Isis (Egipto), Atis y Cibeles (Frigia), Ormuz y Ahrimán (Irán), etc.
Esta cultura agraria que comienza en la revolución del neolítico está definitivamente consolidada en la edad del bronce (2000 AC). Para esta época en China gobierna la Dinastía Shang , y esta revolución urbana dará por necesidad la creación de una compleja cultura, la creación del calendario y la ciencia astronómica, la invención de la escritura y la formación del Estado. El hombre comienza a tomar conciencia de sí y de su lugar entre cielo y tierra, nace así la concepción trinitaria, el “árbol del mundo” (Tao o Do como camino)
Del matrimonio cielo y tierra nace el hijo (atmósfera) que realiza la hazaña de separar a sus padres elevando al cielo hasta el lugar que ocupa en lo alto.
En el mito chino es Tchong-Li, Shu en Egipto, Atlas en Grecia.
Este mito es rastreado por Imbelloni en documentos mesopotámicos, textos barhamánicos, teogonía hesiódica, en el fenicio Sanjoniatón, en los códices mexicanos y en la mitología de los polinesios.
Tanto chinos como coreanos representan este sostén con una columna sobre las espaldas de una tortuga y este “árbol del mundo” es eje, gnomon y camino (Tao, en chino, Do en coreano y en japonés).
La palabra Rey (Wang) se escribe con un signo compuesto de tres trazos horizontales y uno vertical, según los sinólogos representan al cielo, al hombre y a la tierra, unidos por el trazo vertical que representa al rey.
En ésta concepción trinitaria se basa el taoísmo que fundamenta su moral en el principio Wu Wei o no-acción. No se trata de un quietismo absoluto, sino de un actuar conforme a la naturaleza, conforme al Tao; sin embargo esta negación del accionar humano preparó a la mentalidad china para aceptar la negación del mundo que propuso mas tarde el budismo.
Según el Teh, virtud del Tao, el centro del Tao está inmóvil, mientras que yin y yang están en constante movimiento. Desde un punto de vista psicológico creó un tipo de pensamiento introvertido y extremista
Algunos eruditos lo comparan con el pensamiento de Nietzche o de Berard Shaw.
Compartimos a medias esta observación del Profesor Cappelletti, ya que Friedrich Nietzche (1844-1900) alzó su voz no sólo contra el positivismo de su época, sino también contra el naturalismo, en especial en sus llamados segundo y tercer período (1877-1883) donde exalta la figura humana y elabora la doctrina del Superhombre.
Quizás encontremos un referente en el italiano Roberto Ardigó (1828-1920) creador de un positivismo naturalista. O en el inglés Herbert Spencer (1820-1903) quien elevó la teoría de la evolución de un campo unitario a toda la realidad. Menciono a estos dos autores porque hicieron un importante aporte a campo pedagógico, y presumo que por ello son mas conocidos que otros filósofos que sólo escribieron para eruditos de su propio campo.
Pero sólo un autor merece compararse a la doctrina taoísta; en toda su concepción es taoísta, en la crítica social, en la defensa del campesino y en la ética fundamentada en una religiosidad colectiva y natural. Me refiero al ruso León Tolstoi (1828-1911). De todas maneras este pensamiento introvertido favoreció la aceptación de la práctica de la meditación budista.
El enemigo del budismo en China fue el confucionismo.
Confucio, magistrado de la corte Chou, igual que LaoTse, servía, en cambio, a los intereses de los conquistadores de los Shang. Por ello su fundamentación teórica radicaba en la distribución del espacio militar. El ejército chino se distribuía en cuadrados. De allí deriva la concepción cuaternaria: El Cannon de Yao o de la Emperatriz Wu divide al plano terrestre en los cuatro puntos cardinales, a cada punto cardinal le corresponde un color y una cualidad moral (por este motivo se llaman virtudes cardinales) : al Sur le corresponde el negro y la sabiduría, al Norte el rojo y la honradez, al Este el verde (o azul) y la bondad y al oeste el blanco y la justicia.
Cuando a ésta concepción se le agregó el centro aparece la imagen del Ming T’ang o altar del cielo. Residencia para el soberano para que se estableciera en cada momento en el lugar propicio. Esta, la quinaria, fue la concepción del confucionismo y la doctrina de los funcionarios.
Marcel Granet, sostiene que el budismo penetró desde muy temprano en China y nada tiene que ver el mito del sueño del Emperador Ming-Ti ( año 61).
Durante los siglos II y III D.C., un conjunto de causas sociales y económicas llevaron a la caída de la dinastía Han, provocando la desunión política y la invasión extranjera. El vacío filosófico creado por el colapso del confucionismo Han fue resuelto por el ya milenario taoísmo y por la llegada del budismo.
La mente china ya estaba preparada para recibir la primera doctrina extranjera y para asimilarla y enriquecerla teóricamente. Fue adoptada de tal manera, que hoy el budismo ha casi desaparecido de India, donde nació pero se halla firmemente arraigado en la cultura china, coreana y japonesa.
De este modo finalizo mi exposición de hoy, les agradezco a todos que se hayan tomado la molestia de venir a esta hermosa Facultad de Humanidades de Rosario, que hayan escuchado tan paciente y respetuosamente mi exposición y cedo la palabra al Reverendo Shudo Ijiri, Prior del Templo de Argentina de Nichiren Soshu, quien les hablará sobre el Budismo Verdadero. Muchas Gracias.

viernes, 31 de julio de 2009

Comferencia sobre Budismo


Lamentablemente siempre debemos comenzar el abordaje de cualquier tema que tenga que ver con oriente enumerando las dificultades para realizar tal estudio, proponiendo soluciones de alcance inmediato que nos permitan sortear las dificultades que señalamos, y haciendo , cada vez, una “introducción” al tema. Sin olvidarnos que, además, debemos aclarar por anticipado cual será el método empleado y cual el objetivo buscado, o punto de arribo.
Todos ustedes saben que la Ciencia, justamente hace lo contrario, da por sentado y conocidos una serie de presupuestos, el vocabulario técnico tiene una precisión mayor que el vocabulario vulgar y se conoce el método a emplear. Todo esto ahorra al autor el tener que comenzar una y otra vez desde el principio y el perderse en explicaciones del cómo y el por qué.
Esto no significa que nuestra clase de estudios carezca de seriedad, sino que estamos en una etapa que algunos autores coinciden en llamar “etapa pre-científica”. Como no es interés de esta charla aclarar tal tema, no lo haremos, baste con decir que no se puede presentar separado de la falta de interés académico por todos los temas relacionados con oriente. Al respecto me gustaría parafrasear al profesor Angel Cappelletti que sobre este desinterés decía “con esta actitud nos mutilamos concientemente de media humanidad, tal como sucedió con el voto universal, declamado por todos pero, con medio género humano fuera de él, el género femenino” (Angel Cappelletti, Filosofía Argentina del Siglo XX, UNR Editora, Rosario, p.179)
No cabe duda que tanto el Centro de Estudios orientales, como la Asociación, y los docentes universitarios que los integran, tal como algunas autoridades de esta Universidad, concientes que este nuevo mundo que nos toca vivir, exige un giro de timón de 180 grados, abren esta posibilidad de reflexionar juntos, docentes, alumnos, especialistas y miembros de la comunidad para que el concepto “humanismo” deje de revelársenos, en estos casos, como una falacia y alcance el verdadero sentido ecuménico que tiene, integrando a toda la humanidad.
Comenzaremos señalando tres grandes dificultades:
En primer lugar muchos autores niegan al pensamiento oriental el derecho de llamarse filosofía, pero todos sabemos que en el vocabulario común, se indica todo lo contrario. Estamos persuadidos que en oriente se filosofa más que en occidente, donde somos más pragmáticos. Los orientales, cree firmemente el saber popular, tienen una particular “filosofía de vida”. Estos y muchos otros ejemplos desmienten aquella aseveración que niega el carácter de filosofía al pensamiento oriental. Lo que realmente se pretende es prohibirles a tales manifestaciones del espíritu humano el acceso a ciertos espacios prestigiosos del pensamiento occidental. Por lo tanto, no sólo no es filosofía, sino que “tampoco cuentan con un desarrollado sistema lógico”, “no han podido elaborar una epistemología”, etc. Etc. Tampoco debemos esforzarnos, en esos casos, en demostrar su falsedad, avanzando en nuestra exposición caerá por su propio peso.
Dice Jung (Carl Jung, El Secreto de la Flor de Oro,-Richard Wilhelm, Paidós, Bs. As., 1955, p.21) “El occidental rechaza la “vivencia” (que involucra los sentimientos) y adopta la objetividad científica (epistemología) y el conocimiento parcializado (especialidades) por lo que se exila al saber oriental al oscuro campo de las creencias o supersticiones.”
Probablemente este tipo de pensamiento etnocentrista se deba, tal como dice Thomson, (George Thomson, Los Primeros Filósofos, S. XX, Bs. As., 1975, trad. Alfredo Llanos, p.193 y ss.) a la frase acuñada por Cornford “la filosofía nació en el siglo VI AC en Grecia. Esto constituyó lo que se dio en llamar “el milagro griego” sustentado en la falsa suposición que tal acontecimiento no se dio en ningún otro lugar del mundo ni en ninguna otra época. De este modo se satisfacía el deseo etnocentrista occidental al convertirnos en únicos herederos de tal hazaña del genio humano. El título de la obra de Cornford es bastante revelador: “From Religión to Philosophy”, escrito en 1912. Esta idea de “laicización del mito” al montarse sobre el sentimiento etnocentrista pronto cambió a su opuesto: de laicización del mito a “endiosamiento de la razón”. Al igual que Cornford, Emile Durkheim decía : “ La estructura del pensamiento humano, que incluye las categorías lógicas y los conceptos de espacio y tiempo, fuerza y causalidad, consiste en “representaciones colectivas” que son proyecciones hacia el exterior de la estructura de la sociedad humana” (Thomson, Op. Cit, p.197). De este modo el lugar del dios es tomado por el producto primero de la razón: la sociedad humana. Este argumento bien manipulado por el etnocentrismo garantizó que cualquier otra manifestación del espíritu humano que quedara fuera de este giro, fuera considerada como “inferior” o como perteneciente a un “estado primitivo”.
No tardó en aparecer la crítica a semejante pretensión, iniciada por Burnet, en “Early Greek Philosophy” (obra de 1892, reeditada en 1908 y nuevamente – y aquí aparece la crítica- en 1920) y en “ Greek Philosophy from Thales to Plato” de 1914. al respecto dice que lo único novedoso que realizó aquella sociedad griega fue “repetir el mito con otra terminología”. Lamentablemente a posteriori Burneo no siguió profundizando la cuestión y encaminó sus estudios hacia Platón con exclusividad. Mas adelante se suma a la crítica Farrington quien en “Greek Science” de 1944 señala respecto del “supuesto milagro griego” : “ La novedad de sus modos de pensamiento se explica sólo negativamente por su rechazo de la intervención divina o sobrenatural” ( Thomson, Op. Cit., p.198).

Un segundo problema que debemos enfrentar, y muy especialmente al tratar sobre Budismo es su “heterodoxia”, la que si bien nos autoriza a hacer algunas generalizaciones, debemos permanentemente aclarar de que escuela, lugar o época estamos hablando en cada caso.
Los estudiosos argentinos, como Vicente Fattone, Carpio o Cappelletti, sólo centraron su estudio en el budismo primitivo de la India, desechando el estudio del desarrollo del budismo antiguo, de los concilios budistas, del medioevo chino, coreano y japonés y del budismo moderno, como si todo esto no fuera más que comentarios o notas al pié de los Sutras de Shakyamuni. Difícilmente hoy reconoceríamos en el budismo actual los rasgos mas sobresalientes del budismo primitivo, pero sin duda alguna se trata de budismo y la prueba se encuentra justamente en su evolución histórica y geográfica (permítaseme usar este término para resumir la “asimilación” del budismo por culturas “estancas” como fueron las china, coreana y japonesa antiguas; que si bien no se trata de un “sincretismo” marcaron una típica caracterología en esta doctrina “extranjera”).
Esta dificultad que acabamos de señalar hace que solamente se conozca al “buda histórico” Siddharta Gautama o Shakyamuni, y se desconozca por completo a los Budas Amida, Maitreya, y Nichiren Daishonin. Ignorar esta evolución es como pretender que el estudio del cristianismo comience con el antiguo testamento y culmine en Juan el Bautista, sin llegar a la figura “que vendrá a bautizarlos con fuego y el espíritu santo”.
De igual modo, sólo a través de la evolución histórica se puede comprender la profundidad de la obra de Gautama, cuyo único propósito – visto desde nuestra contemporaneidad - es anunciar la llegada del Buda Verdadero, del Buda Original, que establecerá la “enseñanza correcta” cuando la “enseñanza provisional” pierda su eficacia. De inmediato volveremos sobre este tema central.

La tercera dificultad que enfrentamos es la falta de acuerdo entre los estudiosos respecto de las comparaciones con otras filosofías o con otras religiones. Algunos las prohíben lisa y llanamente fundándose en el riesgo que implicaría el “forzar teorías” para encontrar parecidos o diferencias, más aún cuando tal propósito está dirigido por intereses particulares de desacreditar la teoría o de respaldar la propia buscando un parecido inexistente, lo que vulgarmente llamaríamos “llevar agua hacia el propio molino”. Tal razón es más que atendible porque abundan las malas interpretaciones, las malintencionadas interpretaciones, las transpolaciones sin fundamento, y el peligrosísimo bienintencionado “analogismo infundado”, es decir, “todo es lo mismo” todos buscan el bien, etc. ( Wing Tsit Chan, El Espíritu de la Filosofía de Oriente, Breviarios del FCE, Mexico, 1954 ). Ejemplos de estos errores metodológicos son De Groot que relaciona el Yin-Yang con dios-demonio y Abel Remussat (quien introdujo el Tao Teh King en Europa) que creyó encontrar el nombre del dios de Israel en el Tao Teh King (Citas de Juan Marín, Lao Tse o el Universismo Mágico, Austral, Bs. As. , 1952, ps. 35 y 73)
Otros se pronuncian en sentido contrario, Carpio, Cappelleti, Castellani, Granet, Imbelloni, única manera posible de acceder a la riqueza conceptual de oriente cuando un término lingüístico es insuficiente para expresar tal amplitud se hace necesario buscar un punto de referencia entre teorías o autores conocidos. Dice el Conde de Keyserling (“Diario de viaje de un Filósofo, traducción de García Morente, T I, p.60): “Detrás del europeo no hay más que su historia, la cual le presta relieve, pero este fondo es siempre finito. Detrás del oriental está la leyenda, el cuento; en cuanto posible es más que lo real. El fondo del asiático es la naturaleza inmensa, el acontecer cósmico infinito. No contrapone jamás el hombre a la naturaleza sino que lo considera parte de ésta. ¡Qué grandeza de estilo da al arte oriental su carácter no antropomórfico!”.
Adherimos fervientemente a esta postura porque pensamos que no hay otra manera de internalizar la cultura de oriente, si no queremos correr el riesgo que denuncia la postura contraria. Queremos significar que independientemente de comulgar o no con el Budismo, en este caso, con cualquier otra manifestación cultural de oriente, en otros, hablemos de todo pensamiento de oriente en general, debemos comprenderlo, no basta con conocerlo, si bien es un primer paso, es necesario apropiarse de la experiencia necesaria para ser permeable a él y de este modo enriquecerlo y enriquecernos; la experiencia mínima es el debate interno para saber, como dice Jung, que uno no es el único señor de la casa. Esta fuente, que se presenta al hombre occidental, casi intacta de filosofía y religiosidad, literatura y estética no debe pertenecer únicamente al hombre oriental, debe ser patrimonio de toda la humanidad, el encuentro entre oriente y occidente no debe ser de mero contacto, sino de interpenetración.

Hechas esta aclaraciones comencemos a caracterizar al Budismo en sus rasgos más generales. Previamente dejemos bien sentado que Budismo no es, como dicen los diccionarios “seguir las enseñanzas de Buda” como si se tratase de un canon normativo al cual ajustarse, budismo es transitar el camino del Buda, es el esfuerzo volitivo para alcanzar el estado de budeidad, es decir de iluminación. Por ello el budismo no es una ciega fé, es fé, práctica y estudio.
Siguiendo el criterio del filósofo chino Wing Tsit Chan (Op. Cit.) caracterizaremos al Budismo de la siguiente manera:
Primero: Prioriza lo antropológico por sobre lo metafísico, pero subordina al individuo a la vida colectiva, por ello no tiene necesidad de designar al sujeto, ni le importan las ideas abstractas ni informar correctamente o con precisión, es más importante la belleza del estilo de la oratoria y el poder encaminar la conducta; “las palabras tienen más el carácter de valoraciones que de conceptos claros” dice Carpio (Adolfo Carpio, El Tao Te King de Lao Tse, Sudamericana, Bs. As., 1957).
Segundo: En cuanto religión se encuentra más cercano a una ética o filosofía de vida que al teísmo occidental. El hombre no necesita de ninguna Gracia para su salvación, depende de su propio esfuerzo; tampoco se nutre de la revelación, el sistema es de gran rigor lógico pues está constreñido a la ley de causación; tampoco depende de la existencia de la deidad, las deidades como los demonios son sólo “funciones” y no tienen otra entidad.
Tercero: La causación no tiene principio ni fin, es una rueda ( mandala ).
Cuarto: Transita por un camino propio, se opone a la concepción espiritualista (“atman” (del yo, alma, espíritu) Upanisahs) y a la concepción materialista del hombre (charvakas); Se encuentra entre los “eternalistas” , defensores del puro ser (del tipo parmenídico) y los nihilistas (que afirman el no ser, como ciertos sofistas , por ejemplo Gorgias). También se encuentra entre los monistas védicos ( que afirman el Uno en la superación del ser con el no-ser , del tipo neoplatónico como Plotino) y el pluralismo dinámico (devenir – parecido al Heraclitismo).
Es un “Totalismo” es decir que el universo es creado por la acción de la totalidad de los seres.
Quinto: El método de argumentación es lógico.
Sexto: Debemos considerar al budismo como idealismo limitado ya que la mente humana no alcanza a conocer la realidad última. A diferencia del Brahmanismo que algunos autores llaman una filosofía de “esoidad” ( de “eso”) el Budismo es una filosofía de “asidad” ( de “así”) la realidad se manifiesta en un instante, nada permanece, el universo es un incesante fluir de ondas vitales : Samsara. (Junjiro Takakusu, El budismo Filosofía de “Asidad”, Breviarios del FCE, México, 1954)
Desde el punto de vista universal es la ley (Dharma), desde el punto de vista personal (del Buda) es “asidad” o “talidad” ( así llegado – tal). La naturaleza del buda y la naturaleza del principio son lo mismo.
Séptimo: No hay fatalismo, sólo hay indeterminación, ya que no hay destino, ni decretos del hado. Cada ser está absorto en la creación de sí mismo y no hay riesgo de perderse porque nadie puede extinguir el influjo de su acción (efecto) o energía latente (efecto latente).
Las manifestaciones cambiantes son la identidad y es imposible su desaparición. Así como se alean dos metales, la entidad es la misma donde sólo cambia el punto de vista, por ejemplo el agua y la ola (o el fuego y la llama).

Pasemos ahora al desarrollo histórico: Dice Marín (Juan Marín, Buda o La Negación del Mundo, Espasa Calpe, Bs. As. 1954) “El budismo no nació bruscamente sobre un suelo virgen” y apoyándose en la autoridad de destacados hinduistas como Hermannn Oldenberg, Max Müller, Bloomfield, Zimmer, René Grousset y Schweitzer, entre otros afirma “la continuidad evidente e indisoluble entre los tres grandes períodos del pensamiento indostánico: Primera Etapa: Filosofía Vedanta: El Rig-Veda, politeísmo orientado a un monismo representado por el universo (Circa 1000 años AC) y el Atharva – Veda : búsqueda del yo a través de la introspección (Atman) (diríamos que es un subjetivismo muy cercano al solipsismo).
Segunda Etapa: Filosofía de los Brahamanes (Upanishads) 800 años AC, Desplazamiento del Dios Universal (macrocosmos) al yo humano (microcosmos). Irrealidad del mundo exterior, sólo el ego existe. Dios no es el universo sino una fuerza de vida (Pan-animismo).
En el último período comienza la “laicización” del Brahmanismo, el destino humano se desliga del culto y de la ceremonia sacrificial del sacerdote para pasar a depender de la propia conducta. Nace así la teoría del Karma entre la casta de los nobles guerreros o príncipes (Kshatryas), no entre los Brahmanes.
La materia es una emanación del Atman.
Tercera: El Buda niega la existencia del yo (Atman), lo considera como una “sucesión de estados mentales”, como una “cadena de estados de conciencia”; le niega al yo todo carácter de permanencia por lo que no puede trasmigrar. De este modo se transforma la idea de Karma que pasa a ser “el fruto moral de las acciones” (Marín, Op. Cit. P. 51) “Nadie, dice el Buda, ni aún un dios, puede cambiar en derrota la victoria que un hombre ha obtenido sobre sí mismo”.
La doctrina budista es un proceso intelectual de auto cultivo, nada hay en ella ni teológico ni metafísico. La causa del sufrimiento es la ignorancia, por lo que estimuló el pensamiento reflexivo de la India.

Después de la muerte del Buda, 500 principales discípulos se reunieron presididos por Kasyapa con el fin de dar estructura y cohesión a la enseñanza del Maestro. De esta magna asamblea (Primer Concilio) no resultó escrito alguno, siguió la transmisión oral.
Ciento diez años después de la muerte del Buda, los fieles se reunieron en un nuevo Concilio (Segundo) considerado como una continuación del anterior.
Doscientos treinta y un años después de la muerte del Buda (Año 246 AC) se realizó el Tercer Concilio en Patna bajo la presidencia del Rey Asoka. Aquí aparecen los primeros escritos en lengua Pali.
Asoka Piyadasi era nieto del célebre Sandragupta, fundador de la dinastía de los Maurya, (luego de que el Imperio Alejandrino decayera y se dividiera en una larga anarquía de reyezuelos y caudillos militares fue quien la unificó nuevamente).
A fines del Siglo 1º el Cuarto concilio tuvo logar en Kashmir ( Cachemira) bajo la presidencia del Rey Kanishka. Aquí aparecen los primeros escritos en sánscrito (lengua Cachemiriana).

La exageración de la doctrina del Karma niega la caridad, la higiene y la medicina y dio origen a una escuela cismática: la Escuela Mahayana.
La Escuela Hinayana representa la ortodoxia, se los denomina “anihilacionistas” (de aniquilación en el Nirvana) sus santos son los “Arhats” (Lo-hans, en chino) los discípulos directos del Buda.
A la Escuela del Mahayana se los denomina “eternalistas” (porque creen en la eternidad de la vida) y sus santos son los bodhisatwas.
Las principales sectas del Mahayanismo son: Madhyamikas, derivada del relativismo absoluto de Nagarjuna (año 100 AC) (todo es ilusión excepto el vacío).
La de Vignanavada o Yogasara, fundada por el filósofo Abanga de Peshawar ( S. IV) su denominación significa “Doctrina de la Realidad Unida del Pensamiento” que sostiene que existe un sustrato real (alayavignana) que es fuente de toda actividad mental. Ambas escuelas establecen que existe una doble verdad, una vulgar y otra recóndita.

Esta dualidad toleró toda clase de fetichismos populares y prontamente aparecieron signos de que el tantrismo hindú había encontrado una presa fácil. Así invadieron y contaminaron a las sectas de Vajrayana (Vehículo del Diamante) y a la Mantrayana (Vehículo de la formulas mágicas).
Esta parte de la doctrina búdica fue contaminada de paganismo Sivaísta y chamanismo tibetano, “el brahmanismo era demasiado poderoso para dejarse derrotar sin resitencia. La demonología de Siva emigró en masa a los jardines búdicos” dice Marín (Op.Cit. p.135) Así nació el Tantrismo Búdico o Lamaísmo “la mayor de las corrupciones de la doctrina” (Op. Cit. P.57), que podemos afirmar junto al padre jesuita León Wieger se trata más de un Sivaísmo que de budismo.(León Wieger, Bouddhisme Chinois)

Marcel Granet, sostiene que el budismo penetró desde muy temprano en China y nada tiene que ver el mito del sueño del Emperador Ming-Ti ( año 61).
La Escuela Esotérica y el Zenismo entraron en China por obra del monje Bodhidarma, (se cree que fue expulsado de India por uso de magia y corrupción de la doctrina) Se asememeja más a un Vedismo (como el de Prjnatara) y si debemos compararlo con occidente podemos hacerlo con cualquier clase de nihilismo. Estableció el Papado, hubieron seis Papas búdicos y se los conoce como “Los Patriarcas del Este”.
De éstas nacieron en China cinco Sectas:
1- Vinaya, disciplina de las cuatro Divisiones ( o Escuela de las colinas del Sur), sus sacerdotes visten túnicas negras.
2- Yoga Mi- Kiao (Enseñanza secreta del Yoga).
3- Wei-Shi-Hsiang-Kiao, basado en el célebre libro (Shastra) Wi-Shi-lun. Estudia la naturaleza.
4- Lung-Shu, fundada por Nagarjuna (Secta del árbol del Dragón) es esotérica y se basa en el estudio del libro (Shastra) Cheng-lung.
5- Hwa –yen (Escuela de la verdadera naturaleza) centrada en el estudio del sutra Hwa –yen
6- Posteriormente nació una nueva escuela que rápidamente desplazaría a las demás, se trata de la Escuela del Loto (Lien-Tsung) o Escuela de la Tierra Pura (Tsing-Tu). Sostiene el culto de Kwan-Yin y de Amithaba. Con esta escuela el budismo ateo se convirtió en politeísta.
7- Por otro lado siguió desarrollándose la Escuela Shang (Zen), que rechaza todo estudio del canon y concede valor únicamente a la meditación.
8- También debemos mencionar a la Escuela T’ienT’ai (Escuela de la Doctrina Redonda y de la triple verdad (1-las cosas no tienen realidad (vacío) 2- pero tienen existencia temporal (temporalidad) 3- al mismo tiempo son el estado verdadero (fenómeno y noúmeno). Se desarrolla bajo el emperador Jen-Sung quien en 1053 fundó el monasterio de esta secta.
El desarrollo del budismo en China se debió a las traducciones, especialmente a la del Sutra del Loto, siendo la primera de Dharmaratsa (en 286), pero no tuvo mucha difusión, en cambio sí la tuvo la de Kumarajiva ( en 413). Este, el Sutra más importante, la corona de todos los Sutras se denomina en sánscrito Saddharma Pundarika (Admirable Ley – Loto blanco), en chino Fu-Hua-Ching ( ley-loto-sutra) y en japonés solemne Myoho-rengue-kyo (Admirable ley loto sutra) y en japonés no solemne Hokekyó.
Un párrafo aparte merecen las representaciones escultóricas chinas del Buda, tan diferentes a las del arte greco-búdico de Ghandara. Esta diferencia se debe a que en China no se representa a Gautama sino a Maitreya (Mi-ley o Mi-lo) y su vientre prominente revela la influencia taoísta, especialmente lo relacionado con Teh (de Tao Teh) fuerza de la naturaleza contra la fuerza del artificio humano, el “Wu Wei” dejar obrar a la naturaleza “llena los vientres y vacía las cabezas” (Angel Cappelletti, Lao Tse y el Taoísmo Primitivo, Sta. Fe, UNL Nro 61, 1964)

Estas escuelas pasaron por Corea por ejemplo la escuela Hwa Yen se denominará Hwaom y fue introducida por el monje Eisang (625-702).
La Escuela Shang se denominará Son (meditación) y fue introducida por el maestro Eich-ion durante la dinastía Koryo (criticaba los gastos de fondos públicos de la casa real en publicar Sutras, por lo que centraban su práctica en el apredizaje oral (Kyo) y la meditación (Son) (Meditación de la nueve montañas).
La Escuela de la Tierra Pura dio la base moral durante el período del reino de Silla y en sus templos se observa a la trinidad : en el centro Mahavairocana ( en coreano- Taeil Yorae, en chino Omi-To- Fu , de Amithaba) símbolo de la luz; a la izquierda, Avalokitesvara (en coreano – Kwanum Posal , en chino Kwan -Yin) símbolo de la compasión; y a la derecha Manjusri ( en coreano Munsul Posal , en chino Ta-Shih-Chi, la infinita fuerza) símbolo de la sabiduría.
Otros monjes eruditos que se destacaron fueon Po –U que dio origen a la filosofía Tonghak, y sobre todo Won Hyo (617-686) que luchó incansablemente contra la rigidez y el monopolio aristocrático, sistematizó e integró las distintas doctrinas creando una filosofía práctica para la gente común.
Con el advenimiento de la dinastía Choson (1392-1910) se adoptó el neoconfucianismo como religión del Estado y se oprimió al budismo que se recluyó en las montañas.

Las cinco escuelas Chinas que pasaron a Japón fueron: (Wing-Tsit-Chan, historia del la Filosofía China, Breviaros del FCE, Mexico, 1954, p.99 y ss.)
1- Hwa –yen (Escuela de la verdadera naturaleza) (En Japón se llamará Kegon) (Circa 600). Basada en la causación universal (Totalismo) donde todo es armónico y sin obstáculo
2- Escuela de la Tierra Pura (Tsing-Tu) (En Japón se llamará Jodo) (Circa 300).
3- La Escuela Shang (En Japón se llamará Zen), Fue llevada a Japón en el S. XII por el monje Yeisai (1141-1215). Y desarrollada gracias al celo del monje Dogen. Se transmite de pensamiento a pensamiento, por ello no hay nada escrito. Por ello D.T. Suzuky habla de cualquier cosa menos de Zen.
4- La escuela Mantrayana (que en Japón se llamará Shingon – Palabra Verdadera) (Circa 300). Más que un sistema filosófico es una religión mística. Sostiene que el universo es el cuerpo del Buda.
5- T’ien T’ai ( en Japón se llamará Tendai) (Circa 580)

El Buda Shakyamuni predijo el carácter cambiante de la ley y la condición de vida que puede ser alanzada a través de la práctica durante cada período de 500 años después de su muerte: el 1º - Era de la Iluminación donde alcanzaban tal estado los discípulos del Buda histórico, por ello se conoce a este budismo como el budismo de la cosecha.
2º -Era de la Meditación: no podrían alcanzar la iluminación pero sí estados elevados de vida a través de la meditación.
3º - Era de Recitar, leer y escuchar, la practica consiste en leer los Sutras.
4º - Era de la construcción de Templos y Stupas, por estas buenas causas se podían obtener beneficios.
5º - Era de ocultamiento de la ley y de conflictos, donde perdería totalmente eficacia la enseñanza de Shakyamuni, pero en tal época, predijo que haría su advenimiento el Buda Original que siembra la semilla de la budeidad ( a este se lo llama el budismo de la siembra) y propagará la ley budista por todo el mundo.
Los eruditos T’ien T’ai y Dengyo advirtieron las diferencias entre las épocas de Shoho, Zoho y Mappo, los dias primeros e intermedios de la ley y los últimos días de la ley.
Las enseñanzas de Shakyamuni se impartieron de acuerdo con la capacidad de la gente, en la Era de Mappo la enseñanza es impartida sin importar la capacidad de la gente, sino a la capacidad del Buda.
Cumpliendo con esta profecía el 16 de febrero de 1222, en una villa de pescadores en Kominato (Japón) nació Nichiren Daishonin quien vino a demostrar con su propia vida el cumplimiento de la profecía. De este modo estableció la práctica para esta época y para toda la humanidad.

Llegado a este punto, es el momento apropiado para entregar la palabra al Reverendo Shudo Ijiri para que nos dirija en esta primera exploración de un tema del budismo de hoy: El Karma. A todos los presentes muchísimas gracias por su paciente atención.

Artes Marciales y Filosofía


LOS ORIGENES DEL PENSAMIENTO FILOSOFICO
EN LAS ARTES MARCIALES

En primer lugar me gustaría aclarar algunos términos, ya que la mayoría de las confusiones derivan de interpretar de modo distinto palabras que nos parecen comunes.
Creo que estaríamos de acuerdo si para expresar un rasgo común a todas las artes marciales dijera que son “disciplinas con un alto contenido normativo”, si entendemos con esto que son actividades pletóricas de reglas.
Incluso en cada movimiento técnico importa más la forma (dictada por la norma) que la efectividad.
También podemos aclarar con esta característica mencionada cierto “contrasentido” del que se nos acusa infundadamente a los practicantes de artes marciales, que tratándose de sistemas de defensa personal, ante un ataque no hay que usar las técnicas aprendidas. Al menos esta conducta es la que se espera de un buen artista marcial.
Resolver esta aparente contradicción nos lleva a caracterizar el tipo de normas que abundan en las artes marciales.
Creo que ni siquiera es necesario aclararlo, la gente común lo sabe, por eso confían sus hijos a nuestro cuidado para que los formemos dentro de este “tipo” o “modelo” de artista marcial que dedica su vida entera a practicar una serie de técnicas para derrotar a cualquier adversario, y ante la primer oportunidad de usarla justificadamente porque es insultado u ofendido o incluso agredido físicamente, no responde.
Todos saben, sin necesidad que nadie lo explique que esa conducta se debe a que el contenido de las reglas éticas o morales de las artes marciales están por encima de la autoestima, del honor e incluso de la seguridad física del artista marcial.
¿Estamos de acuerdo?
¿ Me permiten decir, entonces que las artes marciales se caracterizan por ser “disciplinas con un alto contenido normativo de orden moral”?
Bien, es un alivio que estemos de acuerdo ya que preparé el resto de mi exposición presuponiendo que íbamos a estar de acuerdo.

Ahora tenemos en las manos una madeja bastante abultada de normas morales y debemos comenzar a analizarlas iniciando esta tarea en algún punto.
Ese lugar que tomemos como punto de partida es arbitrario, puede ser cualquiera, y si en esta oportunidad los consultare probablemente tardaríamos bastante en ponernos de acuerdo, de modo que tomaré un término para comenzar a desarrollar mis argumentos, y en esto seguiré, como los detectives, a mi instinto.
Mi instinto me dice que será muy interesante para ustedes que les presente a un estudioso, su nombre es Salomón Reinach, y es una autoridad que no puede ser dejada de lado en cualquier trabajo científico que pretenda tener visos de seriedad, tan indiscutida es su autoridad. Pero no voy a presentarles la figura de Reinach sino que voy a presentarles su teoría.
Este autor comienza analizando un término, una palabra, que se encuentra íntimamente ligada a nuestra investigación, a las normas morales; tanto que podríamos identificarla como “el conjunto de las primeras normas morales”. Si pensamos en un pueblo primitivo, en el hombre pre-histórico, creo que estaría bien decir que el primer “sistema de normas morales” se identifica con una palabra: esta es “religión.
La mayoría sostiene que el término religión deriva del latín “religare” – atar ­– como si se tratase de la ligazón entre la deidad y el hombre. Y esta definición inexacta es la que ha cobrado mayor vigor y de haberlos interrogado seguramente todos ustedes hubieran contestado de esta manera, como yo lo hubiese hecho también .
Esta definición se adapta perfectamente para señalar una religión teísta, pero preguntémonos ¿ con quién se ligan los que practican religiones que, como el budismo, el taoísmo, el confucionismo, no son teístas ?.
En este caso debemos pedir auxilio a la lingüística que nos puede aclarar que el término religión deriva del latino “relegere” – cuidado meticuloso –.
Para definirlo mejor comparémoslo con su antónimo: “relegere” se opone a “neglegere” de donde deriva “negligencia” – descuido –.
Por lo tanto religión es “tener cuidado meticuloso de algo”. Ese “algo” es el elemento que estamos buscando, que debe ser común a todas las religiones sean estéticas o teístas.
Dice otro destacado autor, Juan Marín.(2) que todos estos pensamientos religiosos o filosóficos no nacen espontáneamente, sino que lo hacen sobre determinado “suelo”.
Por este motivo esta charla investiga sobre los “orígenes del pensamiento”, esos orígenes serían el “suelo” del que hablamos.
De entre todos ellos, buscaremos uno en particular, que es el del pensamiento que influyó en la zona, por llamarla de alguna manera, de donde derivan las “artes marciales”, es decir de China, Corea y Japón.
Si bien la evolución de la humanidad suele cumplir las mismas etapas, son diferentes en China porque esta se desarrolló en forma estanca, sin influencias extranjeras.
El primer rasgo interesante que menciona Reinach es el de “los escrúpulos de no matar a los de su propio grupo” de haber limitado, el hombre, su apetito destructivo dentro del grupo. Estos escrúpulos, son designados por los antropólogos con el término polinesio “tabú” (que significa “sustraer del uso corriente”). Podríamos decir que muchos animales superiores presentan este escrúpulo, y que en el hombre, algunas veces falta.
Recordemos el mito griego de Cronos, dios del tiempo, que devoraba a sus hijos. Podría ser solamente una metáfora. Pero conocemos ejemplos de tribus que practican la antropofagia. También podríamos decir que en este caso nunca es contra un miembro del grupo sino contra alguien extraño. Pero tanto en uno como en otro caso lo propio es que se trata de estadios muy primitivos, de estados que solemos denominar como “salvaje” o de pre-civilización.
Pero a este rasgo, en el hombre, se agrega otro que, este sí, es único y propio de él, es lo que lo “hace humano”. Al igual que los niños, el hombre primitivo atribuye al mundo que los rodea pensamientos, pasiones y hasta formas iguales a las suyas.
Este sentimiento, que los antropólogos llaman “animismo” es muy difícil de superar, por ejemplo podríamos decir que “ha dejado huellas en nuestro lenguaje”, este es un modo animista de hablar, como si el animismo fuera un duendecillo que caminó sobre el barro del lenguaje dejando la marca de sus pies, como señala muy acertadamente Salomón Reinach (3).
Las personificaciones de la poesía son una supervivencia de tal animismo.
Este segundo elemento que señalamos, el animismo, al combinarse con el anterior, el tabú, dio origen a la separación de determinado animal o planta del resto del mundo para asimilarlo al grupo.
Esta identificación es nombrada por los antropólogos con un término que usaban ciertas tribus de indios de norteamérica: “totem” (en realidad es otam: marca o insignia)
De este modo encontramos a la primera manifestación religiosa el totemismo (culto a ciertos animales o plantas)
Este totemismo está presente en todas las religiones: así la paloma que representa al Espíritu Santo es un totem Sirio, al igual que el pez con el que se identificaron los primeros cristianos.
En el Shun-tien Cannon de Shun (último de los cinco emperadores, circa 2233 –2184 AC) del “Libro de los Escritos” hay una referencia a una Asamblea donde los nombres son altamente llamativos: Pino rojo, Oso, Tigre, Dragón de una pata. El propio hermano de Shun se llama Elefante (Hsiang).
Dice James Legge que parece una asamblea de indígenas norteamericanos. (4) Aquí es donde vemos aparecer el elemento totémico.
Tengamos en cuenta entonces esta primera concepción, con esto queremos decir “conjunto de reglas morales”, que por ser única podríamos denominar “unitaria”.

Pero hay otro elemento que nos falta nombrar para establecer una religión: es el sacerdocio.
Si el hombre no hubiese tenido freno en su desarrollo totémico, las prohibiciones o tabúes hubiesen crecido de tal manera que hubiese sido imposible de desarrollarse la civilización como hoy la conocemos, el hombre se habría paralizado así mismo.
Dice Reinach: “el origen de estos escrúpulos religiosos no es ciertamente racional; hijos del miedo, fruto de generaciones prematuras y de asimilaciones arbitrarias, como las que a diario hacen los niños, los tabús son abundantes y rigurosos. La idea cara para el siglo XVIII, del salvaje libre y emancipado de toda sujeción, es irreconciliable con los datos más elementales de la etnografía. El salvaje libre de Rousseau no es un verdadero salvaje; es un filósofo que se ha desnudado” (5)
También se equivocaron los pensadores del siglo XVIII (especialmentee Voltaire y Rousseau) al considerar a los sacerdotes como embaucadores y oportunista (aunque los de su época lo fuesen).
Sin la labor de codificación de los tabúes, el hombre hubiese quedado atrapado en una red de prohibiciones que abarcarían desde la alimentación, el matrimonio, la educación de los hijos, la higiene, el destino de los cadáveres, etc., etc.
De esta labor de codificación derivan los códigos de Hammurabi, y los Vedas.
Y de allí, todas las reglamentaciones.
En la mayoría de las civilizaciones encontramos por separado el poder religioso, permítaseme decir el poder normativo moral, del poder militar, permítaseme decir el poder normativo político. El primero se ocupa de la vida del individuo en relación con las fuerzas del cosmos, por ejemplo si viola o no un “tabú”, además de regular la vida de relación dentro del grupo, es decir el matrimonio, la paternidad; mientras que el segundo trata de la vida del individuo con sus vecinos, que son de otro grupo; regula las “relaciones exteriores” diríamos usando un lenguaje moderno, la política, el comercio, el derecho.
Nuestra herencia greco-romana favorece nuestra comprensión de estos dos ámbitos perfectamente separados. Pero en China, y su zona de influencia se da una característica particular.
También aparecen dos funciones claramente separadas: C’hu, referida a los asuntos celestiales y Ch’e, referida a los asuntos terrenales; pero ambas funciones en lugar de mantenerse por separado, muy tempranamente se mezclaron y encontramos rasgos de cada una de ellas en todas las escuelas de pensamiento chino.
De modo que, aquello que en occidente regula la religión, en oriente es regulado por una “Escuela de Filosofía”. De modo que la filosofía o pensamiento, como me gusta mas llamarla, en oriente no sólo es una “concepción del mundo” sino que es “una forma de vida”.
Entendamos por “una forma de vida” un complejo sistema de preceptos religiosos, morales, y de derecho común y de los que hoy llamaríamos de “derecho internacional”.
Muchas civilizaciones detienen aquí su evolución, o si bien dan algunos pasos más en su evolución, el poder del sacerdocio es tanto que los hace retroceder hasta esta primitiva etapa dejándolos “fijados” en los asuntos celestiales y permitiéndoles sólo el progreso en los asuntos terrenales. Así sucedió en el Antiguo Egipto, en la Grecia Arcaica y su zona de influencia (Mesopotamia e India). Y de allí viene nuestra herencia.
Pero esto no sucedió en China, el pensamiento se siguió desarrollando, y seguir su evolución representa para nosotros un esfuerzo intelectual gigantesco, ya que por nuestra limitada formación tendemos a simplificar todo y a compararlo con esa etapa primitiva “monista” o “unitaria”.
Para ejemplificar esto los primeros maestros de pensamiento chinos decían a sus discípulos “si tu vaso está lleno ¿ cómo puede contener más ? , es preciso vaciarlo primero”. También conocemos la anécdota del maestro Zen que llena, hasta rebalsar, la taza de té del alumno, con la misma intención.
Ya estamos advertidos, de modo que hagamos ese esfuerzo intelectual de no comparar el pensamiento chino con nuestro limitado pensamiento “occidental y cristiano”

Cuando se produce la revolución del Neolítico, el paso de recolector de alimentos a productor de alimentos, se agregará al culto totémico o de las fuerza celestiales, el culto a la tierra.
Este doble culto al cielo y a la tierra, obedecen a la antinomia principal macho – hembra, que se pone de manifiesto en los festivales de primavera donde la unión sexual era libre, dicen Granet M. y Fitzgerald, C. (6)
Juan Marín relata la costumbre de separar a los hombres (cultivadores) de las mujeres (tejedoras de seda), que ocurrió en varias culturas que adoraban a la floración o solsticio de primavera.
Así Adonis y Afrodita (Grecia), Tarmuz e Istar (Mesopotamia), Osiris e Isis ( Egipto), Atis y Cibeles (Frigia), Ormuz y Ahrimán (Irán), etc. (7)
La representación artística de los animales, en este período sigue esta dicotomía, el dragón y las aves se atribuyen al elemento cielo, masculino, yang ; el tigre y la serpiente (Naga) al elemento tierra, femenino, yin. Por ello a esta concepción se la denomina “binaria”. En ésta concepción se basan la escuelas chinas del Yin/yang.
Mas adelante aparece la concepción “trinitaria”: El “árbol del mundo”.
Del matrimonio cielo y tierra nace el hijo (atmósfera) que realiza la hazaña de separar a sus padres elevando al cielo hasta el lugar que ocupa en lo alto.
En el mito chino es Tchong-Li, Shu en Egipto, Atlas en Grecia.
Este mito es rastreado por Imbelloni en documentos mesopotámicos, textos barhamánicos, teogonía hesiódica, en el fenicio Sanjoniatón, en los códices mexicanos y en la mitología de los polinesios. (8)
Tanto chinos como coreanos representan este sostén con una columna sobre las espaldas de una tortuga y este “árbol del mundo” es eje, gnomon y camino (Tao, en chino, Do en coreano y en japonés).
La palabra Rey (Wang) se escribe con un signo compuesto de tres trazos horizontales y uno vertical, según los sinólogos representan al cielo, al hombre y a la tierra, unidos por el trazo vertical que representa al rey.
En ésta concepción trinitaria se basa el taoísmo que fundamenta su moral en el principio Wu Wei o no-acción. No se trata de un quietismo absoluto, sino de un actuar conforme a la naturaleza, conforme al Tao, sin embargo esta negación del accionar humano preparó a la mentalidad china para aceptar la negación del mundo que propuso mas tarde el budismo.
Según el Teh, virtud del Tao, el centro del Tao está inmóvil, mientras que yin y yang están en constante movimiento.
Más adelante a medida que la civilización china comienza a militarizarse, observamos que el ejército chino se distribuía en cuadrados. De allí deriva la concepción “cuaternaria”: El Cannon de Yao o de la Emperatriz Wu (9) divide al plano terrestre en los cuatro puntos cardinales, a cada punto cardinal le corresponde un color y una cualidad moral (por este motivo se llaman virtudes cardinales) : al Norte le corresponde el negro y la sabiduría, al Sur, el rojo y la honradez, al Este el verde y la bondad y al oeste el blanco y la justicia.
Cuando a ésta concepción se le agregó el centro aparece la imagen del Ming T’ang o altar del cielo, residencia para el soberano para que se estableciera en cada momento en el lugar propicio. Y por consiguiente la concepción “quinaria”.
Esta fue la concepción del confucionismo y la doctrina de los funcionarios.
Posteriormente a las cuatro direcciones terrestres se le agregan cuatro esquinas intermedias y se obtiene un octógono (Pa- Kua), y la denominada concepción “octonaria”.
Y al agregársele a éste nuevamente el centro se obtiene el Cuadrado mágico o la concepción “nononaria”.
Explorar estas dos últimas concepciones dan para mas de una charla, de modo que solamente las nombraremos, al igual que las concepciones decanaria y dodecanaria.

Todas estas concepciones influyeron en las Escuelas de Pensamiento de China. Además entre ellas se produjo un notable “sincretismo”, de modo que es normal encontrar frases de una escuela en otras de pensamiento antagónico.
Ahora es necesario hacer una pequeña referencia histórica para comprender mejor cómo se desarrollaron estas “Escuelas”.
Hacia el siglo V AC. el sistema de alianzas era insostenible y la China de los Chou desembocó en el denominado periodo de los Reinos Combatientes (481-221 AC.), caracterizado por la anarquía.
Los cinco reinos fueron Ts’i, Tch’u, Ch’in, Tsin-son y Song.
En ésta época aprece Lao Tse, fundador del Taoísmo y Kong Fu Tze , mejor conocido por su nombre romanizado Confucio, fundador del confucionismo.
El primero de ellos proponía el regreso a la vida campesina y su filosofía se centraba en la concepción trinitaria, era partidario de la dinastía Shang, derrotada por los Chou.
El segundo, en cambio, basaba su filosofía en la conducta de una nueva y surgente clase social, la de los funcionarios, y era partidario de los Chou.
El régimen los Chou colapsó en el 256 AC. Una generación después, los Ch’in habían sojuzgado a los demás estados.
En 250 AC el primer ministro de la dinastía Ch’in, Shang Yang reforma las aldeas otorgando grandes latifundios, queda toda China unida.
En esta época surgen tantas escuelas que se conoce a este período como el de “las cien escuelas”. De todas ellas sólo una vamos a investigar relacionada con las artes marciales: El mohísmo.
Oriundo del principado de Song en el Ho Nam occidental, de apellido “Mo”, y de nombre “Ti”, vivió entre los años 479 y 381 antes de Cristo. Conocido por su nombre “Mo Ti”, o por el título de su obra, libro de 53 capítulos, “Mo Tsé” (el sabio Mo) rápidamente conocido por su legendaria sabiduría. Su método de enseñanza se basaba en la meditación y la calidad de éste se verificaba mediante los “test del juicio” afín de determinar la exactitud o no de los principios enunciados.
Si Confucio confería sólo a las elites la posibilidad de ejercitarse en el Tao (Vía) y al pueblo lo consideraba incapaz de actuar de modo inteligente, Mo Ti no distinguía capacidades especiales en grupos dados, consideraba al pueblo como un todo en el que destaca el utilitarismo.
Mo Ti privilegia la filosofía política, en particular, las cuestiones referentes al poder del estado. Se constata que en los dos siglos que separan a Confucio de Mo Ti, la filosofía ha transitado desde la ética hacia la política, y la vía para el perfeccionamiento humano ha dado paso al dominio de la conducta de los hombres.Ambos filósofos privilegian el bienestar general por sobre el bienestar personal.
Es de hacer notar que ya con anterioridad la relación maestro discípulo era considerada en importancia menor que la relación soberano, súbdito; pero mayor que la relación padre, hijo. De allí que el ingreso a una escuela fuera altamente riguroso y que tal ingreso fuera en forma de “internado”. La formación del discípulo llevaba muchos años. Y la relación con el maestro, incluso una mirada, era un premio que tardaba en llegar.
Lin Yu Tang escribe al respecto en “La sabiduría china” (1959): "Yo caracterizaría las ideas confucianas, en su parte política, como anarquismo estricto, en las que la cultura del pueblo, haciendo el gobierno innecesario, se transforman en un ideal. Si se pregunta porqué los moradores de Chinatown en Nueva York, no han tenido nunca necesidad de policía, la respuesta es: el confucianismo. Nunca existió policía en China durante cuatro mil años. El pueblo había aprendido a regular sus vidas socialmente y a no confiar en la Ley. La Ley era el refugio de los pícaros".(10)
Gracias al “Mo Tse” y otras fuentes de la época, sabemos que los Mohístas tenían una organización disciplinada a semejanza de la doctrina militar. Este hecho no sorprende en lo más mínimo si se tiene en cuenta que la escuela Mohísta o “Mo Kia” provenía de la caballería.
Entre ellos se encontraban antiguos maestros de armas de clanes feudales que poseían técnicas secretas desde los combates de cuerpo a cuerpo hasta combates con espadas, picas, palos, manos desarmadas, así como en el manejo de carros de guerra.
Mo Tse les propuso entonces reunir estos diferentes conocimientos y mediante sus test de juicio, codificar los métodos (hecho sin precedente en la historia china de las artes marciales).
Conjuntamente estableció un código muy estricto del caballero – Hie To – que diera origen posteriormente en el Japón al Bushido y en Corea al código moral de los Hwa Rang. Su método de enseñanza hacía hincapié tanto en el progreso de la virtud moral como en el de la agilidad y destreza física.
Su enseñanza hacía hincapié en la frugalidad, que honraban a los tres ancestros y a los cinco hombres experimentados, confirmando así su voluntad en seguir el principio de la continuidad de transmisión ancestral del saber.
Su gran empeño era el Kien ngai, el amor universal. El opuesto no es el odio, para éste filósofo el odio no existe, su opuesto es el amor parcial. Sostiene que incluso el peor de los delincuentes puede amar a su esposa y a sus hijos, o al menos, amarse a sí mismo. El remedio para todos los males es que cada ser humano extienda su círculo de amor.
Mo Tse decía: “mi discípulo es aquel que aprecia tres cualidades y se atiene a ellas: la caridad, la simpleza y la humildad.
Condenó las guerras de agresión y conquista y sólo justificó las guerras defensivas.
Y también condenó el asesinato, justificando solamente la muerte producida sin intención, como por ejemplo la del soldado que asume el riego de perder la vida en batalla.

El propósito de esta charla fue el desembarazarnos de cualquier tipo de misticismo que pueda envolver a las artes marciales. Saber que todo se trata nada más y nada menos que de la evolución del espíritu humano, de su desarrollo. Y me gustaría terminar esta charla citando a un querido profesor para que su mensaje, nos impulse a todos y cada uno de nosotros a seguir en el camino de la difusión de las artes marciales, pero sin misticismos ni misterios, de una forma pedagógica y científica, ya que en nuestra sociedad somos de los pocos que pueden difundir el pensamiento de oriente, ya que no se estudia con seriedad en las carreras universitarias de nuestro país.
Decía Angel Cappelletti respecto de la indiferencia con que se considera a las culturas de oriente, que con tal desinterés “nos mutilamos conscientemente de media humanidad, tal como sucedió con el voto universal, declamado por todos pero, con medio género humano fuera de él, el género femenino” (11)


1. Angel Cappelletti, Filosofía Argentina del Siglo XX, UNR Editora, Rosario, p.179
2. Juan Marín, Buda o La Negación del Mundo, Espasa Calpe, Bs. As. 1954,p.51
3. Salomón Reinach, Orfeo, Historia General de las Religiones,p.19
4. Herbert Franke, El Imperio Chino, Siglo XXI Editores, Mexico, 1985, p.12.
5. Salomón Reinach, Op.Cit.,p. 31.
6. George Thompson, Los Primeros Filósofos, Siglo XX, Bs.As.,1975, p.74.
7. Juan Marín, Lao Tse o el universismo mágico, Austral, Bs.As., 1952, p.64.
8. Marcel Granet, La Civilización China, la vida pública y la vida privada, UTHEA, México, 1959, p.248.
9. Angel Cappelletti, Lao Tse y el taoísmo primitivo, Separata de la revista de la Universidad de Santa Fe, Nro.61, Santa Fe,1964, p.25.
10. Cfr.Lin Yutang, La Emperatriz Wu, Ed .Sudamericana, Bs. As. 1957, p.144.
11. Angel Cappelletti, Filosofía Argentina del Siglo XX, UNR Editora, Rosario, p.179


articulo revista Do - mayo 2007

EL TAOÍSMO PRIMITIVO

La Filosofía de ésta escuela no trata de un compendio de “conocimientos”, de una doctrina, sino que trata de una “experiencia” de allí el nombre de Tao o Do, camino.
Los maestros taoístas denunciaron los males de la civilización y preconizaron la vuelta a la vida primitiva campesina.
Pusieron su acento en la vida natural y no en el accionar del hombre.
Fundamentaron la doctrina del no hacer Wu-Wei en “una oscura metafísica” según dice Orta Nadal (1); en “una sencilla vida del tipo estoica o espartana”; “no de inacción sino de acción espontánea”, según Wing-Tsit Chan (2)
Para un mejor decir, Wu Wei es actuar conforme a la naturaleza, conforme a las mutaciones que impulsa el constante devenir, y no el actuar del hombre vulgar, que al intentar en vano detener el cambio constante sufre infortunio, tacha y vergüenza (tres efectos negativos derivados de la ausencia de frutos por parte de la naturaleza, de la sociedad y de la propia conciencia, respectivamente).
Desde el punto de vista metafísico el taoísmo está abierto al infinito e identifica todo con el Principio (Tao) o principio racional del universo. Por lo tanto se trata de la contemplación pasiva de la naturaleza y la identificación con el Principio, no coincidimos con Marín, quien habla de una identificación con la naturaleza. Este autor cree que se trata de una especie de “animismo” o “panteísmo”, (3) por el contrario, creemos que se trata de un verdadero “monismo”. Y en lo que respecta a la naturaleza, sólo cobra importancia ética ya que metafísicamente es irreal, sólo el Tao es real.
Coincidimos con Adolfo Carpio en que al taoísmo no le interesa el individuo más que para incorporarlo a la totalidad social o universal; no le interesa la verdad personal, ni la fuente del conocimiento; desprecia la literatura, y la educación de la clase de los funcionarios; no le importan las ideas abstractas, y no tiene necesidad de designar al sujeto. No es su objetivo informar correctamente, es mas importante la belleza estilística y su claro objetivo es dirigir las conductas.
La realidad no puede ser nombrada, sólo aludida, es por ello que el estilo literario es más cercano a lo poético que a lo racional; lleno de aforismos, símbolos, figuras, narraciones y leyendas. Sus expresiones se basan en la analogía y el contraste de los opuestos.(4)
Coincidimos con Marín al decir que “Lao Tze sensibilizó a la China para el Budismo, su enseñanza era mística y de fuerte afirmación del mundo pero con su crítica al accionar humano (negativismo, no acción) se anticipó a la negación del mundo del budismo”(5)
De Chuang Tszé dice: “ puede colocarse a la cabeza e una cadena de pensadores que, pasando por Platón, Dionisio el Areopagita, Meister Eckhardt y Jacobo Böhme, vendrían a desembocar en Hegel y en su metafísica dialéctica.” (6)
Desde un punto de vista psicológico el taoísmo es un tipo de pensamiento introvertido y extremista. Algunos eruditos lo comparan con el pensamiento de Nietzche o de Berard Shaw (7).
Compartimos a medias esta observación del Profesor Cappelletti, ya que Friedrich Nietzche (1844-1900) alzó su voz no sólo contra el positivismo de su época, sino también contra el naturalismo, en especial en sus llamados segundo y tercer período (1877-1883) donde exalta la figura humana y elabora la doctrina del Superhombre.
Quizás encontremos un mejor referente en el italiano Roberto Ardigó (1828-1920) creador de un positivismo naturalista. O en el inglés Herbert Spencer (1820-1903) quien elevó la teoría de la evolución de un campo unitario a toda la realidad. Menciono a estos dos autores porque hicieron un importante aporte a campo pedagógico, y presumo que por ello son mas conocidos que otros filósofos que sólo escribieron para eruditos de su propio campo.
Pero sólo un autor merece compararse a la doctrina taoísta; en toda su concepción es taoísta, en la crítica social, en la defensa del campesino y en la ética fundamentada en una religiosidad colectiva y natural. Me refiero al ruso León Tolstoi (1828-1911).

(1) Ricardo Orta Nadal, La Intuición Espacio y Tiempo en la Tradición cultural China, Anales de Arqueología y etnología, T XIX, Mendoza, 1964, p. 120.
(2) Wing-Tsit Chan, “Historia de la Filosofía China”, en “Filosofía de Oriente” , Breviarios del Fondo de C. E., Méxxico, 1954,pp. 65 y ss.
(3) Juan Marín, Lao Tze o el universismo mágico, Austral, Bs.As., 1952,p.28.
(4) Adolfo P.Carpio, El Tao Te King de LaoTse, Ed. Sudamericana, Bs. As., 1957, p. 9 y ss.
(5) Juan Marín,Op.Cit.p.21
(6) Idem, p. 93
(7) Angel Cappelletti, Lao Tse y el Taoísmo primitivo, Separata de la Revista de la Universidad de Santa Fe, Nro 61, Santa Fe, 1964, p.25.

Pensamiento y lenguaje

A D U N A T A (Retórica y pensamiento)

"Sobre lo alto de una vieja torre
una serpiente desgarra a un buitre..."
Teófilo de Viau.

Siguiendo a los autores tradicionales respecto del lenguaje, podemos decir que la lengua es discurso, razón y logos.
No se concibe el pensar sin lenguaje. ¿Es la estructura de la oración la que reproduce la estructura del pensamiento, o es el pensamiento estructurado desde el orden del lenguaje?
Se nos plantea un interrogante de orden filosófico.
Retórica contra Dialéctica no es Aristóteles contra Platón, como algunos autores quieren señalar.
“Platón fue transmitido parcialmente por San Agustín y alimentó, en el siglo XII, a la escuela de Chartres (escuela literaria opuesta a la escuela de París, (lógica, aristotélica) y a la Abadía de Saint - Victor). En los siglos XV y XVI se desata una intensa lucha contra Aristóteles en el nombre de Platón, exponentes de ésta son Marsilio Ficino y Giordano Bruno)" (1)
La verdadera cuestión no la encontramos después de haber sido cristianizada la retórica. Ni en su lucha por imponerse dentro del "trivium". El problema es anterior al medioevo. Es Mito contra Razón; paganismo contra catolicismo en la Edad Media, posmodernismo contra modernidad hoy. Clara prueba de aquello es que Donato, es colocado en el cielo, por Dante; en cambio, Prisciano, en el séptimo círculo del infierno. Pero aún así es reputado como gran sabio. Hoy son rescatadas figura como Gorgias y Protágoras.
Seguir un camino diacrónico de la lucha entre mito y razón, fácil de encontrar en cualquier texto de introducción a la Filosofía, nos alejaría del problema central: el lenguaje.
Intentar un viaje similar al anterior desde Gelon e Hieron (tiranos sicilianos 485 A.C.), a través de los tratados de retórica, tampoco nos llevaría a buen puerto. No sería más que un mero ejercicio de "disputatio".
La muerte de la retórica se produjo, y se mantiene, en la "creencia" (evidencia según Barthes) de que los hechos, las ideas y los sentimientos se bastan a sí mismos y prescinden del lenguaje; lo usan sólo como instrumento.
Estos viajes, virajes, parcializaciones, son las que dan una falsa idea al perder de vista el todo. Tal como ciegos que tocaron por primera vez a un elefante: el que tocó la cola dijo ­­- es una serpiente; el que tocó la pata, - es un árbol; el que tocó el cuerpo, - es un inmenso tonel; el que tocó la oreja, - es una cortina. Del mismo modo, en parcializaciones sin fin, los lingüistas se expresan: "instrumento de comunicación", "instancia de la subjetividad", "géneros discursivos".
Sin ampararme en una falsa "excusatio propter infinitatem", debo decir que no me encuentro a la altura de los autores que han tratado esta cuestión. Pero haré igual que el lego que ve al mecánico armar un motor y observa que sobran piezas, por ello puede decirle que ha trabajado mal.
Del mismo modo analizaré las piezas que sobran, las que quedaron fuera del estudio de los autores.

La retórica
Prescindiendo de lo que algunos autores denominan proto-retórica y comenzando con la creación del género "epidictico", pasaje del verso a la prosa, donde metro y música son reemplazados por un código: palabras de una misma consonancia, asonancias, aliteraciones, etc.; se abre una perspectiva paradigmática.
Es el ingresar a la red paradigmática, lo que permitirá establecer relaciones psíquicas, como la condensación y el desplazamiento suceden en el sueño; u otro tipo de relaciones entre el lenguaje y las pulsiones.
Lamy dirá, hablando de las figuras retóricas, "habrá tantas como síntomas" y ensayará una clasificación: " elipse: pasión violenta, habla tan rápido que la palabra no puede seguirla.; repetición: el hombre apasionado gusta repetirse, como el encolerizado da repetidos golpes; hipotiposis: presencia obsesiva de objeto amado; epanortosis: el hombre apasionado corrige su discurso para aumentar su fuerza; hipérbate (inversión): la emoción trastoca el orden de las cosas, consecuentemente el orden de las palabras; distribución: se enumeran las partes del objeto de la pasión; apóstrofe: el hombre emocionado se vuelve hacia todos lados buscando, por todas partes, socorro; etc." (2)
Si alguna vez se perdió de vista la relación entre la expresión hablada y la pulsión fue porque la retórica fue "empequeñecida por el triunfo de los lenguajes castradores, gramática (recordemos la lima y el cuchillo de Marciano Capella) y lógica" (3) por haber sido derivada hacia lo inesencial, a lo ornamental.
Cuando más adelante hablemos de la " disputatio " comprenderemos mejor su difusión y aceptación, si comprendemos las profundas conexiones psíquicas entre el juego y la disputa.
No sólo podemos remitir a Freüd, en "Psicopatología de la vida cotidiana", donde trata del chiste, de los actos fallidos, del olvido de nombres propios y palabras extranjeras. También Barthes señala en " Sentido neurótico de la disputatio" que " el silogismo es el arma...los dos antagonistas son dos verdugos que tratan de castrarse uno al otro...Por lo viva la explosión neurótica debió ser codificada, la herida narcisista limitada: se transformó en deporte a la lógica..." (4)
Concluye diciendo: " La disputatio ha desaparecido, pero el problema de las reglas (ludicas, ceremoniales) del juego verbal se mantienen: como discutimos hoy en nuestros escritos, en nuestros coloquios, en nuestras reuniones, en nuestras conversaciones y hasta en las " escenas " de la vida privada ". (5).
Es muy significativo que el autor mencione dos aspectos claramente diferenciados: el lúdico y el ceremonial. Desde el mito diríamos que uno es el pálido reflejo del otro.
En la Magia, en los rituales, aparece siempre la "palabra justa", que es oculta, la palabra mágica, la clave. En el pensamiento lógico se transformará en el "ábrete sésamo" o en el "abracadabra" de los cuentos. Lo incorporará el niño en forma lúdica, y el adulto lo menciona en broma, pero lo menciona.
Permítaseme, a modo de ejemplo, o por cualquier otra excusa, jugar un poco: cuando Jesús dijo " Eli, Eli, Iamma sabachtani" (Padre, Padre, ¿me has abandonado?) nada le pregunta al Padre. Al contrario, ante la muerte no duda; parafrasea al profeta Elías. De este modo da por cumplida la profecía, demostrando que Él era el esperado y ese su fin y su principio. Es propio de la naturaleza del Mesías no tener dudas. Es ese su "modo essendi", otra interpretación es un error "in intelligendi".
Los antiguos concebían al lenguaje con una base pura, desnuda, y otra (retórica) de colores, flores, luces, que se ponen "para evitarle al pudor el embarazo de una exposición demasiado desnuda", decía Quintiliano.
Lamy señalaba que las figuras son "los morfemas de la pasión", así: la exclamación corresponde a la afasia emotiva; la duda, a la tortura de las incertidumbres de la conducta; la elipsis, a la censura; la paraelipsis, al placer de herir; la hipotiposis al "fantasma interior".
El lenguaje es natural porque las pasiones están en la naturaleza humana y secundario porque las normas sociales exigen que las pasiones sean distanciadas y ubicadas en la región de "la culpa" (6)
Pero de todas estas notas, ¿cuáles son las faltantes?, ¿cuál es la "pieza que sobra"?. Hablamos de la relación con la psiquis, y si la respuesta pudiéramos encontrarla allí, deberíamos ceder el puesto a la Psicología; pero buscamos una respuesta desde el lenguaje. ¿Dónde se encuentra el dominio del mismo y de la retórica de la que hablamos? : en el dominio de las artes.

Las Artes:
La retórica medieval se caracterizaba por el dominio de tres artes: los sermones (sobre la virtud), el arte epistolar y el arte poético.
Podemos extractar un principio común a todas las artes: LA PROPORCION.
Reinolds decía que todos debíamos someternos a reglas; estas reglas no son cadenas para el genio; son cadenas sólo para quienes carecen de él, "como la armadura, ornato y defensa en los fuertes, es una pesada carga para los débiles, a los que abruma en lugar de proteger".
La belleza de la forma, la expresión del intelecto y del espíritu se halla bajo el dominio de reglas.
Los antiguos maestros de todas las artes crearon sus obras inmortales agrupando armónicamente todos sus elementos.
Lo que aparenta ser resultado de la intuición, fue en ellos producto de una elaborada concepción. Esto es indiscutible, si bien puede suceder que el artista no tenga conciencia de las estructuras lineales y centro focales, sin dudas éstas cualidades les fueron dictadas intuitivamente por impulsos inconscientes que le marcaban un orden, pero como conocían a la perfección la ciencia y reglas de su arte, el inconsciente ordenó todos los elementos de su obra.
De éste modo, si el artista estudia y conoce las reglas, alcanza a percibir los ritmos armónicos, y puede pintar, esculpir, componer música, ejecutar música, etc., respetando los postulados de la PROPORCION y creando arte.
Los Modistas estructuran a la lengua desde el "constructible", privilegiando la sintaxis sobre el semantema; estructura ésta que está garantizada por la estructura del ser (modi essendi) y por la de la mente (modi intelligendi), se plantea así que hay una GRAMMATICA UNIVERSALIS (en todas las lenguas, aunque puedan variar los accidentes). No es pues el gramático quien descubre la gramática, es el filósofo, mediante el examen de la naturaleza de las cosas, el que descubre a la gramática. Y ahora, podríamos agregar, es el artista, el que conoce la relación de proporción.
Pascal dirá que " el orden del discurso no tiene caracteres intrínsecos (claridad o simetría), depende de la naturaleza del pensamiento, a la que debe conformarse el lenguaje para ser correcto". Por supuesto que a Pascal debemos la Anti-retórica del humanismo moderno; es claro que se exprese de este modo, en cambio, tratamos de demostrar lo contrario apelando a la Proporción.

QUÉ ES LA PROPORCIÓN
LA PROPORCIÓN es conocida desde tiempo de los egipcios, no fueron ajenas a ellas las culturas griega y romana. Los góticos tuvieron sus cánones y los renacentistas no fueron los últimos en respetar esos ritmos armónicos, que también encontramos en obras orientales.
Hace 25OO años el escultor griego Policleto esculpió el famoso Dorífero, que en la actualidad puede observarse en el Museo del Vaticano, siguiendo una misteriosa fórmula matemática, dando como resultado una obra considerada la más bella en estética. El Dorífero es considerado el exponente más perfecto de la belleza masculina.
También Teodoro y Telecleo, siguiendo esta misteriosa fórmula, esculpieron, en distintos lugares de Grecia, y sin ver lo que el otro hacía, una mitad cada uno de una estatua dedicada a Apolo. Finalizado el trabajo y al reunir las dos partes coincidieron perfectamente como si hubiesen sido esculpidas por el mismo artista.
Éstos relatos de Plinio El Viejo, complementados por la versión de otros autores como Euclides, 2OO años más tarde, determinan que estos artistas, tomando como unidad o referencia la longitud del dedo medio de la mano habían establecido una serie de proporciones para las otras partes del cuerpo en relación con esta unidad.
Muchas otras medidas fueron tomadas, como caras, cabezas, pies, lo que indica que todas están en relación de proporción: EL TODO Y SUS PARTES MAYORES Y MENORES GUARDAN UNA RELACION QUE PUEDE EXPRESARSE EN FORMULAS MATEMATICAS.
Fórmula es el modo de expresar una cosa existente con términos y procedimientos preestablecidos. La fórmula sólo explica una cosa existente en la naturaleza en un lenguaje comprensible para quien lo entiende, según se trate de símbolos químicos, físicos, matemáticos, mágicos, astronómicos, etc..
Por ejemplo, la ley de gravedad enunciada por Newton, sólo expresa un fenómeno existente y lo compara con partes más comprensibles y en un lenguaje comprensible para físicos : "Los cuerpos se atraen entre sí en razón directa de sus masas y en relación inversa del cuadrado de sus distancias".
Para conocer algo se lo debe comparar en proporción y así lo expresa Kepler al enunciar: "Los cuadrados de los tiempos de las revoluciones de los planetas alrededor del Sol son entre sí como los cubos de sus distancias".
Las fórmulas no sólo alcanzan lo visible, también lo abstracto, lo encontramos en la geometría de Pitágoras: "en un triángulo rectángulo el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma del cuadrados de sus catetos"
Es fácil comprender que la fórmula expresa algo que existe, y si bien la forma de comprobación pueda tener más de una alternativa, el resultado, la fórmula, es siempre el mismo. Vale decir que la fórmula es una sola, la fórmula preexiste antes de ser enunciada.
Todo el universo puede ser expresado en fórmulas, lo visible y lo invisible, lo mensurable como lo inmensurable, lo concreto y lo abstracto, siendo lo visible la resultante de lo que hay de invisible, como un iceberg que exhibe una parte proporcional del total, manteniendo el resto bajo la superficie.
TODO ES UNO MANIFESTÁNDOSE EN INFINITAS FORMAS. HABIENDO EN CADA COSA PARTES PROPORCIONALES DE LAS QUE HAY EN LAS DEMÁS.
Ahora se nos plantea la cuestión si el orden es creado o creador, y encontraremos autores de uno y de otro lado.

El orden
"La inventio", es un descubrir y no un inventar, es un encaminarse "via argumentorum" con la certeza de que lo espontáneo, lo ametódico no produce nada.
Pero ¿cuál debe ser el método, la guía de esa vía que asegure se trata de la "via regia" y no de un camino equivocado.?
Dejaré de lado las "pisteis atejnoi" (pruebas externas), propias de lo judicial, y tomaré las "pisteis entejnoi" (pruebas dentro de la tejne).
Para argumentar "exemplum" (pasar de lo particular a otro particular vía el eslabón implícito de lo general), ya se trate de "fábula" (composición de acciones) o de "parábola" (comparación corta ) o de exemplum "real"; tanto como para argumentar con la "imago" (figura ejemplar) es necesaria una gran "cultura general". Es este aspecto el que ha hecho de la retórica una práctica de la cultura burguesa.
Además se nos plantea el interrogante de si se trata de un fenómeno cultural o natural. ¿Existe una ideología (dicho en su sentido más estructural) de la forma. ?
El mismo "entimema" no es sino un silogismo incompleto, acortado, pero es acortado en partes, porque las otras partes se " conservan en la mente " (enthymo). Lo cual vuelve a llevarnos al punto anterior de la necesidad de un vasto conocimiento.
El entimema es un silogismo perfecto en la mente, sólo esta acortado en el lenguaje, es un accidente lingüístico.
Otro tanto sucede con la "máxima" que no es sino un silogismo abreviado elípticamente al máximo.
El placer (vuelta a las referencias psíquicas ) de utilizar entimemas, de descubrir acertijos, criptogramas, palabras cruzadas, es un rasgo narcisista que además puede cultivarse con beneplácito social. No sólo dará status sino que nos acercará a las soluciones de los misterios (Edipo resolvió el misterio de la Esfinge de Tebas ).
No sólo encontraremos una red ordenada en el orden paradigmático; también en el sintagmático, en el arte de elegir las figuras dentro del sistema de figuras.
Es la figura la separación existente entre el signo y el sentido ( res y verba ­- significado y significante) ES UN ESPACIO INTERIOR DEL LENGUAJE.
El espacio de la figura hace que el lenguaje sea un algo continuo, sin lagunas todo lleno de figuras que no admiten traducción so pena de perder la propia calidad de figuras; aún en los casos más inverosímiles se encuentra de inmediato la figura: "la catacresis" (tropo forzado) como por ejemplo "brazo del sillón". Y no solamente llena las lagunas del idioma, sino también las de las emociones, como en el caso de " las descripciones " (que refuerzan la definición ).
¿De dónde proviene la sobrecarga de sentido de la figura que va mas allá de la expresión literal ?
La expresión literal no es más que una "denotación", en cambio, la figura es una "connotacion", la parte designa al todo (sinecdoque).
En la modernidad sólo quedan los "signos de la literatura", como dice Barthes, que organizan el lenguaje literario como una segunda lengua. No se conserva de la vieja retórica el contenido, sino la forma, "la idea paradojal de la literatura como un orden fundado sobre la ambigüedad de los signos, sobre el espacio exiguo, pero vertiginoso, que se abre entre dos palabras del un mismo sentido, dos sentidos de la misma palabra: dos lenguajes del mismo lenguaje " (7)
Hemos hablado de partes pero no hemos dicho en qué medida juegan esas partes en relación al todo.
Ésto puede expresarse en fórmulas matemáticas: "el número de oro", o en forma geométrica: "la proporción áurica".

La proporción áurica

Los griegos llamaban simetría a las cadena de relaciones, tomando como medida al hombre, mediador proporcional de cosmos.
Platón decía "es imposible combinar dos cosas sin una tercera que las ensamble, y las más perfecta es el TODO, la suma de las partes como todo."
Los egipcios establecieron patrones variables según las épocas, 19 unidades, 21 ó 23, lo que revela un cambio en los arquetipos y no en la raza.
Cuando los egipcios modificaron la figura humana de 21 partes iguales, y agregaron dos, en la parte superior, que formo el Airon, que representa los valores morales, dieron testimonio de un cambio social.
Los griegos tomaron estas enseñanzas y establecieron comparaciones: para 19 dedos, correspondían 7 cabezas; para 21 dedos, 7 y media; y para 23, ocho. Representaron cada época egipcia hasta encontrar su propia identidad y establecerse en el ideal de 7 cabezas y media para el hombre común y de ocho para el heroico.
El arte griego superó al egipcio en hermosura, y en técnica, comenzaron a usar la perspectiva.
Siguiendo la evolución histórica, sabemos que los romanos asimilaron la cultura griega, incluso la perfeccionaron.
Marcos Vitruvio (85-26 A.C.) en su "Tratado de arquitectura" de 1O libros dice: "Ningún edificio será bien compuesto si no tiene proporción y relaciones análogas a las de un cuerpo bien formado".
Escucharemos a muchos autores hablar del "edificio del lenguaje."
Vitruvio divide al cuerpo en 8 partes iguales a la cabeza, y establece otros patrones de referencia: "4 dedos en ancho es un palmo; 4 palmas, un pie; 24 palmas, la altura total del cuerpo; es igual el alto que la envergadura con los brazos abiertos, formando un cuadrado cuyas diagonales se cruzan en el pubis, y con los brazos en alto y las piernas separadas una circunferencia cuyo diámetro se cruza en el ombligo."
Los góticos alargaron las figuras mezclando cánones mágicos en sus composiciones artísticas, dando como resultado las típicas imágenes místicas del gótico.
En el Renacimiento se destacan Luca Paccioli y Leonardo Da Vinci, especialmente el "Tratado de anatomia" de este último, donde se repite el hombre en apertura crucial inscripto en un cuadrado y una circunferencia, figura que ya había sido descubierta por Vitruvio, aunque hoy es más conocido el grabado de Da Vinci que el del romano.
En esta época también destaca Leonardo de Pisa, matemático italiano conocido como Fibonacci, quien explica que la sucesión de los números naturales: 1,2,3,4,etc, es una sucesión donde cada número tiene una unidad más que el anterior y una menos que el posterior, manteniendo, de este modo, una relación constante y monótona; en cambio, encuentra una serie, conocida hoy como serie de Fibonacci, donde la sucesión es asimétrica pero armónica, PROPORCIONAL. Ésta serie se forma de manera aditiva: sumando los dos números anteriores : 1+1=2, 1+2=3, 2+3=5, 3+5=8, 5+8=13, 13+8=21, etc. No es esto sólo un juego de números caprichoso, gracias a la serie de Fibonacci se descubrieron las órbitas de los planetas Urano, Neptuno y Plutón; relación que se estableció tomando como unidad la distancia Tierra-Sol, a partir de allí todos los planetas describen elípticas ubicadas en distancias que guardan exacta relación con esta serie aditiva.
En la posmodernidad los artistas se encasillan en un aislamiento suicida, desechando las experiencias anteriores, fatigándose en el redescubrimiento de lo ya superado.
Es de destacar que los antiguos a través de la proporción determinaron al hombre, y con la falta de ésta, a sus vicios o defectos.
Es interesante ver en " La Composición Áurica en las artes plásticas " de Pablo Tosto (Bs.As. 1958) cómo se describen estos vicios y defectos según sean los aplomos, la cadera, el pubis, el torax u otras medidas que deben guardar una exacta proporción para señalar un cuerpo sano física, mental y espiritualmente.
Pierre Camper (1722-1789) anatomista y antropólogo holandés llega a establecer el grado de inteligencia de la escala zoológica y racial según un ángulo determinado por dos líneas que unirían el hueso frontal y los incisivos, y los orificios nasal y auditivo. Cuanto más se aproxime el ángulo a los 9O grados, indica un mayor grado de inteligencia.
Jean Galvet Salvage (1771-185O) medico y anatomista francés, en su libro " Anatomia del Gladiador Combatiendo" trata no sólo de la proporción de huesos y músculos, sino de los mecanismos del movimiento. También establece las proporciones de los niños a las diferentes edades.
Pablo Richer clasifica al hombre según su proporción en heroico (8 cabezas) o tipo medio (7 y media), rota esta proporción tendremos a los tipos anormales.
La relación entre dos medidas, de modo que la mayor sea al total como la menor es a la mayor, es la llamada PROPORCION AURICA. La representación en números de ésta proporción se conoce como el NUMERO DE ORO.
Para una mejor ilustración veamos: una recta puede ser dividida en el centro, existe un solo punto para ello, dando como resultado dos partes iguales, una simetría monótona, como la de los números naturales ( 1,2,3,etc.).También puede dividirse en otro punto, dando dos partes desiguales, desarmónicas, sin relación alguna. Pero se la puede dividir en un punto de manera que los segmentos guarden una relación constante, proporcional y armónica, de modo que "el segmento menor sea al mayor como el mayor es al todo", ésta es la PROPORCION AUREA.
Expresar esta relación en números, no es difícil: supongamos que la recta que queremos dividir, AB, mide 1O cm. Al seccionarla en el punto C nos quedan dos segmentos: AC que mide 6,18 cm. Y CB que mide 3,82 cm.

C
A ---------- B A ------x---B A ------ C C --- B

1O cm. 6,18 cm 3,82cm

Expresado esto en una ecuación tenemos que 6,18 : 1O :: 3,82 : 6,18 ( seis con dieciocho es a diez, como tres con ochenta y dos es a seis con dieciocho).

Podemos hacer : 6,18 X 6,18 = 3,819
3,82 X 1O = 3,82O

Cuando la parte mayor es conocida, se puede averiguar la menor multiplicando el valor conocido por O,61812. Si por el contrario, se conoce la medida de la menor, se multiplica el valor por 1,6178.
1,618 es el NUMERO DE ORO que expresa la PROPORCION AUREA.

La red
La compleja red que se teje desde la inventio y llega a la dispositio en forma paradigmática y sintagmática encuentra su origen en la premisas entimematicas.
No se tratan de certezas científicas sino culturales que "son extraídas de ciertos lugares en que se encuentran (topos) como las letras para las palabras a escribir" (Ciceron).
No podemos decir que sea un método, como lo concibió Aristóteles, ni tampoco una reserva de estereotipos o tabla de temas ante los cuales no debe uno quedarse callado. La topica es una red, "partera de lo latente" la conjunción de red y quaestio son tema y predicado, sujeto y atributo.
Para Lamy existen lugares de la gramática (etimología), lugares de la lógica, (género, accidente), lugares de la metafísica (causa, efecto). También hay lugares especiales (eide)
que estoy tentado de llamar generos discursivos.
El aspecto subjetivo (ethe) donde el orador no solamente enuncia una información y al mismo tiempo expresa soy esto o aquello. Mientras habla y desarrolla el predicado también dice pro y contra (fronesis) expresa su franqueza (arete) o su simpatía (eunoia). También expresa su tiempo y lugar con la hipótesis (particular) que es ese punto a debatir temporalizado y localizado, y no con la tesis (abstracta).

La palabra en la composición: (dispositio)
El furor de clasificar las figuras retóricas tejió una red cada vez más fina, codificando la palabra y ya no el lenguaje, se trató de controlar lo incontrolable. Este problema ya fue visto por Saussure.
Pero aquí también hay una "pieza que sobra", es la cuestión de los anagramas (anafonia, hipograma o paragrama).
"En el supuesto que exista una palabra por imitar, distingo entonces: el anagrama, forma perfecta; la anafonia, forma imperfecta (8).
Al escuchar unos versos saturninos latinos, Ferdinad de Saussure oye surgir en formas discontinuas los fonemas principales del nombre propio de un dios o héroe.
"Como si no bastara semejante aumento de cadenas, Saussure descubre otras nuevas, cuyo rasgo es la reduplicacion" dice Starobinski, y antes habíamos dicho: "estas reglas no son cadenas para el genio; son cadenas sólo para quienes carecen de él, como la armadura, ornato y defensa en los fuertes, es una pesada carga para los débiles, a los que abruma en lugar de proteger", parafraseando a Reinolds.
Starobinski trata de demostrar que el poeta se entregaba al análisis fónico de las palabras, y pone ejemplos de versos védicos; pero aún así choca contra la evidencia que ante un noveno verso agregado, pierde todo sentido, y quitando ese verso agregado se resuelven en pares todas las consonantes de los ocho versos originales.
Tampoco parece convincente que un obsesivo "gusto por el eco" sea el autor de la aliteración. Y menos aún que Saussure encontró lo que buscaba porque era un lingüista, si
hubiese sido economista habría encontrado sistemas de intercambio, y si psicólogo, una red de símbolos inconscientes, dice Starobinski.
A pesar de los esfuerzos de los autores por desacreditar el descubrimiento de Saussure, queda la indiscutible evidencia de su presencia, y el misterio de su origen tanto en la poesía como en la prosa de Cicerón y otros.
Pero hay algo más, no sólo aparece un nombre al azar, el nombre que aparece está íntimamente relacionado con el tema del verso, y no porque el autor haga una especie de homenaje a la deidad; de este modo descubre Saussure el anagrama "Priamides" que designa a Héctor, figura aparecida en sueños a Eneas en los versos de Virgilio.
Y baste uno más para dejar abierto el misterio: Cuando Freüd trata el olvido de palabras extranjeras pone un ejemplo de un verso de Virgilio, su interlocutor comete un error al recitarlo de la manera que sigue: "exoriar(e) ex nostris ossibus ultor" de donde se repiten dos veces ex - nos (no somos ?); en lugar del verso correcto : " exoriar(e) aliquis nostris ex ossibus ultor" de donde se repiten dos veces "e" "r" "os" :EROS. Intimamente ligado a la reproducción que presupone la invocación de venganza y también escogido por el interlocutor de Freüd, en forma inconsciente, por la relación con el problema personal que reprimía.
Hoy muchos autores investigan códigos en La Biblia y en otras obras clásicas de la literatura como Moby Dick.
Y vuelvo a tomar licencia para jugar con el lenguaje: Es el lenguaje un atributo del hombre o un regalo de los dioses? Cuenta el mito que Cronos tenía la horrible costumbre de devorar a sus hijos. Cansada su esposa, Rea (la Tierra), escondió a los tres últimos reemplazándolos en sus lechos por piedras. Llegado Cronos, devoró las piedras y ya nunca más buscó a esos hijos. La madre repartió entre ellos el mundo: a Hades, los infiernos; a Poseidón, los mares, y a Zeus, el Olimpo. El tiempo comió todas sus obras (las piedras) pero no sus nombres ni los relatos de sus historias (las palabras). Este mito, como tantos otros, nos sumerge en el mundo de los arquetipos, de signos y símbolos del inconsciente colectivo. Hemos creído que la facultad de los profetas está en la Gracia Divina o en algún extraño e inexplicable poder de su mente, sin embargo tengo la certeza que tal don no se encuentra en ningún sujeto, sino en el lenguaje.
Y para concluir, mientras los autores ahonden la investigación de parcialidades, se separarán cada vez más del todo; el no querer atarse a las reglas de la proporción áurica hará que se refuercen las ataduras que los mantienen sujetos mirando las sombras del fondo de la caverna; tomar la investigación del todo por la "vía regia" de la Proporción, es liberar al troglodita y enfrentarlo con la realidad.

Citas
1 - Roland Barthes - La antigua retorica - pag.33 Nota P. P.
2 - Gerard Genette - Figuras - pag 243
3 - Roland Barthes - Op.Cit. - pag 28
4 - R. Barthes - Op.Cit. - pag 34
5 - R. Barthes - Op.Cit. - pag 35
6 - R. Barthes - Op.Cit. - pag 78
7 - Genette - Op. Cit, - pag 246
8 - Jean Starobinski - Los anagramas - Estudio critico - pag. 23O